Disculpa pública abre puerta al proceso de reconciliación: Alejandro Encinas
El Estado reconoce su responsabilidad en violaciones a los derechos humanos durante el periodo conocido como Guerra Sucia
El subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas Rodríguez destacó que con actos como la disculpa pública ofrecida a Martha Alicia Camacho Loaiza, su hijo Miguel Alfonso Millán Camacho y su esposo José Manuel Alapizco Lizárraga, víctimas del periodo conocido como Guerra Sucia, se abren las puertas a un proceso de reconciliación, y deja de lado la confrontación que vivió este país debido a una visión autoritaria desde el ejercicio del poder.
Recordó, en el auditorio Alfonso García Robles, del Centro Cultural Tlatelolco, que el México de los años setenta vivió en un contexto de represión a la libertad política y de expresión, donde el Estado asumió como enemigos a los disidentes políticos; se realizaban prácticas contra insurgencia, detenciones, desapariciones y tortura a cientos de hombres y mujeres, “lo que evidenció a un régimen dispuesto a todo para eliminar a la oposición y discrepancia”, subrayó.
Por lo que resaltó, ante los sobrevivientes Martha Alicia Camacho Loaiza y su hijo Miguel Alfonso Millán Camacho, que desde el inicio del actual Gobierno se ha refrendado el compromiso con la memoria, la verdad y la justicia para permitir la garantía de no repetición «en cumplimiento con nuestra obligación institucional y con la convicción de la importancia de reivindicar la memoria y reconocer la responsabilidad estatal en violaciones a los derechos humanos, realizamos este acto, como un acto de justicia».
El subsecretario Alejandro Encinas Rodríguez enfatizó el compromiso del Estado con la memoria y la verdad, y precisó que al reconocer las violaciones cometidas durante la Guerra Sucia se abre la oportunidad para reconstruir una sociedad donde la justicia le quite el espacio a la impunidad.
Asimismo, aseguró que el Gobierno mexicano buscará un cambio frente a la impunidad en el que no reprimirá y garantizará el ejercicio de libertad de expresión y se hará justicia saldando cuentas con el pasado, no como revancha, sino como un principio de reivindicación a la sociedad mexicana que pueda cumplirse en muy corto plazo».
