Capacitan a personal encargado del cuidado e involucrado en atención de las personas mayores
Unen esfuerzos DIF Estatal y universidades para promover, en coordinación con SEDESOL Estatal, el cuidado, respeto y reconocimiento de los derechos humanos de este sector de la población
En el marco de la conmemoración del Día Internacional de las Personas Mayores, el Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), a través del Centro Estatal de Fortalecimiento Familiar realizó una serie de actividades tendientes a proteger su salud física, mental y emocional.
En coordinación con la Secretaría de Desarrollo Social del Estado, la Universidad Autónoma de Chihuahua y la Universidad del Valle de México, el DIF Estatal desarrolló una campaña de sensibilización, una capacitación y una sesión de gerontomotricidad para quienes están a cargo de este sector de la población.
Como parte de este programa, la especialista Azaneth Laguna Celia, impartió un taller teórico-práctico sobre cuidado y valoración, a fin de destacar la importancia del movimiento y la actividad física para preservar la salud y la movilidad, haciendo énfasis en la valoración geriátrica y en la aplicación de actividades de gerontomotricidad.
En el caso de la campaña de sensibilización, se basó en una infografía y en diferentes imágenes que se difundirán a través de las redes sociales. El contenido incluye consejos socioemocionales, informativas e instrumentales para familiares, quienes están a cargo de las y los adultos mayores.
La sesión de gerontomotricidad se llevó a cabo con el propósito de proporcionarles actividades físicas en las que pudieran estimular su psicomotricidad, para seguir siendo personas activas.
María Eloísa Solís Terrazas, titular del Centro de Fortalecimiento Familiar, explicó que a través de estas acciones, se busca concientizar sobre los problemas y retos que plantea el envejecimiento en el mundo actual.
Indicó que si las personas mayores tienen la percepción de que son una carga para su familia, pueden creer que su vida tiene menos valor y, como consecuencia ser más proclives a la depresión y al aislamiento social, aseveró.
En un estudio realizado por “Levy et al” (2002), se observó que el promedio de vida de quienes tienen actitudes negativas con respecto al envejecimiento, es de 7.5 años más corto que el de quienes tienen actitudes positivas. Por eso es importante generar cambios en esta percepción, concluyó Solís Terrazas.