21 de noviembre de 2024

La calidad del agua es una responsabilidad compartida: Blanca Jiménez

Es indispensable una integración institucional con el fin de establecer medidas, en materia hídrica, que contribuyan a conservar la salud pública y del ambiente.

Para lograr y mantener una calidad del agua óptima se requiere, en principio, el cumplimiento irrestricto de la ley por parte de todos los sectores y la población en general, así como los esfuerzos conjuntos para impulsar nuevas estrategias, aseveró Blanca Jiménez Cisneros, Directora General de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

 

Al encabezar la décima sesión del foro Disertaciones sobre el Derecho Humano al Agua para la construcción de una Ley General Incluyente, la titular de la dependencia puntualizó que el agua es un elemento al que todos le deben dar prioridad, en cuanto a administración, uso y cuidado, debido a su complejidad e importancia para la conservación de la salud y la vida.

 

En su momento, los participantes en el foro coincidieron en que uno de los aspectos fundamentales para alcanzar el cumplimiento del Derecho Humano al Agua es la calidad de los recursos hídricos, por ello, una nueva legislación en la materia debe incluir factores que van desde la medición puntual, específica y permanente, hasta la publicación de esta información, con el fin de favorecer la mejor toma de decisiones.

 

Juan Ignacio Ustarán Cervantes, Director General del Laboratorio ABC, invitado como disertador, señaló que el primer paso para contar con una legislación óptima en materia hídrica es establecer definiciones y parámetros que determinen el concepto de calidad del agua y sus características. Esto debe ser planteado en función de hasta dónde el agua es apta para conservar la salud de la población y del ambiente, así como confiable para su uso.

 

Otro rubro sería establecer las referencias para determinar la calidad, lo cual puede decretarse tomando como parámetro los usos y las características que requiere cada uno de ellos para utilizarla con resultados óptimos.

 

El siguiente proceso, dijo, sería establecer metas de calidad de los cuerpos de aguas nacionales, las cuales deberán contribuir al cumplimiento del derecho humano a un ambiente sano. Lo siguiente que se requiere es generar un paquete de normas donde se determinen puntualmente las características de las aguas residuales.

 

El especialista hizo énfasis en que, una vez que se conoce la calidad de las aguas de cada región, tanto nuevas como residuales, se permitirá adecuar los usos para cada una, reservar más agua para la población y lograr mayor sustentabilidad.

 

En su momento, Marisa Mazari, Investigadora del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México y también invitada como disertadora, aseveró que la medición y el monitoreo son aspectos indispensables para dar seguimiento a la calidad del agua.

 

Estas acciones deben basarse en parámetros químicos y microbiológicos acordes a las condiciones actuales de las aguas, debido a que hay nuevos elementos que impactan de manera fundamental a los usuarios y que requieren procesos de saneamiento innovadores.

 

De manera general, la legislación debe impulsar programas reales de monitoreo de las aguas nacionales, con el fin de conocer sus características de manera frecuente y, a partir de ello, tomar oportunamente las medidas de control o remediación.

 

Particularmente, hizo énfasis en la necesidad de establecer monitoreos específicos para diversos sectores, de manera tal que se consideren los compuestos particulares eliminados por cada uno en sus aguas residuales. Así, se conocería la realidad actual de las aguas y se podrían tomar, desde el origen, las medidas específicas de remediación para poder impulsar su reúso.

 

Otro elemento básico en torno a la calidad del agua es la disponibilidad y la automatización de la información generada a partir del monitoreo, lo cual debe concentrarse en un instrumento público y accesible. Así, se permitiría la vigilancia y la toma de decisiones específicas y puntuales.

 

Como último punto, señaló que es indispensable la existencia de una integración, desde el ámbito normativo, de la Secretaría de Salud y otras dependencias con la del Medio Ambiente y Recursos Naturales, específicamente con la Conagua, con el fin de establecer medidas, en materia hídrica, que contribuyan a conservar la salud pública y del ambiente, tanto a nivel preventivo como de remediación.

 

Luego de escuchar a los especialistas, la titular de la Conagua adelantó que se duplicarán los esfuerzos para mejorar la disponibilidad de los datos sobre calidad del agua, los cuales son publicados periódicamente en el portal institucional y reiteró el llamado a todos los sectores a adoptar una actitud constructiva encaminada a mejorar la gestión del agua en todos los niveles.

 

Finalmente, Blanca Jiménez invitó a todos los interesados en el tema del agua a ser parte del foro mediante las redes sociales de la Conagua, donde se transmitirá la siguiente sesión el próximo 6 de noviembre.

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