22 de diciembre de 2024

Urgente, colocar el tema del agua en el centro de la discusión de los temas globales

A partir de la pandemia del COVID-19, es necesario construir nuevos escenarios de seguridad hídrica, en beneficio de todas las personas

La crisis sanitaria global provocada por la pandemia del COVID-19 evidencia la necesidad de emprender acciones que coloquen al tema del agua en el centro de la discusión de los temas globales, pasando a acciones específicas que garanticen que este recurso sea, efectivamente, factor de vida que asegure la preservación del planeta y de sus habitantes y permita un desarrollo justo, equitativo y sostenible.

 

Ese es el llamado que hace el Centro Regional de Seguridad Hídrica (Cershi), auspiciado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), en el documento titulado Reflexiones derivadas del coronavirus, elaborado por el Programa Hidrológico Internacional-Sección México, que es encabezado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

 

En videoconferencia, se presentó un mensaje conjunto Unesco-Conagua que puede descargarse en la siguiente liga: https://we.tl/t-nfOH99VD3F.

 

Tomando como base la experiencia de México en las epidemias del cólera en 1992, por la influenza en 2009 y por la actual pandemia del COVID-19, en el documento se establece que el acceso al agua en cantidad suficiente y de calidad adecuada juega un papel central para el control de este tipo de fenómenos, ya que la higiene personal y el lavado constante de manos es fundamental.

 

Sin embargo, estas acciones se dificultan cuando las personas no tienen acceso al agua potable, lo cual provoca inseguridad hídrica y es potencialmente fuente de enfermedad para millones de familias pobres que no acceden al recurso hídrico, o bien lo reciben de forma escasa y de mala calidad.

 

En el caso de México, se indica, más de 10 millones de personas de bajos ingresos carecen de acceso a sistemas mejorados de agua y son, en su mayoría, habitantes del medio rural y de zonas periurbanas. Ello les complica prevenir contagios, pues se les dificulta lavarse las manos al recibir agua escasa y de mala calidad. De allí la importancia de que se haya elevado a rango constitucional el Derecho Humano al Agua en el presente Gobierno Federal.

 

De acuerdo con Blanca Jiménez Cisneros, directora de la Conagua, las causas de lo anterior son multifactoriales, más que la sola falta de atención por parte del sector hídrico. Por ejemplo, en muchas ocasiones, la comunidad o autoridad local sí tienen la infraestructura para el servicio, pero no para la operación, por falta de recursos económicos para sufragar los gastos, en particular los costos de la energía eléctrica.

 

En el documento se establece que se ha dado prioridad a la producción y consumo de artículos de lujo que se contraponen innecesariamente con la producción de bienes y servicios de primera necesidad, como alimentos, productos para la salud y, en particular, buenos servicios de agua.

 

Se destaca también que los problemas globales requieren una nueva arquitectura de las agencias internacionales, que focalice en muchas menos agencias la atención del recurso, así como mayores financiamientos y un cambio en la solidaridad de los países desarrollados para atender a los países en desarrollo.

 

El Centro Regional de Seguridad Hídrica (ubicado en el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México y en el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua) hace un llamado a pensar en un renacimiento en donde las cosas cambien para no continuar haciendo lo mismo, ya que la actual pandemia dejará muchos muertos y sufrimientos, especialmente para las familias más pobres, así como pérdidas económicas gigantescas, pero también ofrece lecciones y oportunidades de cambio.

 

A su vez, el Programa Hidrológico Intergubernamental, con base en la Unesco, hace un llamado a que el agua se centralice en una sola agencia liderada por el desarrollo de políticas públicas integrales basadas en el conocimiento, la seguridad, la justicia social y la búsqueda de la paz.

 

Hoy, más que nunca, se requiere llevar agua segura a todas las personas y garantizar que nadie se quede atrás. Ello demanda del ingenio, la tecnología y la innovación del sector hídrico y de su coordinación con todos los sectores relacionados, concluye el documento.

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