21 de noviembre de 2024

¿El humo de los crematorios puede esparcir el COVID-19? Te explicamos

Si vives cerca de un crematorio y te preocupa que el humo ponga en riesgo tu salud porque temes que esté esparciendo el COVID-19, entonces debes leer esto

¿El humo de los crematorios puede esparcir el COVID-19? Te explicamos

¿El humo de los crematorios puede esparcir el COVID-19? Te explicamos. Foto: Milenio

El incremento de muertes a causa de la pandemia ha provocado una saturación en funerarias, principalmente las de la CDMX, y con ello, una pregunta: ¿el humo de los crematorios puede esparcir el COVID-19?

Esa interrogante la tienen principalmente aquellos que viven en zonas cercanas a cementerios y funerarias que ofrecen el servicio de cremación y cuyos hornos han tenido actividad inusualmente alta en los últimos días.

Aunque el humo, algunos olores y el ver filas de carrozas esperando su turno para poder incinerar cuerpos provoquen miedo, la respuesta es simple: el humo de los crematorios NO puede esparcir el COVID-19, por lo tanto, esa no es una fuente de contagio de la cual debamos preocuparnos.

¿El virus que causa la enfermedad COVID-19 se muere cuando la persona fallece?

No. El SARS-CoV2 no muere junto con la personas; de acuerdo con la OMS, en una guía explicada para la BBC, el virus permanece en los pulmones y otros órganos que hayan sido afectados por la enfermedad.

Sin embargo, este virus es liberado cuando se realizan los procedimientos de desinfección y lavado interno de los cuerpos que se lleva a cabo en los servicios funerarios.

En el caso atípico de que el virus permaneciera vivo dentro de los órganos, éste no puede infectar a humanos, ya que el cadáver no puede toser o estornudar, las dos formas por las que el virus se esparce y  contagia el COVID-19.

Los crematorios y el COVID-19

Aunque pareciera una regla que todos los fallecidos por COVID-19 deben ser cremados, la Organización Mundial de la Salud señala que no hay distinción entre inhumar los cuerpos o reducirlos a cenizas por medio de la cremación.

«La incineración es una cuestión de elección cultural y de disponibilidad de recursos», explicó la OMS.

Esto se debe a que los cadáveres no transmiten enfermedades, es decir, el cuerpo de una persona que falleció por COVID-19 no se considera un agente infeccioso.

«Salvo en casos de las fiebres hemorrágicas, como el ébola o la fiebre hemorrágica de Marburgo, y del cólera, los cadáveres no suelen ser infecciosos (…) solo pueden serlo los pulmones de los pacientes con gripe pandémica si se manipulan de manera incorrecta durante una autopsia. De otro modo, los cadáveres no transmiten enfermedades», enfatiza la OMS.

Si un cuerpo no transmite COVID-19, ¿por qué no puedo tocarlo?

La restricción de tener contacto con cuerpos de personas fallecidas por COVID-19 va de la mano con la de evitar tener contacto con objetos y superficies de uso compartido sin que éstas se hayan desinfectado previamente.

Si un cadáver es besado o tocado por más de una persona, se convierte en un elemento que puede estar contaminado por el virus SARS-CoV2, causante de la enfermedad COVID-19.

Pero esto no es porque el cadáver lo transmita; más bien es porque alguna persona lo pudo el llevar el virus entre sus manos, contaminó el cuerpo y la superficie puede ser tocada por otra persona y así comenzar una cadena de contagios.

¿Qué pasa con el humo de los crematorios? ¿contiene el virus que provoca la enfermedad COVID-19?

No. El humo de los crematorios no contiene SARS-CoV2 ni cualquier otro virus ni otra enfermedad. Los hornos para cremar un cadáver funcionan a temperaturas que van desde los 450 hasta los 1,150 grados Celsius, con lo que se garantiza la destrucción de cualquier agente infeccioso.

El humo de las chimeneas de los crematorios contiene Monóxido de Carbono (CO), Óxidos de Nitrógeno (Nox), partículas suspendidas y algunos metales propios del cuerpo humano, como el mercurio.

Las cantidades de estos compuesto emitidos por los crematorios contaminan al medio ambiente y podrían provocar algunas afectaciones a la salud humana, si es que las personas están muy cerca de las chimeneas y respiran directamente el humo.

Sin embargo, el hecho de que las chimeneas estén a varios metros de elevación ayuda a reducir los efectos dañinos para la salud.

Además, los hornos crematorios deben tener filtros y operar con condiciones que ayuden a aminorar los contaminantes emitidos, por lo que los riesgos a la salud humana se reducen aún más.

Conozco un crematorio que parece ser MUY contaminante, ¿qué hago?

En caso de que vivas cerca de un crematorio y detectes que el humo de su chimenea es muy denso y negro, puedes reportarlo a las autoridades ambientales de tu entidad.

En el caso de la Ciudad de México, la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) es la encargada de supervisar la correcta operación de crematorios, los cuáles deben apegarse a las normas regulatorias emitidas en julio del 2018, las cuales puedes consultar aquí.

Para levantar una queja ante la Sedema, llama a los teléfonos 53458187, 53458188 o envia un correo electrónico a atencionciudadana@sedema.cdmx.gob.mx

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