Organiza Gobernación, a través del Sipinna, encuentro digital sobre erradicación del trabajo infantil
Dialogan personas expertas en la materia; subrayan que pobreza vulnera los derechos de niñas, niños y adolescentes .
La Secretaría de Gobernación, a través de la Secretaría Ejecutiva el Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) y la Dirección General de Asuntos Religiosos, llevó a cabo el conversatorio digital ‘Trabajo infantil. Camino de empobrecimiento’.
Durante el encuentro, el secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), José Nabor Carrillo Marcelo, expuso que la pobreza en menores de 18 años, en el medio urbano es de 44.9 por ciento, mientras que en el medio rural se eleva a 61.5 por ciento.
Señaló que la pobreza se ha agravado por los efectos de la pandemia a causa del coronavirus SARS-Cov-2 (COVID-19), lo que ha empujado a niñas, niños y adolescentes a trabajar.
Abundó que la pobreza se agudiza entre la población indígena menor de 18 años, ya que afecta a 77 por ciento, cifra que es mayor en comparación al porcentaje que se presenta entre la no indígena, que es de 46.2 por ciento. Además que cuando se ven obligadas u obligados a trabajar a raíz de la situación que viven, lo hacen en labores precarias.
Igualmente, refirió que adolescentes entre 12 y 17 años encuestados por el Coneval reportan que más de 80 por ciento carece de seguridad social.
En tanto, la directora nacional de la organización World Vision México, Silvia Novoa Fernández, señaló que durante décadas el trabajo infantil ha sido normalizado y aceptado, pese a que vulnera sus derechos a la educación, el esparcimiento, la salud y el desarrollo, por ejemplo, hoy el promedio de educación de jornaleras y jornaleros mayores de 15 años es de 4.5 años de nivel primaria.
Apuntó que entre los factores que potencian el trabajo infantil se encuentra el cultural, pues muchas familias lo consideran formativo, además que así se contribuye al ingreso familiar por falta de empleos formales. Adicionalmente, ratificó que los roles de género afectan particularmente a niñas y mujeres adolescentes.
Consideró que para que funcionen las políticas públicas que buscan erradicar el trabajo infantil, es necesaria la coordinación entre todos los sectores sociales, en especial entre las autoridades federales, estatales y municipales para llegar a sitios donde existen niñas, niños y adolescentes que trabajan a jornal, así como en los sectores cañero y cafetalero.
En su oportunidad, el académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), especialista en políticas y derechos sociales, Mario Luis Fuentes Alcalá, indicó que detrás del trabajo infantil existen elementos como la transferencia de la pobreza entre generaciones, ingresos precarios y baja escolaridad de madres y padres.
Aseveró que mientras estos elementos estructurales de pobreza no se aminoren, lo que se haga con niñas, niños y adolescentes que ya trabajan puede disminuir su vulnerabilidad, pero no resuelve la problemática del trabajo infantil.
Mencionó que en el tránsito hacia la nueva normalidad tras la pandemia por COVID-19, las personas empleadoras tienen un papel determinante, deben ser solidarias y comprometerse con el Interés Superior de la Niñez.
El conversatorio virtual, moderado por el periodista, escritor y analista, Ricardo Raphael de la Madrid, se puede consultar en el enlace https://bit.ly/3dq1g9u