21 de noviembre de 2024

Necesario incrementar la representación y atender las demandas ciudadanas para fortalecer la democracia: Lorenzo Córdova

Los ciudadanos somos responsables de la existencia y de la trayectoria de las democracias: Gianfranco Pasquino

Ante la crisis de desafección que viven las democracias en el mundo, es necesario realizar transformaciones que permitan incrementar la representación de la ciudadanía y que los gobiernos democráticamente electos atiendan las demandas de las y los ciudadanos, mencionó el Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello.

 

“La democracia es la más frágil y demandante de las formas de gobierno, pero también la más exigente, por lo que requiere de la participación ciudadana”.

 

Al participar como comentarista en la conferencia internacional “La Democracia Exigente”, impartida por Gianfranco Pasquino, politólogo italiano y profesor emérito de Ciencia Política de la Universidad de Bolonia, el Consejero Presidente explicó que una de las características más importantes de la democracia es su resiliencia.

 

“Al mismo tiempo, sólo será posible fortalecer esa capacidad de resistencia de la democracia si partimos del reconocimiento de lo construido, lo mismo tanto en las instituciones como en los comportamientos democráticos: la regularidad de las elecciones, el voto informado, la autonomía de las autoridades electorales, la obligada equidad en la contienda por el poder político y la aceptación de la derrota como punto de partida de la convivencia democrática”, afirmó en la conferencia que se inserta en el ciclo de la Cátedra Francisco I. Madero.

 

Destacan resultados positivos de la democracia durante la pandemia

 

Acompañado también por el académico de la UNAM e integrante del Consejo Consultivo de la Cátedra, Fernando Castañeda Sabido, Lorenzo Córdova destacó los resultados positivos que el desarrollo de la democracia ha tenido durante la pandemia del COVID-19.

 

Comentó que hay muchos países, como México, donde la democracia y las elecciones no han sido una víctima más de la pandemia. En el caso de los comicios en Coahuila e Hidalgo, por ejemplo, se llevaron a cabo elecciones después de ser suspendidas, unos meses después de lo programado; en las elecciones de Estados Unidos, la participación electoral ha superado sus propios niveles históricos y algunos países de Europa han elevado las tasas de participación.

 

Sin embargo, advirtió Córdova, a pesar de que diversas sociedades se han impregnado de un renovado entusiasmo democrático durante la pandemia, las pulsiones autoritarias siguen ahí, no han desaparecido y la pandemia ha sido una oportunidad para que muchos gobiernos electos democráticamente incrementen su control político y reduzcan los controles al poder, así como los espacios a la pluralidad, la divergencia y la crítica.

 

“Las amenazas contemporáneas a la democracia ya no están en los golpes militares, la represión directa de los movimientos sociales o el sometimiento violento de la libertad. La erosión democrática ya no ocurre de un momento a otro en un suspiro, sino a partir de un paulatino pero constante cambio de las reglas de la convivencia democrática que buscan favorecer a una de las partes en contienda o ampliar el control político de las autoridades.

 

“Esa erosión democrática ocurre también, sobre todo en los tiempos que corren, producto de la polarización”, concluyó.

 

La democracia es exigente en instituciones, derechos y ciudadanos democráticos

 

En su intervención, Gianfranco Pasquino subrayó que la democracia requiere de todas las personas que conforman una sociedad, los ciudadanos deben estar interesados, informados y participar en la política.

 

“Los ciudadanos somos responsables de la existencia y de la trayectoria de las democracias. Probablemente la mayoría de nosotros merece el sistema político y las democracias que tenemos”, por lo que se debe educar a los ciudadanos en democracia ya que ello ayudará a hacerla funcionar o transformarla cuando sea necesario.

 

Recordó que democracia significa “poder del pueblo” y es exigente desde tres puntos de vista: el institucional, requiere instituciones que sean separadas de los poderes, con autonomía de funcionamiento; requiere de elecciones libres y equitativas, con reglas electorales que conozcan los actores políticos y la sociedad, así como una demanda de rendición de cuentas (accountability).

 

“Los que nos gobiernan y nos representan, deben ser “accountability”, deben ser responsables”. Los candidatos, deben rendir cuentas y decir lo que han hecho y no para ser evaluados por el electorado.

 

No hay democracia sin “accountability” –dijo- o será de muy baja calidad.

 

Agregó que la democracia es incluyente, por lo que otra demanda son los derechos humanos, por lo que se deben garantizar los derechos políticos y sociales.

 

Si hay derechos políticos, hay partidos políticos, abundó, al destacar que éstos deben ser fuertes, democráticos, plurales “y cuando éstos desaparecen, desaparece la democracia”.

 

En opinión de Pasquino, no hay una crisis de la democracia, hay desafíos al interior de las democracias realmente existentes y hay personas que luchan por ella. En suma, “la democracia es muy exigente con instituciones, con derechos, con ideales y requiere de ciudadanos democráticos”.

 

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