Detienen a 12 policías estatales involucrados en masacre de Tamaulipas
También fueron cesados agentes de migración vinculados a las masacre en Camargo, Tamaulipas
Por estar involucrados en la masacre de 19 migrantes ocurrida la semana pasada en Camargo, Tamaulipas, fueron detenidos 12 policías estatales por presuntamente haber participado en el múltiple asesinato.
Los 12 agentes enfrentan cargos de homicidio, abuso de autoridad y falso testimonio, explicó el fiscal general del estado de Tamaulipas, Irving Barrios Mojica, el martes 2 de febrero por la noche.
El suceso revivió la masacre de 72 migrantes en 2010 cerca de la localidad de San Fernando también en el estado de Tamaulipas, que está plagado de grupos del crimen organizado. Aquellas muertes fueron perpetradas por un cártel del narcotráfico.
En este caso se presume que los crímenes podrían haber sido cometidos por policías, entre los que había agentes de un grupo de operaciones especiales, agregó Barrios.
El fiscal no explicó cuál fue el móvil del crimen, aunque no se descarta que los policías estén coludidos con grupos del crimen organizado que suelen cobrar a los traficantes de migrantes por cruzar sus territorios y secuestran o matan al grupo que no haya pagado o a quienes optaron por cruzar con organizaciones rivales.
Los cuerpos fueron hallados en una camioneta calcinada en Camargo, al otro lado del río Bravo frente a Texas, en una zona marcada durante años por las sangrientas guerras territoriales entre los restos del cártel del Golfo y el antiguo cártel de Los Zetas. En el lugar se localizó otro vehículo también quemado pero sin cadáveres y con placas del vecino estado de Nuevo León.
Por el momento sólo cuatro de los cuerpos han sido identificados pero continúan las pruebas genéticas. El gobierno de Guatemala indicó que trabaja de forma coordinada para que se esclarezca un hecho “tan condenable” y “horrendo”.
Dos de los identificados eran migrantes guatemaltecos y otras dos personas eran mexicanos aparentemente vinculados al tráfico de migrantes.
Barrios dijo que uno de los mexicanos había reclamado en diciembre la camioneta con placas de Nuevo León que el Instituto Nacional de Migración había asegurado después de una redada en la que se detuvo a 66 migrantes que se dirigían a Estados Unidos de forma irregular.
Por este motivo la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, señaló este miércoles que habían sido cesados agentes de migración vinculados al caso, aunque no dio detalles de cuántos son.
De los 19 cuerpos, 16 eran de hombres, uno era de una mujer y los otros dos estaban tan consumidos por el fuego que no se pudo determinar su género.
Los resultados forenses confirmaron los temores de las familias de una comunidad indígena rural de Guatemala que dijeron haber perdido contacto con 13 migrantes cuando se dirigían hacia Estados Unidos.
El vehículo con los cuerpos tenía 113 disparos, pero las autoridades estaban confundidas por el hecho de que apenas se hallaron casquillos de bala en el lugar. Esto llevó inicialmente a los investigadores a especular que el tiroteo podría haber ocurrido en otra parte y que la camioneta fue llevada al lugar, donde se le prendió fuego.
Pero Barrios dijo que los sospechosos sabían que los restos podrían delatarlos, así que probablemente los recogieron.
“Cobra fuerza la teoría de la alteración de la escena del crimen debido de la ausencia de casquillos y municiones”, afirmó el fiscal.
En su descripción de las horas previas a los asesinatos, el fiscal señaló que las víctimas iban en un convoy más grande de vehículos que llevaban a migrantes de Guatemala y El Salvador a la frontera de Estados Unidos. En esos coches había también hombres armados para ofrecer protección.
Barrios no descartó que el motivo de los asesinatos pudiese ser una disputa entre cárteles que luchan por el territorio y el derecho a cobrar a los traficantes de personas por pasar por sus zonas.