OPINIÓN | Más vehículos robados en las calles

Entre los saldos de 2021 en materia de seguridad las autoridades han venido mencionando que el robo de vehículo ha disminuido y eso es innegable, sin embargo en medio de esta buena noticia hay un dato que pasa casi inadvertido y tiene que ver con los vehículos que no se recuperan y andan circulando en las calles del país o bien son comercializados en partes.

Pese a la importancia de este tipo de datos, las únicas instancias que informan acerca de la cantidad de vehículos que son recuperados luego de ser robados son las empresas aseguradoras aglutinadas en la Asociación Mexicanas de Instituciones de Seguros (AMIS) a través de la Oficina Coordinadora de Riesgos Asegurados (OCRA), es decir que únicamente conocemos con puntualidad sobre los vehículos robados no recuperados que gracias a que están asegurados, pero de los restantes poco se sabe.

Al respecto habría que subrayar que en nuestro país sólo el 60% de los vehículos en promedio cuentan con un seguro automotriz, por lo que sobre el restante 40% carecemos de información si son recuperados después de ser robados.

Para aclarar un poco más al respecto, según la OCRA en 2021 fueron robados 61 mil 403 vehículos con seguro, de los cuales únicamente se recuperaron 28 mil 113, lo cual quiere decir que 33 mil 290 de ellos, equivalentes al 54% no fueron recuperados y andan circulando «libremente» en territorio nacional.

Y digo «libremente» porque es muy fácil observar que en las calles de las grandes urbes y con mayor razón en las áreas rurales, cada vez más vehículos circulan sin placas o con permisos apócrifos, de esos que se obtienen con extrema facilidad, sin que nadie los moleste y entre ellos seguramente están escondidas las unidades robadas.

Lo riesgoso es que la mayor parte de estos vehículos son ocupados como medio para cometer otros delitos o como fin para alimentar uno de los mercados ilícitos más rentables como lo son las autopartes.

Por si las autoridades no se han dado cuenta, un alto porcentaje de los robos en sus diversas modalidades se cometen utilizando vehículos que previamente fueron robados y cada vez con mayor frecuencia en motocicletas.

En particular casi todos los secuestros registrados en las últimas dos décadas a nivel nacional han sido cometidos  con el apoyo de vehículos robados, sin placas de circulación y con los vidrios polarizados; es cuestión de escuchar a las víctimas.

En tanto que los homicidios dolosos, varios de ellos bajo la modalidad de «ejecución», cada vez más son cometidos utilizando motocicletas robadas, cuyos tripulantes (moto sicarios) circulan sin casco de protección y sin respetar algún reglamento de tránsito, para ellos no existen semáforos, zonas de paso peatonal (cebra) y mucho menos carriles confinados.

Mientras esto sucede, a las autoridades de las grandes ciudades parece no importarles, ya que solo están atentas a que no porten la calcomanía de verificación para exigirles una cuota al margen de la ley, peor aún, ahora ya ni clave le dan al automovilista para que no lo vuelvan a detener.

En fin, ese es el México de hoy y así tenemos que salir a las calles. En estás circunstancias el coronavirus pasa a un segundo término pese a que estamos en lo más alto de la cuarta ola.

*Las ideas contenidas en este texto son responsabilidad de su autor y no reflejan la postura de News Report MX

Facundo Rosas realizó sus estudios de Ingeniería en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), donde fue condecorado con la “Medalla al Mérito Universitario”;  cuenta con Maestrías en Administración y en Seguridad Pública y Derechos Humanos.

Su trayectoria incluye el haber sido Director General de Terrorismo de la Policía Federal Preventiva (PFP), Director General de Análisis Táctico de la Agencia Federal de Investigación (AFI), Coordinador de Inteligencia para la Prevención de la PFP, Subsecretario de Estrategia e Inteligencia Policial de la SSP Federal, Subsecretario de Prevención, Vinculación y Derechos Humanos de la SSP Federal, entre otros cargos.

Entre marzo de 2010 y febrero de 2012 atendió directamente la problemática de violencia en Ciudad Juárez, Chihuahua en el marco de la Estrategia “Todos Somos Juárez”.