18 de diciembre de 2024

UAG entrega Doctorado Honoris Causa a Ramón Neme Sastré

En el marco de las celebraciones por su 87 Aniversario, la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG) otorgó el Doctorado Honoris Causa al Lic. Ramón Neme Sastré, quien presentó un trabajo magistral sobre la sabiduría, el cual fue contestado por el Vicerrector General, Lic. Antonio Leaño del Castillo.

El acto académico se llevó a cabo en el auditorio “Dr. Luis Garibay” de la UAG, con la presencia del Rector, Lic. Antonio Leaño Reyes, autoridades, miembros de la comunidad universitaria e invitados especiales, entre ellos los presidentes municipales de Guadalajara y Zapopan, Pablo Lemus Navarro y Juan José Frangie, respectivamente.

La UAG otorgó su primer Doctorado Honoris Causa en 1953 a José Vasconcelos, quien definió a la Universidad Autónoma de Guadalajara como “Milagro Cultural de América”. Desde entonces ha conferido la distinción a más de un centenar de personalidades del ámbito científico, educativo, cultural y deportivo.

El Lic. Ramón Neme Sastré es tabasqueño, abogado por la UNAM, presidente y consejero de diversas empresas, impulsor de micro y medianos empresarios, promotor de organizaciones sociales, es miembro de Empresarios por México, del Consejo Consultivo del Deporte de la Ciudad de México y presidente del equipo Pumas Tabasco, entre otros cargos.
Después de la lectura del trabajo y la contestación, el Rector entregó al Lic. Neme Sastré el pergamino correspondiente que lo acredita como Doctor Honoris Causa de esta Casa de Estudios.

LA SABIDURÍA, TRES AUTORES
Neme Sastré presentó el trabajo “Reflexiones sobre los objetivos principales de la sabiduría” a partir de tres pensamientos filosóficos distintos, pero de los cuales rescata ideas claves y las armoniza con el fin de “perseguir nuestra vocación de grandeza”.

De Platón, Lao-Tse y Nietzsche, toma ideas básicas para llegar a su reflexión final. Al hacer un repaso de los conceptos de cada uno de estos filósofos, dijo:

Al emplear la visión filosófica de Platón, gigante de la filosofía clásica de la antigua Grecia, uno puede buscar el conocimiento que le permita vivir de acuerdo con la virtud en lugar del vicio, una virtud que con el esfuerzo dirigido de la persona y en la búsqueda de la excelencia le alcanzan para alcanzar la verdadera felicidad. Es necesario, por tanto, alinear el alma hacia lo perfecto, para perfeccionarse a sí mismo con el esfuerzo.

De Lao-Tse, filósofo chino del siglo VI antes de Cristo, recordó su máxima de “Deshacerte de todo conocimiento para obtener el verdadero conocimiento, pues es el arte de despejar la mente lo que permite alcanzar la sabiduría”. La inestabilidad viene de ir por la vida sin detenerse a hacer una pausa y reflexionar; la persona cuya mente siempre está acelerada y nunca contemplando, es la que corre mayor riesgo de perder el equilibrio.

Friedrich Nietzsche, filósofo alemán del siglo XIX, sugiere que el objetivo de la filosofía es permitirle a uno darse cuenta de quién es y luego ser esa persona. Nietzsche dijo que “la enfermedad es el equivalente de no ser auténtico” y enfatizaba cómo las personas son arrastradas por la voluntad de los fuertes y no por una dirección de sí mismos; persiguen la vida en función de cierta construcción social, incluso en contra de la verdadera naturaleza de las personas.

Enseguida, Neme Sastré presentó sus conclusiones personales. Dijo que “los tres autores son desafiantes, coinciden en ciertos puntos, pueden discutir en otros. No son fáciles, pero de todos podemos rescatar algo. También podemos ver que cada uno, nos invita a adentrarnos en la sabiduría aunque sea por caminos diferentes”.

De Platón, dijo, “he atesorado la idea de que una persona que desee una vida virtuosa, entendida como alguien que ha comprendido el bien hacer y el bien tener, va de la mano con un bien ser”. En relación con Lao-Tse, consideró que “el concepto de libre albedrío es en estos tiempos demasiado exagerado y algo desenfocado; y que, si bien los humanos tienen la facultad de una elección personal, la elección que ejercemos libremente siempre se puede conducir con sabiduría a aceptar las cosas por lo que son aquí y ahora” y que “cada persona tiene un propósito individual en este universo; para ser verdaderamente feliz, uno debe aceptar cuál es ese propósito”.

De Nietzsche destacó “el desafío de arrancarse de las masas, ya que enfatiza el uso de la filosofía para que uno dé pasos continuos hacia ser fiel a ese ser interior”. Sin embargo, a diferencia de Nietzsche, “creo que hay un Dios, que es esencialmente el alma pura del universo, por la que todos estamos atados y si usamos la sabiduría, también conducidos. Nada está fuera de esta fuerza omnipotente, y creo que la filosofía debe usarse para darnos cuenta de que siempre estamos donde se supone que debemos estar”.

¿Qué objetivos principales nos alcanza la filosofía?, se preguntó finalmente y afirmó: “La luz siempre está brillando sobre nosotros; la decisión a tomar es, si le damos la espalda o le damos la cara, dejando que su calor fluya dentro y fuera de nuestro ser, y a que nos llene de serenidad y paz”.

Terminada su disertación doctoral, el Lic. Neme Sastré expresó su admiración por dos familias tapatías con la que ha tenido una cercana y fructífera relación, la familia Leaño a lo largo de tres generaciones y la familia Martínez Garza.

RESPUESTA DEL VICERRECTOR GENERAL
Al contestar el trabajo magistral del Lic. Ramón Neme, el Vicerrector General de la UAG, Lic. Antonio Leaño del Castillo, dijo que el título de Doctor Honoris Causa es una de mayores distinciones a personajes que tienen las cualidades de reputación ética y moral; es un testimonio académico y social a quien, por su trayectoria y méritos académicos, presenta una historia de vida reconocida e intachable.

Afirmó que “la sabiduría nos alcanza grandes objetivos, y hoy el mundo necesita mucho de los frutos de ella para no perderse. Sin la sabiduría somos seres frágiles; en cambio, si nos ejercitamos en ella, nuestra naturaleza racional florecerá y, guiada de la mano de sus buenos frutos, también lo hará nuestra buena espiritualidad y nuestra alma. Es así como pasamos de ser frágiles a extraordinarios”.

Sobre las referencias a Platón, Lao-Tse y Netzsche, dijo que celebra el valor de los autores clásicos, “porque nos desafían y nos acompañan a comprender y a comprendernos”. En la UAG, enfatizó, “creemos en los valores basados en los clásicos como un medio para trascender”.

Expresó finalmente que “creemos que hay un Dios, al cual se llega tanto por la fe como por el ejercicio de la buena sabiduría, ya que ésta ejercita nuestra razón, que es la facultad indudable del alma humana”, y coincidió  en que “debemos ayudar a la sociedad, y en especial a las jóvenes generaciones, a elevarse; a alcanzar alto desempeño, a superar sus circunstancias, a descubrir las maravillas que este mundo desafiante tiene para todo el que decida perseguir el bien y, en ello, ser feliz sin perderse, siendo faro y guía, así como fuente de inspiración para todo aquel que lo necesite”.

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