Industria Tequilera, caso de éxito de la economía circular
Una de las industrias que aplican el uso de la tan mencionada economía circular es la tequilera de Jalisco, que reutiliza residuos de sus diversas actividades para promover la sustentabilidad, protección del ambiente y transformar sus métodos.
Esto lo dio a conocer el Dr. Luis A. Romero Cano, Profesor-Investigador de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), quien señaló que, de acuerdo con datos de Consejo Regulador del Tequila, durante 2018 se consumieron 1 millón 139 mil toneladas de agave, de las cuales aproximadamente 433 mil toneladas pertenecen a las hojas de la planta; debido a que éstas no son consideradas dentro de la cadena de producción de tequila, se desechan en el campo posterior a la jima.
“En el laboratorio hemos logrado valorizar este residuo a fin de reincorporarlo a la producción de la bebida abonando así en la implementación de la economía circular en la industria más representativa del estado. Mediante un tratamiento térmico, en condiciones controladas, hemos logrado transformar el residuo a carbón activado útil para la producción de Tequila cristalino en el cual se emplean filtros de carbón activado para realizar una remoción selectiva de color en Tequilas añejos”, explicó.
Actualmente las tequileras compran ese material a un proveedor para ayudar al crecimiento de sus cosechas, estas acciones permiten usar el residuo y minimizar costos de producción, hacer de los desperdicios una materia prima y así promover una economía y transformación diferente.
Éste es uno de los tantos ejemplos aplicados a la industria que podrían realizarse con la aplicación de este método y que se analizan y aplican en los laboratorios de la UAG.
¿Qué es la economía circular?
El concepto “economía circular” engloba un nuevo modelo de producción y consumo que ha ganado gran aceptación en los últimos años debido a que garantiza un crecimiento sostenible. El concepto no es nuevo, pero sí su aplicación, señaló el investigador.
A medida que la sociedad ha crecido, sus requerimientos también lo han hecho. Cada vez se necesita más energía y productos para poder satisfacer la demanda de recursos, sin embargo, los mismos con los que cuenta la humanidad son limitados.
Una estrategia para satisfacer lo anterior es el cambio de una economía lineal, basada en el consumo, a un modelo que utilice como base la naturaleza, en donde nada se desperdicia, todo tiene un valor y cada etapa es parte de un ciclo. Este modelo en donde todo se aprovecha y los residuos pueden convertirse en nuevas materias primas que reingresan al proceso de producción y consumo es en lo que se basa la economía circular.
La economía circular garantiza un crecimiento sostenible y sus beneficios se pueden englobar en cinco grandes aspectos: reducción de costos, cumplimiento de aspectos legales, reducción de la huella de carbono, mejora de la marca institucional y competitividad en el mercado. A medida que se incrementa el uso de residuos en el proceso los costos por materia prima bajan, se minimiza la disposición final del residuo e incluso es posible certificar los procesos como amigables con el medio ambiente impactando positivamente en la imagen del producto o servicio.
Al momento, la implementación de un modelo de economía circular se encuentra en la etapa de desarrollo. Si bien algunas plantas productoras y consumidores ya se encuentran desarrollando acciones, aún hay retos por cumplir, ya que el modelo debe aplicarse a todas las fases del sistema productivo de tal forma que se integre dentro un ciclo en donde existan cero emisiones y cero residuos.
Para dar el siguiente paso se deben integrar la investigación, desarrollo e innovación (I+D+I) a fin de que los conocimientos científicos y técnicos permitan desarrollar tecnologías para obtener nuevos productos, combustibles, materiales y procesos.