IMSS presenta al Ejecutivo Federal y al Congreso de la Unión Informe sobre Situación Financiera 2021-2022
El pasado 30 de junio de 2022, el Instituto presentó este Informe al Ejecutivo Federal, por conducto de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y al Congreso de la Unión, a fin de dar cumplimiento al Artículo 273 de la Ley del Seguro Social.
Año con año, el IMSS presenta el Informe al Ejecutivo Federal y al Congreso de la Unión sobre la Situación Financiera y los Riesgos del Instituto, con el fin de cumplir lo establecido por ley, y que esta información conduzca a definir posibles estrategias que permitan fortalecer su solidez, eficiencia y vocación de servicio, en beneficio de la población derechohabiente.
El Informe detalla la situación financiera y los principales riesgos que se identifican para cada uno de los seguros que otorga el Instituto en su Régimen Obligatorio: Seguro de Riesgos de Trabajo, Seguro de Enfermedades y Maternidad, Seguro de Invalidez y Vida, y Seguro de Guarderías y Prestaciones Sociales; así como para el Seguro de Salud para la Familia el cual forma parte del Régimen Voluntario.
Además, el Informe detalla la situación de los pasivos laborales y otros pasivos contingentes, tendencias demográficas y epidemiológicas de la población beneficiaria y otros factores que determinan el contexto de operación del IMSS, así como información sobre el estado que guardan las instalaciones y equipos del Instituto.
También se abordan las principales acciones que ha emprendido el Instituto para favorecer su equilibrio financiero. Es importante señalar que los resultados contables y actuariales presentados fueron dictaminados por auditores externos.
Aunque la gestión financiera implementada permitió al IMSS contar con un remanente de operación de 830 millones de pesos al cierre de 2021, el análisis de su situación financiera revela, en línea con informes anteriores, la presencia de un conjunto de riesgos que afectan su sostenibilidad presente y futura.
Entre los riesgos más relevantes identificados se encuentran: la transición demográfica y epidemiológica que implica que el Instituto atienda padecimientos cada vez más complejos y costosos de orden crónico degenerativo (1 de cada 4 pesos que se recaudaron para el Seguro de Enfermedades y Maternidad en 2021 se destinó a la atención de diabetes mellitus, hipertensión arterial e insuficiencia renal crónica); y el crecimiento previsto de la nómina asociada al Régimen de Jubilaciones y Pensiones.
Aunado a lo anterior, la pandemia ha significado un importante impacto en las finanzas institucionales derivado del incremento en la demanda de prestaciones económicas, así como servicios médicos y hospitalarios relacionados con la atención de COVID-19. No obstante, el gasto requerido fue atendido con cargo al presupuesto autorizado, mediante la reorientación de recursos, procurando el equilibrio financiero que permitiera garantizar el cumplimiento de las obligaciones que establece la Ley del Seguro Social.
El balance actuarial refleja que los Seguros de Riesgos de Trabajo y de Invalidez y Vida presentan un superávit, es decir, se estima que sus ingresos serán suficientes para financiar sus gastos y que, por lo tanto, sus primas de financiamiento también son suficientes. En contraste, para el Seguro de Enfermedades y Maternidad en sus dos coberturas (asegurados y gastos médicos para pensionados) el balance actuarial arroja un resultado deficitario, lo que indica que sus actuales primas de financiamiento no son suficientes, con una brecha de 3 puntos porcentuales entre la prima de financiamiento y la prima de equilibrio.
En el caso del Seguro de Guarderías y Prestaciones Sociales, su balance es apenas positivo, no obstante, la perspectiva particular del seguro indica que, de no implementar medidas para mejorar su situación financiera, se observará déficit creciente en el mediano plazo; la estimación para este seguro considera la ampliación del servicio de guardería para hijas e hijos de hombres trabajadores conforme a la reforma a la LSS de marzo de 2020, la cual, aunque implicó una ampliación de la cobertura, no incrementó la fuente de financiamiento del seguro.
Durante el periodo que se reporta, el IMSS ofreció gran diversidad de servicios médicos preventivos y curativos a la población derechohabiente: en un día típico, el Instituto brindó más de 418 mil consultas médicas (de las cuales 40 mil fueron por urgencias), tuvo alrededor de 5,400 egresos hospitalarios y realizó casi 3 mil intervenciones quirúrgicas y más de 715 mil análisis clínicos. Lo anterior, significó un incremento de 25% respecto a 2020.
Aún queda camino por recorrer para superar el número de atenciones médicas que se brindaban previo a la pandemia, pero los resultados muestran que los esfuerzos han ido en la dirección correcta.
El Instituto se reorganiza y esfuerza por robustecer las prestaciones médicas, económicas y sociales, cuya cobertura alcanzó a 71.6 millones de personas al cierre de 2021, lo que significa más de 50% de la población del país. No obstante, es indispensable la implementación de medidas para su fortalecimiento, las cuales deben basarse en un diagnóstico claro de su situación financiera.
Este ejercicio de transparencia y rendición de cuentas que mandata la ley permite conocer la situación financiera del IMSS y los importantes retos que enfrenta, los cuales exigen contar con análisis profundos, diagnósticos apropiados, una gestión adecuada de los riesgos financieros y la definición e implementación de estrategias que conduzcan a una mayor solidez en sus finanzas.
A 79 años de su creación, el Instituto Mexicano Seguro Social es el instrumento más importante de la política social del Estado Mexicano. A través de su personal y del Honorable Consejo Técnico ―órgano tripartito conformado por patrones, personas trabajadoras y el Gobierno federal―, reitera su firme compromiso de no dar tregua en todos los esfuerzos necesarios para fortalecer la seguridad social que brinda a toda la población derechohabiente, en beneficio de México.