4 de noviembre de 2024

Con el saneamiento básico de las viviendas, las familias viven mejor y son menos vulnerables a la transmisión de enfermedades

La limpieza continua evita la proliferación de insectos como la chinche besucona portadora de la enfermedad de chagas

Chetumal.- Los Servicios Estatales de Salud (SESA) fortalecieron la promoción del saneamiento básico en las viviendas para que las familias vivan mejor y sean menos vulnerables a padecimientos como la enfermedad de chagas, señaló la Secretaria de Salud en el Estado Alejandra Aguirre Crespo.

 

Explicó que en la entidad la enfermedad de chagas se transmite a las personas principalmente por las heces de la chinche besucona que está infectada con el parásito Trypanosoma cruzi, el cual entra al cuerpo cuando la persona se rasca la picadura instintivamente e introduce las heces del insecto infectado hacia la picadura, los ojos, la boca o alguna lesión cutánea abierta.

 

También mencionó que la infección puede darse también a través de la transfusión sanguínea, desde la madre al feto, por contaminación durante el parto, el consumo de alimentos contaminados con heces del insecto, y de manera menos frecuente a partir de trasplantes de órganos, tejidos infectados y malas prácticas de laboratorio.

 

Hizo notar que la chinche besucona, portadora de esta enfermedad, vive en grietas de viviendas, ranuras y huecos, debajo de diversos objetos o entre la basura, en donde permanecen ocultas durante el día y salen por las noches para alimentarse de sangre.

 

Por lo anterior, invitó a la población a realizar el saneamiento básico de manera periódica de la vivienda (en el interior, el exterior y en el techo) así como mover los muebles, camas, roperos, y sacudiendo en los lugares más oscuros, y rellenar las grietas en las paredes, a fin de prevenir la proliferación de este insecto y otros vectores, como alacranes y arañas.

 

Al respecto, refirió que a través del Programa para la Prevención y Control de la enfermedad de Chagas se trabaja para reducir los riesgos de transmisión, mediante el fortalecimiento de la vigilancia epidemiológica, la promoción de la limpieza de las viviendas y el rociado intradomiciliario de insecticidas.

 

Indicó que después de la picadura, la persona puede presentar fiebre, dolor de cabeza, falta de apetito, malestar general como dolor muscular, dolor en las articulaciones, debilidad, náuseas, vómitos, diarrea, agrandamiento anormal del hígado, aumento del tamaño del bazo e inflamación de los ganglios linfáticos, entre otros.

 

Informó que en ocasiones las personas desarrollan un sarpullido, pero éste generalmente desaparece luego de varios días, y a veces se observa un chagoma (un endurecimiento localizado indoloro) en el lugar de la piel por donde el parásito ha ingresado.

 

Igualmente, dijo, se puede presentar un edema indoloro de uno u ocasionalmente ambos ojos, con frecuencia acompañado de conjuntivitis.

 

En estos casos, recomendó acudir al médico para confirmar o descartar la enfermedad y en caso positivo iniciar el tratamiento oportuno para evitar complicaciones de salud como problemas neurológicos, afecciones al corazón y al sistema digestivo.

 

La fase aguda de la enfermedad es generalmente seguida de un período asintomático de duración variable, tras la cual los pacientes ingresan en la fase crónica después entre los 5 y 15 años, y en algunos casos después de 40 años.

 

Detalló que en la fase crónica el paciente presenta insuficiencia orgánica, generalmente del corazón, arritmias y anomalías en la conducción, insuficiencia cardíaca, accidentes cerebrovasculares, embolias pulmonares y muerte súbita.

 

Por último, señaló que, como parte de la vigilancia epidemiológica se realiza la toma de muestra sanguínea (para exploración serológica) a embarazadas para diagnóstico de Chagas, y a residentes o provenientes de localidades prioritarias con sospecha de la enfermedad.

 

 

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