19 de noviembre de 2024

OEA y ProFuturo presentan un mapa con 118 mejores prácticas en educación digital de las Américas

La Organización de los Estados Americanos (OEA) y ProFuturo, el programa de educación digital de Fundación Telefónica Movistar y Fundación ”la Caixa”, presentan los resultados del Mapeo de Buenas Prácticas en Educación Digital de las Américas, que reconoce experiencias educativas innovadoras impulsadas por escuelas, docentes y Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC). Todas ellas se basan en la tecnología y en metodologías pedagógicas innovadoras como palancas para la transformación educativa en diversos contextos, con foco en los entornos y colectivos vulnerables y desde una perspectiva de género.

 

La convocatoria recibió 165 postulaciones de 17 países, de las cuales se seleccionaron 118 prácticas que pueden ser conocidas a través de un mapa interactivo en inglés y en español alojado en el Portal Educativo de la OEA. Además, el comité evaluador ha destacado a las 30 mejores prácticas que puede consultarse en el informe “Educación Digital en las Américas: Buenas Prácticas para Inspirar”.

 

Colombia es el país que ha resultado con mayor representación en el mapa (30%), seguido de México (22%), Ecuador (21%), Argentina (13%) y Perú (9%). Las buenas prácticas también se han encontrado en Belize, Bolivia, Brasil, Chile, Costa Rica, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Nicaragua, Paraguay, Uruguay y Venezuela.

 

El mapa interactivo y el informe fueron presentados en un evento híbrido que tuvo lugar el pasado 26 de en Bogotá, en las instalaciones de Fundación Telefónica Colombia. La grabación de la transmisión está disponible en inglés y español .

 

El proyecto, desarrollado en el marco de la Alianza de la OEA con ProFuturo, busca visibilizar prácticas que contribuyan a la mejora de la calidad educativa de América Latina y el Caribe abordando los principales desafíos educativos pospandemia. Se valoraron, entre otros criterios, el enfoque basado en derechos humanos y equidad, el nivel de innovación, la capacidad de ser sostenible en el tiempo y replicable en otros contextos, así como la integración de tecnologías que favorecen la implicación del estudiantado con la escuela, la recuperación de aprendizajes o el desarrollo de competencias.

 

“Este mapeo supone un primer paso necesario para registrar prácticas pedagógicas innovadoras y escalables que hagan posible un movimiento de mejora continua, global y local para la transformación imprescindible de los procesos de enseñanza-aprendizaje en la región a través del empoderamiento de docentes, directores de escuela y familias”, señala Javier González Casado, portavoz de ProFuturo y miembro del comité evaluador de las prácticas, en el que también participaron la Red Interamericana de Educación Docente (RIED) y referentes independientes en el ámbito de la innovación educativa.

 

“La educación en América Latina está llena de tesoros ocultos”, asegura Axel Rivas, investigador, docente, escritor argentino y miembro del comité evaluador de las prácticas que también dirige la Escuela de Educación de la Universidad de San Andrés (UdeSA). “Este mapa es una manera de reconocer los esfuerzos cotidianos de incontables educadores por generar alternativas para garantizar el derecho a la educación y utilizar las tecnologías digitales con sentido pedagógico”, concluyó.

 

De campamentos y huertas comunitarias STEM a “remedios digitales” para transformar la educación

Del mapeo se destacan 30 buenas prácticas que se enfocan en 5 grandes propósitos: fomento de capacidades y habilidades STEM; fomento de la lectura y de la comprensión lectora; apropiación e identidad cultural; fomento de habilidades del aprender a aprender (AaA); y disminución de barreras de aprendizaje en estudiantes con discapacidad.

 

Entre ellas se encuentran propuestas creativas e innovadoras que no sólo están diseñadas para beneficiar a niños, niñas y jóvenes, sino que tienen también un impacto positivo en sus familias y en la comunidad. Es el caso del espacio educativo Atalaya Sur, en Argentina, que ha creado un dispositivo educativo de alfabetización digital para las madres de los estudiantes que asisten a sus talleres.

 

Otros ejemplos que sobresalen por su enfoque diferenciador son los campamentos o las huertas comunitarias STEM. Los primeros están impulsados por la sección ecuatoriana del Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEEE, por sus siglas en inglés) con el objetivo de fomentar el interés de los más jóvenes en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Por su parte, las huertas surgieron en la Institución Educativa Municipal Montessori sede San Francisco de Colombia a raíz de la COVID-19 con el objetivo de contribuir a la seguridad alimentaria de las familias. El proyecto permitió que el alumnado colaborara con sus familias en el diseño y el cultivo de las huertas mientras adquirían competencias STEM de forma práctica.

 

Otra experiencia interesante son los llamados “remedios digitales” de Teach 4 All México, una “farmacia virtual” ubicada en YouTube y operada por el Proyecto Nuevo Maestro que ofrece a los docentes una serie de cápsulas explicativas orientadas a mejorar su práctica docente a distancia.

 

Entre los aprendizajes resultantes del trabajo de las buenas prácticas en los centros educativos, destacan el fortalecimiento de los vínculos, la importancia de entender al estudiante como protagonista de su proceso de aprendizaje, el valor de las TIC como aliadas de un aprendizaje transformador, la creación de nuevas formas de aprendizaje gracias a la integración de metodologías pedagógicas innovadoras y la importancia de los datos y la evaluación para la toma de decisiones basada en evidencias.

 

En caso de tener consultas al respecto del Mapa o el de Buenas Prácticas en Educación Digital de Las Américas, por favor contactar a Apelizzari@oas.org o a Cpacheco@oas.org.

 

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