Alertan sobre resistencia microbiana por mal uso de antibióticos
Se estima que hasta el 50% de los antibióticos prescritos no son necesarios
Ciudad de México 7 de junio del 2023.- Los antibióticos se encuentran entre los fármacos más utilizados en la medicina humana; sin embargo, “se estima que hasta el 50% de estos medicamentos no son necesarios o no son óptimamente eficaces, según lo prescrito”, afirmó Adolfo Hernández, Doctor en Ciencias y Médico pediatra, por lo que expertos alertan sobre la generación de una resistencia microbiana, convirtiéndose en una preocupación sanitaria global.
“El uso inadecuado de antibióticos representa un grave problema de salud pública por el aumento de la resistencia que se genera en los microorganismos como: bacterias, hongos, virus y parásitos, tal y como lo señala la Comisión Nacional de Protección Social en Salud, por lo que es necesario fomentar un uso adecuado y pertinente los antibióticos”.
Así lo destacó el Dr. Luis Fernando Hernández Lezama, Presidente del Consejo de Soy Paciente, al encabezar el webinar “Uso y mal uso de los antibióticos (resistencia microbiana)”, realizado el pasado 2 de junio en donde los especialistas coincidieron en la relevancia de este problema para la salud en general.
Y es que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que a nivel mundial 700 mil personas fallecen al año debido a infecciones provocadas por microorganismos resistentes a los antimicrobianos, lo que podría ocasionar 10 millones de muertes en los próximos 25 años y dejar pérdidas económicas que superarían los 100 billones de dólares para 2050.
Por su parte, Enrique Martínez, cofundador y director general del Instituto de Investigación e Innovación Farmacéutica (Inefam), expuso que la importación de antibióticos se ha acelerado en el país pues, con base en datos de Aduanas del SAT, en 2022, ingresaron al país estos medicamentos con un valor de 792 millones 754 mil pesos, representando un crecimiento de 40%, respecto a los 565 millones 229 mil pesos de 2021 y un aumento de 1,141%, en comparación con los 63 millones 860 mil pesos de 2018.
“El fenómeno de la COVID-19 impulsó la generación de recetas para enfermedades que no necesariamente son de origen bacteriano, pero sí motivan la producción de antibióticos, la importación y ocasiona que la balanza comercial sea negativa”, dijo Martínez.
Hernández Lezama destacó que las dos primeras causas de solicitud de consultas por enfermedad en México se relacionan con padecimientos infecciosos, en primer lugar, de las vías respiratorias, y en segundo del aparato digestivo.
Además, cabe resaltar que, desde el punto de vista veterinario, otra acción que genera resistencia microbiana es mediante el consumo de alimentos de origen animal, pues estos reciben grandes cantidades de antibióticos para que no se enfermen, y/o tengan una mayor producción de carne y leche.
En este sentido, el Dr. Juan Garza Ramos, Profesor Titular de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, dijo que la civilización tiene áreas de oportunidad en la higiene y organización donde se manejan los alimentos para evitar la proliferación de bacterias y consecuentes enfermedades.
“El enfermarse conlleva un alto costo político, económico y social. Sucede que las personas van a un hospital y se recuperan, para después regresar al mismo espacio donde se mantienen las condiciones de riesgo y por supuesto se vuelven a enfermar. Es como si atendiéramos la gotera trapeando el piso. Si queremos aplicar antimicrobianos, y no acabamos con la causa original, no cerramos el círculo apropiadamente”, sentenció el especialista.
En el webinar, los expertos recomendaron reducir la necesidad de antimicrobianos mediante buenas prácticas de prevención y control de infecciones, así como bioseguridad en ganadería, al igual que la promoción de alternativas sostenibles en los sistemas alimentarios, desde el rubro veterinario.
Finalmente, también resaltaron la importancia de incrementar la conciencia social de los riesgos de la automedicación; sólo utilizar antibióticos cuando un profesional de la salud certificado los recete; tomar el tratamiento completo y en dosis adecuadas; así como promover la higiene personal