Con la boda de los elefantes asiáticos Big Boy y Bireki festejan Segundo Aniversario del Santuario Ostok
Existen leyes improvisadas y falta una política medio ambiental que realmente proteja sus ecosistemas
En el marco del segundo aniversario del Santuario Ostok, se llevó a cabo un suceso importante en el cuidado y conservación de la fauna silvestre en riesgo de extinción, la unión de los elefantes asiáticos Bireki y Big Boy, ambos rescatados tras la reforma a la Ley General de Vida Silvestre en 2015, que prohibió el uso de animales en los circos.
El presidente del Santuario de Ostok, Ernesto Zazueta Zazueta, acompañado de destacados defensores de la flora y fauna silvestre, recalcó la importancia de redoblar nacional e internacionalmente esfuerzos para rescatar a los animales silvestres del maltrato, del tráfico ilegal, del abandono, pero también de leyes improvisadas y de la falta de una política medio ambiental que realmente proteja sus ecosistemas.
“Las uniones siempre son un motivo de festejo, más cuando se trata de dos seres que han tenido una vida tan intensa llena de vaivenes. Afortunadamente hoy, con esta simbólica boda estos dos elefantes tienen una nueva oportunidad de vida, un gran recomenzar con este enlace”.
“Lo que nosotros les ofrecemos aquí en Ostok a Big Boy y a Bireki y a alrededor de otros 500 ejemplares que hemos rescatado, es una vida con lo mejor de dos mundos: Estarán rodeados de naturaleza, pero con los cuidados humanos que cada uno necesita. Y es que los elefantes, como muchas otras especies, están en serio riesgo de desaparecer en sus territorios de origen por las inconscientes y devastadoras actividades humanas: la cacería, el tráfico ilegal, la destrucción de sus ecosistemas, el calentamiento global, la tala ilegal, la contaminación, etc. Y los humanos sí o sí bajo cuidado humano y en vida silvestre tenemos que actuar desde diferentes frentes para comenzar a erradicar todas estas actividades y contener sus terribles consecuencias”, recalcó.
Durante el evento, que tuvo lugar en las instalaciones del santuario, hogar de más de 500 animales de diferentes especies, se realizó un acto de reforestación con mil árboles que fueron donados por Fábricas del Agua Centro Sinaloa (FACES), presidida por Guillermo Gastélum Bon Bustamante. Además, el colectivo Operación Ambiente IAP, encabezado por Ana Karen Castro Olivas, realizó trabajos de restauración ecológica, para contribuir a mejorar el hábitat para todas las especies que ya viven ahí y proporcionará un entorno aún más adecuado para la vida silvestre.
También durante este segundo aniversario de Ostok Sanctuary su presidente Ernesto Zazueta aprovechó para firmar convenios de colaboración con la Federación de Colegios y Asociaciones de Médicos Veterinarios Zootecnistas de México (FedMVZ), la Facultad de Medicina Veterinaria Zootecnista de la Universidad Autónoma de Sinaloa, y con la Organización No Gubernamental Bio Animal Wild. Estos convenios servirán para que los estudiantes de carreras relacionadas con la fauna silvestre puedan realizar sus prácticas profesionales y capacitaciones en el Santuario. Además de que personal especializado de la Federación, de la Facultad y de la ONG también podrían ser partícipes de los distintos rescates y translocaciones que realizará Ostok en un futuro.
Antes de partir los coricos de la boda de Bireki y Big Boy, Zazueta Zazueta adelantó y celebró que están por liberarse las autorizaciones para llevar a cabo el reasentamiento de 10 hipopótamos de Colombia en el lago de Ostok, y 60 más en el Centro de Conservación de la India.
“También tenemos otra buena noticia, ya están listos todos los trámites para trasladar a varios animales del Zoológico de Argentina aquí a Ostok. El zoo de aquel país desde la pandemia quedó muy debilitado sin recursos para poder dar sustento a la mayoría de sus animales. Y nos ofrecimos a adoptar y a trasladar a varios de sus ejemplares para darles otra oportunidad de vida. Ya está todo listo y en breve vamos a comenzar con el traslado de tigres, leones y osos”.
“Como ven, este enlace, está boda de Big Boy y Bireki, trae torta debajo de la pata. Y sin duda la cereza del pastel sería lograr su reproducción, pero ya estoy como el suegro que luego, luego quiere nietos. Todo a su tiempo, Big Boy y Bireki se están adaptando, se están conociendo, ya juegan y se relacionan mucho, pero poco a poco, dejemos que la naturaleza haga lo propio y, si así resulta, sería un hecho histórico para la conservación de esta especie”, concluyó.