La nueva escuela mexicana propone una formación docente que impulse la justicia social: MEJOREDU
La comisionada Etelvina Sandoval Flores dijo que las Escuelas Normales deben contribuir a formar docentes que impulsen ideas de justicia social desde una concepción más amplia de la escuela.
Etelvina Sandoval Flores — comisionada de la Junta Directiva de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu)— destacó que el Sistema Educativo Nacional requiere de maestras y maestros conocedores de la historia de la comunidad, del país y del mundo; con un conocimiento didáctico y pedagógico sólido acorde con las tendencias actuales en materia de derechos humanos, inclusión y diversidad, comprometidos con su tarea y sensibles a la realidad educativa.
En su ponencia Nueva Escuela Mexicana, ¿nuevo maestro? Repensar la formación inicial, dictada en el 50 aniversario de la Escuela Normal No. 1 de Nezahualcóyotl, señaló que frente al proceso de transformación educativa es imprescindible reposicionar la importancia de la formación filosófica, histórica, social, pedagógica, didáctica, general, científica y social del normalismo mexicano, con el propósito de fortalecer a las y los futuros docentes.
Ante autoridades, maestras, maestros, alumnas y alumnos de esa institución educativa, dijo que se requiere un docente que propicie entornos de enseñanza y aprendizaje vinculantes; problematice su práctica, cuestione los métodos y herramientas que emplea, y tome decisiones con apego a su autonomía profesional.
Recordó que la Nueva Escuela Mexicana (NEM) establece una política orientada a defender y dignificar la escuela pública mediante una educación integral y humanista que es pedagógicamente viable, congruente con los postulados constitucionales y los planteamientos establecidos en la Ley General de Educación.
Sandoval Flores explicó que lo anterior conlleva a reconocer: la educación como un derecho fundamental de niñas, niños y adolescentes; el papel de las y los maestros como agentes fundamentales del proceso educativo; la escuela como centro de aprendizaje comunitario en el que se construyen y convergen saberes, se intercambian valores, normas, culturas, y formas de convivencia.
Estos aspectos —especificó— se concretan en el Plan de Estudio para la educación preescolar, primaria y secundaria 2022 que garantiza una educación democrática, nacional y humanista a través de un currículo flexible, diferenciado y contextualizado que promueve una educación laica y democrática.
Finalmente, consideró que las Escuelas Normales deben contribuir a formar docentes que impulsen las ideas de justicia y transformación social, y que ayuden a educar a las futuras generaciones mediante la existencia de un solo programa a través de una enseñanza comprometida con el pueblo y orientada al mejoramiento cultural, económico y social.