El ITESO comparte sus buenas prácticas en sustentabilidad
La primera parte del reporte Prácticas para el desarrollo sustentable, documenta los proyectos en materia de sustentabilidad ambiental.
Lunes 02 de septiembre del 2024.- En palabras del papa Francisco: “Si tomamos la temperatura al planeta, nos dirá que la Tierra tiene fiebre, se encuentra mal, como cualquier enfermo. Pero nosotros, ¿escuchamos ese dolor?”. En lo que es descrito por Mauricio López como “un momento angustiante”, se requiere, también con sus palabras, de “acciones transformadoras”. Algunas de esas acciones están documentadas en el reporte Prácticas para el desarrollo sustentable ITESO 2022-2023, cuya primera parte fue presentada por parte de las autoridades de la universidad encabezadas por el rector, Alexander Zatyrka, SJ.
El reporte tiene como premisa que no puede haber justicia ambiental sin justicia social, y viceversa. Por esta razón, la primera parte documenta los proyectos e investigaciones que realiza el ITESO en materia de sustentabilidad ambiental, agrupados en ocho rubros principales: Formación, Acción por el clima, Campus y ciudades sostenibles, Agua, Sistemas energéticos, Residuos, Movilidad y Alianzas por el cambio. Para su presentación acudieron las personas titulares de las direcciones estatutarias de la universidad: Catalina Morfin, de la Dirección General Académica; Jorge Fernández, de la de Administración y Finanzas; Jorge Rocha, de la de Integración Comunitaria y Humberto Orozco, de la de Relaciones Externas. Además se contó con los comentarios en remoto de Mauricio López Oropeza, vicepresidente de la Confederación Eclesial de la Amazonía.
En palabras de Humberto Orozco, el reporte presentado es un “documento que refleja la esencia, la dedicación y el compromiso” del ITESO con el medio ambiente y su cuidado, así como también “lo que falta por mejorar. El ITESO es un espacio pedagógico y un agente de cambio del entramado social y urbano en el que vivimos”. En ese sentido, agregó, “el cuidado del campus tiene un efecto positivo en todo el ecosistema que habitamos, así como un efecto formativo en la comunidad con la que interactuamos”. Concluyó su intervención afirmando que el reporte deja constancia de que el ITESO es “una universidad responsable, que respeta la casa común”.
Catalina Morfín dijo que el documento “aporta información y encarna el espíritu de la Congregación General 36 de la Compañía de Jesús” en lo que se relaciona con el trabajo con los otros. También describió a la universidad como un espacio “de experimentación de formas de convivencia más humana y más justa”, lo que se entiende como un “sistema de cuidado entre nosotros y hacia la naturaleza y la sociedad”. Recordó que, de acuerdo con las Orientaciones Fundamentales del ITESO (OFI) —documento que cumple 50 años de su publicación—, ese cuidado “hace posible penetrar en el corazón humano” desde el amor, el servicio y la entrega mutua. Finalmente, dijo que el reporte da cuenta de los proyectos en los que se muestra el cuidado inmediato del medio ambiente, pero que hay otros que también lo atienden de manera indirecta.
Jorge Fernández recordó que la planeación quinquenal del ITESO para el periodo 2022-2026 concentra las acciones en seis prioridades, de las cuales resaltó dos: incidencia social y ambiental y la administración sostenible, que se relacionan directamente con el reporte. Así, la universidad, dijo, “aspira a la sostenibilidad ad intra (en su interior) y a la vinculación ambiental ad extra (hacia el exterior). El campus se ha convertido en un modelo sostenible que puede ser replicable por otras instituciones”. Para su intervención, tomó algunos ejemplos de los índices documentados en el reporte relacionados con Agua, Energía, Residuos y Movilidad.
El último de los directores estatutarios en intervenir fue Jorge Rocha, quien puso en perspectiva el trabajo que realiza la universidad más allá de los límites del campus a través de diferentes proyectos, como el trabajo que realiza el Centro Universitario de Incidencia Social (Coincide), la labor en San Pedro Valencia o los proyectos de agricultura sostenible, incluso los trabajos del Centro Universidad Empresa (CUE) relacionados con economía social y solidaria. También puso sobre la mesa el trabajo de los colectivos universitarios como Red-UC, el de Movilidad o la UniRed. Señaló que hay muchos retos a futuro y concluyó diciendo que es importante “que la agenda avance y siga teniendo logros, porque hay mucho por hacer”.
A través de la pantalla y mediante un enlace de Zoom, Mauricio López Oropeza se dijo conmovido por la invitación a hacer un comentario de un reporte que, mencionó, “se sitúa en un momento coyuntural planetario”. Dijo que cuando se aborda la sustentabilidad desde la institución es evidente el gran alcance de las acciones, pero que también reconoce su pequeñez cuando se le ve en la escala mundial. Añadió que lo que está atravesando el planeta “no es un desafío, no es una crisis, no es pasajero: es una emergencia ineludible”. Siguiendo esa línea, consideró que el reporte es admirable porque “desde la mirada local conecta con perfección con la escala regional, nacional e internacional”, y calificó como “emblemático el trabajo que ha realizado el ITESO”.
Para su análisis del reporte, explicó, hizo un vínculo con el pensamiento de Teilhard de Chardin —jesuita recordado por sus trabajos para poner a dialogar la fe y la ciencia— y desde ahí destacó tres aspectos: el llamado al cambio sistémico, pues la crisis climática requiere una visión de ecología integral (en este rubro entran los apartados Formación, Acción climática y Campus y ciudades sostenibles); el cambio paradigmático, que es más difícil pues requiere el diálogo interinstitucional (aquí entran los apartados Agua, Sistemas energéticos, Residuos y Movilidad), y finalmente el cambio existencial, que debe realizarse desde el entendimiento de que “no somos seres humanos teniendo una experiencia espiritual, sino seres espirituales teniendo una experiencia humana” (aquí entran los aparatados Alianzas para el cambio, la Introducción y el mensaje del Rector).
Finalmente, remató su intervención diciendo que con la publicación del reporte el ITESO “entra en clave de magis”, es decir, es llamado a dar más, por lo que debe preguntarse: “¿Cuál es el bien mayor? ¿Cuál es el bien más universal? El magis debe llevar a la integración de otras instituciones emblemáticas en la Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina (Ausjal) y en la Asociación Internacional de Universidades Jesuitas (IAJU)”.
Para concluir la presentación, el rector Alexander Zatyrka, SJ, señaló que el cuidado del medio ambiente “es un tema que nos interesa, nos preocupa y debe ocupar a todas las personas”, pues, agregó, “la protección de la casa común es el mayor reto de la civilización hasta el momento”. El Rector dijo que “el mundo requiere de un nuevo modelo de desarrollo que priorice el cuidado de los seres humanos y el medio ambiente por encima de los intereses extractivistas y de consumo”, haciendo un uso más racional de los recursos del planeta, que son finitos.
Sobre el reporte, dijo que el documento es un ejemplo de las cosas que están al alcance de la universidad y también da cuenta de los desafíos. “Queda mucho camino por andar. Es posible revertir el daño si actuamos sin dilación”, dijo el rector y remató diciendo que los esfuerzos deben encaminarse a “rescatar y preservar, para las próximas generaciones, la herencia común que representa la naturaleza”.
Luego de las intervenciones de la audiencia, tanto el rector como las cuatro personas titulares de las direccione estatutarias coincidieron en señalar que el ITESO debe encontrar la manera de seguir creciendo sin aumentar su impacto ambiental y avanzando para dar respuestas concretas a las necesidades sociales.
El Reporte de sustentabilidad ambiental ITESO 2022-2023, puede consultarse en el sitio https://sustentabilidad.iteso.mx/.