La crisis humanitaria en Sudán tiene un impacto catastrófico para las mujeres y las niñas, y la violencia de género se duplica
El conflicto en Sudán tiene efectos catastróficos sobre las mujeres y las niñas, según una Alerta de Género publicada hoy por ONU Mujeres.
Nairobi/Nueva York/Ginebra, 27 de septiembre del 2024 — El conflicto en Sudán ha provocado la mayor crisis de desplazamiento interno del mundo desde la guerra civil siria de 2011. El conflicto ha tenido efectos catastróficos sobre las mujeres y las niñas, según una Alerta de Género publicada hoy por ONU Mujeres.
El número de personas que necesitan servicios relacionados con la violencia de género ha aumentado un 100 por ciento desde el comienzo de la crisis, hasta 6,7 millones en diciembre de 2023, y se estima que esta cifra es incluso mayor en la actualidad. Si bien los hombres y los niños también son víctimas de la violencia de género, la mayoría de estos casos involucran a mujeres y niñas. La violencia en curso, en particular en Jartum, Darfur y Kordofán, ha exacerbado los riesgos a los que se enfrentan las mujeres y las niñas, con un aumento de los informes de violencia sexual, explotación sexual y abuso relacionados con el conflicto. Las casi 5,8 millones de mujeres y niñas desplazadas internamente son particularmente vulnerables, y muchos casos de abuso no se denuncian debido a la falta de apoyo adecuado y al temor al estigma y las represalias.
Sudán se enfrenta a los peores niveles de inseguridad alimentaria aguda jamás registrados en el país. En diez estados, el 64% de los hogares encabezados por mujeres padecen inseguridad alimentaria, en comparación con el 48% de los hogares encabezados por hombres; las mujeres y las niñas son las que menos comen y las últimas en hacerlo. El acceso a los servicios de atención de la salud es otro desafío: 1,63 millones de mujeres en edad reproductiva carecen de servicios adecuados. De ellas, más de 160.000 están embarazadas y se estima que en los próximos tres meses habrá 54.000 partos.
Las mujeres y las niñas también siguen viéndose afectadas de manera desproporcionada por la falta de agua potable, saneamiento e higiene de fácil acceso y asequibles. Al menos el 80% de las mujeres desplazadas internamente no pueden conseguir agua potable debido a la asequibilidad, las preocupaciones por la seguridad y la distancia. La crisis de la educación en Sudán es otro resultado devastador del conflicto. Más de 2,5 millones de niñas, que representan el 74% de las niñas en edad escolar, actualmente no asisten a la escuela, lo que aumenta su riesgo de ser sometidas a prácticas nocivas como el matrimonio infantil y la mutilación genital femenina.
“Las mujeres y las niñas de Sudán se enfrentan a desafíos inimaginables, pero su fuerza y resiliencia siguen inspirándonos. No podemos permitir que Sudán se convierta en una crisis olvidada. Ahora, más que nunca, la comunidad internacional debe unirse para apoyar a las mujeres de Sudán, garantizando que tengan los recursos y la protección que necesitan para sobrevivir y reconstruir sus vidas”, dijo Hodan Addou, Directora Regional en funciones de la oficina de ONU Mujeres para África Oriental y Meridional.
Se deben tomar medidas urgentes para garantizar la protección física de las mujeres y las niñas, así como el acceso seguro a alimentos, agua potable y servicios de salud sexual y reproductiva. ONU Mujeres está apoyando iniciativas comunitarias, en asociación con organizaciones dirigidas por mujeres, para fortalecer la resiliencia y garantizar el acceso a servicios humanitarios críticos para mujeres, hombres, niñas y niños afectados por la crisis. ONU Mujeres insta a la comunidad internacional, los donantes y los socios humanitarios a que prioricen la protección y el empoderamiento de las mujeres y las niñas sudanesas, incluso mediante el aumento de la financiación para las organizaciones locales dirigidas por mujeres, que recibieron solo el 1,63 por ciento de los recursos financieros del Fondo Humanitario para el Sudán en 2023.
ONU Mujeres está con el pueblo de Sudán durante esta crisis humanitaria que se está deteriorando y pide que se detenga de inmediato la guerra y se regrese a la mesa de negociaciones para entablar diálogos de paz.