Certifica la Profepa el uso adecuado de dispositivos para proteger a las tortugas marinas en barcos camaroneros de arrastre

PROCURADURÍA FEDERAL DE PROTECCIÓN AL AMBIENTE

14 de noviembre de 2024.- Hasta el pasado 8 de noviembre se habían otorgado 560 actas de certificación a embarcaciones, luego de varias semanas de supervisión de la construcción y colocación de los DET, en apego a lo previsto en las especificaciones técnicas de la NOM-061-SAG-PESC/SEMARNAT-2016. En el proceso de revisión participaron inspectores de las Oficinas de Representación de Protección Ambiental de la Profepa que trabajan en los estados pesqueros.

Durante su participación en el proceso de evaluación de los barcos camaroneros y de las fábricas que elaboran las redes y parrillas para los DET, la procuradora Mariana Boy destacó que: “Los dispositivos reducen la afectación de las actividades pesqueras para las especies que no son objetivo de la pesca, ya que permiten que cualquier ejemplar de tortuga marina que entre en alguna red tenga la posibilidad de salir sin morir por ahogamiento. Esto es muy importante porque proteger la rica biodiversidad que albergan los mares mexicanos es una prioridad tanto para la Profepa como para la Semarnat”.

El procedimiento de certificación que año con año llevan a cabo los inspectores de la Profepa es muy importante porque en la mayoría de las zonas de pesca de camarón del país se encuentran, temporalmente, seis de las siete especies de tortugas marinas existentes en el mundo, las cuales anidan en litorales mexicanos.

Los inspectores de la Profepa concentran la mayor parte de sus revisiones en los puertos de Sinaloa, Sonora, Tamaulipas y Campeche, que albergan cerca del 90% de la flota camaronera. Adicionalmente, la Procuraduría verifica el uso correcto de los DET en muelles y altamar. Otras entidades que participan en el proceso de certificación son: Baja California, Baja California Sur, Nayarit, Oaxaca, Chiapas, Tamaulipas, Veracruz y Quintana Roo.

Las 6 especies de tortugas marinas que se encuentran en los mares mexicanos son consideradas en Peligro de extinción (P) en la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, debido a que sus áreas de distribución y el tamaño de sus poblaciones en el territorio nacional han disminuido drásticamente, poniendo en riesgo su viabilidad biológica en todo su hábitat natural, debido a factores tales como la destrucción o modificación drástica del hábitat, el aprovechamiento no sustentable, enfermedades o depredación, entre otros.