26 de marzo de 2025

Cambio conductual, efecto secundario de las enfermedades neurodegenerativas

Uno de los signos altamente relevantes en enfermedades neurodegenerativas son los cambios en la conducta y personalidad.

enfermedades neurodegenerativas

Foto tomada de https://www.psicologiacolmenar.es/psicologo/cuidados-en-la-enfermedad-de-alzheimer/

Monterrey, Nuevo León a 25 de marzo de 2025.- Las enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer, Parkinson, Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) y demencias asociadas, afectan cada vez a más personas en México debido al envejecimiento poblacional. Según datos de la Secretaría de Salud, en 2023 se estimó que más de 1.3 millones de mexicanos mayores de 65 años padecen Alzheimer, lo que representa entre el 60% y 70% de los diagnósticos de demencia en el país.

 

Uno de los signos menos reconocidos, pero altamente relevantes en estos padecimientos son los cambios en la conducta y personalidad. Pacientes con Alzheimer o Parkinson pueden presentar síntomas como delirios, paranoia, agresión, desinhibición o incluso hipersexualidad en alguna etapa de la enfermedad. Estos comportamientos, a menudo malinterpretados como reacciones emocionales pasajeras, son en realidad manifestaciones derivadas del deterioro neurológico progresivo.

 

Las áreas frontales del cerebro, encargadas de regular el comportamiento humano, sufren una pérdida gradual en sus conexiones neuronales, lo que afecta el sistema motor, la capacidad para solucionar problemas, espontaneidad, memoria, lengua, juicio, control del impulso y el comportamiento social y sexual. El daño es irreversible, pero los tratamientos pueden frenar la enfermedad y mantener controlados los síntomas.

 

El Dr. Juan Manuel Escamilla Garza, neurólogo del Hospital Zambrano Hellion de TecSalud, subraya la importancia de la detección temprana: «Lo que queremos primero es diagnosticar la enfermedad en sus etapas iniciales, ya que, hoy en día cuando se detecta, la pérdida neuronal ya se encuentra a más del 40%, lo que limita las opciones terapéuticas».

 

En este escenario, las estancias geriátricas y los centros especializados juegan un papel clave en la atención de estos pacientes, ya que en ellos se promueve la estimulación cognitiva y social, factores fundamentales para ralentizar el deterioro. Por el contrario, el aislamiento social o la falta de actividad física y mental, causa un serio detrimento en el estado de los pacientes.

 

No hay un elemento determinante que detone estas enfermedades, sin embargo, se sabe que, en pacientes con Alzheimer, un factor asociado es el haber tenido en su vida algunos periodos afectivos de cuadros depresivos o de depresión crónica. «Este trastorno mental tiene cierta relación con desarrollar estas enfermedades degenerativas que involucran la memoria o las funciones mentales».

 

Asimismo, el especialista recomendó a los pacientes y sus familias considerar nuevas opciones terapéuticas y participar en estudios clínicos activos, con el objetivo de mejorar su calidad de vida y la de futuras generaciones.

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