La llamarada de Siqueiros se enciende en el Archivo General de la Nación.
Dentro de lo que fuera la antigua Galería 1 del AGN, y como parte de los proyectos de museo de sitio de la institución rectora de la archivística, se dedicó un espacio para recordar parte de la historia y obra de David Alfaro Siqueiros, uno de los más importantes muralistas y pintores mexicanos, a través de la exposición permanente Siqueiros: encarcelar la llamarada.
María Eugenia Terrones curadora de la exposición documental y permanente, mencionó que más allá de su discurso plástico, en Alfaro Siqueiros converge la historia política de México del siglo XX. Un personaje clásico, singular y heterodoxo, lleno de multiplicidad de facetas que lo delinearon como estudiante radical, revolucionario carrancista, sindicalista, comunista prominente, antifascista incansable, Teniente Coronel del ejército Republicano en la Guerra civil española, periodista, escritor, muralista y defensor de las causas políticas más necesitadas y más sancionadas de su época.
Más de 200 documentos, entre fotografías, obras plásticas y expedientes integran esta exposición, que explica uno de los episodios más complicados y difíciles de la vida del muralista, su encarcelamiento por cuarta ocasión de 1960 a 1964 en la Cárcel Preventiva del Distrito Federal, mejor conocida como el Palacio Negro de Lecumberri. La curadora explicó que este encierro representó una penalización, tanto para su activismo político como para su vocación hacia grandes empresas plásticas, lo que fue un enorme castigo para un artista entregado a la construcción de un arte integrado a grandes proyectos constructivos y discursos plásticos, plasmado en su concepto de arte público.
Estas fuentes documentales que permanecerán exhibidas permanentemente describen el funcionamiento del sistema penitenciario de México y el uso extensivo, discrecional y amplificado del delito de disolución social, aplicado a los disidentes del sistema político mexicano. Pero también se aprecia un lado luminoso en la documentación resguardada en el archivo personal de Siqueiros, su liderazgo político y su capacidad de convocatoria en nuestro país.
Los distintos sectores organizados alrededor de su figura para solicitar su excarcelación dan cuenta de su trayectoria política e intelectual de escala internacional y el lugar privilegiado que ocupaba en el contexto global de las artes plásticas. Además, resulta conmovedora la capacidad artística del pintor, aun en las difíciles situaciones, pues al parecer produjo un aproximado de 300 obras en este lugar, señaló María Eugenia Terrones.
El director del Archivo General de la Nación Carlos Enrique Ruiz Abreu comentó que esta exposición es un homenaje a un personaje que no debió estar preso por sus ideas políticas. Actualmente, el AGN lleva a cabo acciones para la apertura de documentos históricos relacionados con violaciones de derechos humanos y persecuciones políticas, pues es en esta institución donde se resguardan los expedientes del extinto Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN).
Dividida en cuatro núcleos, el discurso expositivo de la exhibición comienza dando el contexto social vivido años antes de que el pintor fuera puesto en calidad de preso en el año de 1960. Principalmente los actos de huelgas, manifestaciones y mítines llevados a cabo por diferentes grupos trabajadores, como el movimiento ferrocarrilero. También se presentan su participación en la política como integrante del Partido Comunista Mexicano.
Uno de los núcleos principales es el tema de la permanencia de David Alfaro Siqueiros, en la llamada penitenciaria del Lecumberri, donde estuvo como preso político, por el delito de disolución social, entre los años de 1960 y 1964. Cuatro años que lo llevaron a posponer el proyecto mural, Del Porfirismo a la Revolución, en el Castillo de Chapultepec, y que lo condujeron a realizar diversas obras en el encierro. Ejemplo de este cambio significativo en su obra fueron los biombos realizados como parte de la escenografía de la obra de teatro El licenciado no te apures, producida por el también preso Roberto Hernández Prado y puesta en escena por el grupo teatral de la penitenciaria, creado por el director de la cárcel Carlos Martin del Campo, quien pretendía readaptar a los procesados acercándolos al arte, la educación y la cultura.
Dentro de la experiencia de visitar el antiguo Palacio Negro, resaltan 3 celdas muestras, de las cuales una recrea la celda donde Siqueiros daba vida a su obra; en otra se reproducen los mensajes de apoyo que recibió de varios poetas como Pablo Neruda y una tercera celda dedicada al grupo de teatro donde se observan las replicas a escala de los biombos como fueron montados en la obra teatral.
Es importante resaltar el apoyo que proporcionaron instituciones como la Sala de Arte Público Siqueiros, el Archivo Histórico de la Ciudad de México y la Fundación María y Héctor García, quienes facilitaron parte de su acervo para darle vida a la exposición.
Si quieres saber más sobre la exposición y observar los biombos, ¡ven! y visita el AGN de lunes a viernes de 9:00 a 16:00 horas y sábados de 10:00 a 16:00 horas, agenda tu visita guiada en la página web https://www.gob.mx/agn, y conoce más sobre el gran pintor y muralista, David Alfaro Siqueiros.