21 de noviembre de 2024

Estados deben ampliar capacidad para diagnosticar COVID-19: especialista de la UNAM

Protocolos federales deben cambiar para hacer hospitalizaciones tempranas y salvar vidas, recomienda en el programa Chihuahua Adelante la directora del Laboratorio de Genética Molecular, Laurie Ann Ximénez-Fyve

Laurie Ann Ximénez-Fyve, directora del Laboratorio de Genética Molecular de la Universidad Autónoma de México (UNAM) afirmó que la clave para contener la pandemia de COVID-19 en los estados, es ampliar la cantidad de pruebas de diagnóstico PCR o moleculares.

 

En enlace con el programa Chihuahua Adelante, conducido por el gobernador Javier Corral Jurado, la doctora en Ciencias Médicas con especialización en Microbiología por la Universidad de Harvard, exhortó a la población a acatar las medidas de mitigación como la portación del cubrebocas, sin mayor pretexto.

 

El mandatario estatal destacó que justamente, el Gobierno del Estado de Chihuahua está en proceso de relanzar su estrategia frente a  la pandemia, con una inversión extraordinaria para aumentar la capacidad diagnóstica.

 

Destacó que desde que se construyeron los primeros protocolos para el regreso paulatino y seguro de las actividades económicas, con la industria maquiladora de exportación se convino que hagan pruebas rápidas para la detección de antígenos y usen termómetros.

 

Mostró el botiquín ambulante que él utiliza y que se recomienda para cada chihuahuense que se desplace en espacios comunes, que incluye un gel antibacterial, spray desinfectante, termómetro y oxímetro.

 

Ximénez-Fyve reconoció las políticas del Gobierno del Estado de Chihuahua para hacer obligatorio el uso del cubrebocas, difundir intensivamente las medidas preventivas como el distanciamiento social y el lavado de manos.

 

Sin embargo, observó que “las acciones gubernamentales son muy importantes, pero requieren de la asistencia de todos nosotros como ciudadanos. Ha sido difícil pero no va a ser para siempre, la situación va a mejorar y tampoco hay que decir tonterías, de si me pongo o no me pongo el cubrebocas, hay que ponérselo y punto, es así de fácil”.

 

Consideró que uno de los protocolos federales que deben ser actualizados es el de la hospitalización de pacientes con COVID-19, pues actualmente lo limitan a quienes están en una etapa ya muy avanzada y eso ha provocado muchas defunciones.

 

“Si en México no se aplana la curva es porque no se toman las acciones necesarias para que eso ocurra, la medidas de mitigación ayudan, pero no resuelven por sí solas el problema”, expresó.

 

Ante ello –continuó–  sería decisivo que la gente pudiera hacerse una prueba gratuita,  pero de no ser posible el Gobierno del Estado debe buscar activamente los casos y ligarlos a programas concertados de aislamiento selectivo para los positivos.

 

Indicó que al inicio de la pandemia se creía que la enfermedad COVID-19 era pulmonar, pero hoy se sabe que es microvascular procoagulante progresiva, ya que estimula a la formación de pequeños coágulos en la sangre que circulan por el torrente y se alojan donde encuentran resistencia, como en los alvéolos pulmonares.

 

“En donde se alojan estos coágulos, entonces se impide la circulación sanguínea, donde se impide la circulación sanguínea se empieza a morir el tejido y tiene un proceso que se conoce como necrosis tisular; cuando esto pasa, entonces se incita a un proceso inflamatorio”, explicó.

 

Dijo que las autopsias de personas que han muerto por COVID han mostrado que también se forman en el cerebro, pues tiene múltiples microembolias cerebrales.

 

Agregó que también hay embolias renales, hepáticas, cardíacas y en todos los órganos los órganos susceptibles, solo que en el pulmón se manifiestan con mayor frecuencia.

 

Comparó que en otros países incluso los casos moderados se hospitalizan y si el progreso de salud de la o el paciente es muy bueno, no llega a necesitar terapia intensiva, ni intubación y a las semanas se recupera.

 

“Aquí a una persona con síntomas leves y moderados que va al hospital, aún con síntomas suficientes para que le hagan la prueba PCR, la mandan a casa con una cajita de paracetamol y le dicen que regrese cuando esté usted más enfermo, pero este es un problema gravísimo que está llevando a mucha gente a morir”, advirtió.

 

Señaló que debido a que COVID-19 no puede tratarse directamente, porque todavía no existe un antiviral efectivo, se puede atender el daño sistémico y orgánico que el Sars-Cov-2 ocasiona, siempre y cuando sea en una etapa muy temprana.

 

“Entonces, cuando se le dice a una persona que regrese al hospital cuando se sienta ya muy mal, generalmente esa persona el daño que tiene pulmonar, ya es tan extenso que hay muy poco que se pueda hacer para salvarla médicamente”, expresó.

 

Dijo que ante la imposibilidad de que cada mexicana y mexicano pueda acceder a una prueba PCR para saber si se han contagiado o no, debe promocionarse el uso del oxímetro y del termómetro en cada uno de los hogares, a manera de rutina de automonitoreo y cuidado.

 

“Si usted se estuviera monitoreando cada 24 horas como convendría, algunas bajas en la saturación del oxígeno sí se pueden detectar de forma muy temprana y llevar un tratamiento simple de medicamentos que ni siquiera requieren prescripción, pero sí guiado por un médico para anticoagulación y antinflamación”, detalló.

 

La doctora explicó el rango normal de una oximetría en términos generales es de 94 a 100 por ciento, aunque varía según la altitud de la ciudad donde viva la persona y de enfermedades previas, por lo que también podría ser a partir del 92 por ciento.

 

“Pero una cifra por debajo de 90 por ciento ya es señal de alarma, ya que menor a 85 por ciento ya es muy peligroso y deben ser hospitalizadas”, aseguró.

 

Recomendó hacer el hábito de tomar la lectura una vez al día, a la misma hora, y registrarla en una libreta, para monitorear la estabilidad de las oximetrías o detectar una variación.

 

“Cuando nos cuidamos, cuidamos a todos los demás, a nuestra familia, nuestro trabajo, cuidamos de la economía del estado, de nuestro país, de nuestra ciudad”, detalló.

 

De igual manera sugirió tomar la temperatura corporal que debe ser de entre 36.5°C y 37°C.

 

En caso de que cualquiera de estas mediciones se salga de rango, en lugar de medirla una vez al día, se puede hacer cada 8 horas.

 

“Estoy segura de que si el gobierno federal no rectifica su estrategia, serán ustedes los que vendrán a salvar la situación, tienen la mente fija en lo que se debe hacer para solucionarse y eso me llena de esperanza de que esto pueda mejorar en el corto paso”, indicó la experta.

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