19 de noviembre de 2024

México y EE. UU. anuncian modernización de puertos de entrada en frontera binacional para impulsar crecimiento económico

La instrucción de los presidentes López Obrador y Biden es apresurar y acelerar las obras, para que finalizando 2023 todo esté funcionando: Ebrard

El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon, y el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, encabezaron hoy el Foro de Infraestructura Fronteriza Estratégica. El encuentro, en Tijuana, Baja California, tuvo como objetivo impulsar el trabajo que realizan México y Estados Unidos, para modernizar la infraestructura existente y construir nuevos puertos de entrada. Esto contribuirá al crecimiento económico de las ciudades de la franja fronteriza de ambos países.

 

En el Foro, al cual también asistieron la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda, y el subsecretario de Estado para la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Cumplimiento de la Ley, Todd Robinson, se abordaron 13 proyectos de infraestructura fronteriza entre México y Estados Unidos. Los proyectos impulsarán el crecimiento económico y mejorarán las condiciones de vida de las personas que viven en la región fronteriza.

 

En particular, el proyecto del Cruce Internacional Mesa de Otay II–Otay Mesa East generará un nuevo puerto de entrada de alta tecnología que descongestionará el sistema de cruces de la zona y reducirá significativamente los tiempos de revisión.

 

Asimismo, en la frontera Chihuahua-Nuevo México, la modernización del Cruce San Jerónimo-Santa Teresa y sus vías de acceso agilizará el cruce y representará una alternativa para reubicar el tráfico comercial que actualmente atraviesa la zona urbana de Ciudad Juárez-El Paso.

 

Durante su intervención, el canciller Ebrard señaló que la integración entre México y Estados Unidos está en marcha “gracias a los procesos productivos y a los diálogos de alto nivel para acelerar nuestras cadenas de suministro y capacidad de producción, en sectores farmacéutico, médico, electromovilidad y otros”.

 

“Resultado de esa conversación que tuvo el presidente López Obrador con el presidente Biden, México ha tomado algunas decisiones (proyectos aprobados) […] esta es una inversión hasta hoy de 700 millones de dólares aprobados y todas ya están en etapas de diferente grado de avance” enfatizó.

 

El objetivo y la instrucción de ambos presidentes, puntualizó, es que “finalizando 2023 todo lo que acabo de decir esté funcionando […] porque quieren esta frontera, es y va a ser la más ocupada del mundo”.

 

Por su parte, el embajador Salazar expresó que “es un día importante e histórico” y aseguró que se está en un momento en donde con “el presidente Biden y el presidente Andrés Manuel López Obrador, vemos la relación entre los Estados Unidos y México en una manera muy positiva”.

 

“Lo que se tiene que hacer es asegurar que vayamos caminando adelante en lo que es un plan conjunto entre los Estados Unidos y México para crear una frontera donde la gente, la cultura, el comercio, la seguridad, se puedan ver en toda esta frontera de tres mil kilómetros, dos mil millas”, indicó.

 

Uno de los principales desafíos de la región fronteriza es el impacto económico de las demoras en los cruces fronterizos, que llegan a generar pérdidas de miles de millones de dólares para ambos países, por ello es fundamental agilizar los tiempos de espera en los cruces fronterizos. La mejora en la eficiencia y optimización de los puertos es indispensable para alcanzar este objetivo.

 

El Gobierno de México, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores reafirma su compromiso de acelerar las cadenas de suministro entre los dos países y así buscar el bienestar de sus pueblos y de los 13.6 millones de habitantes que viven en la región fronteriza México-Estados Unidos. Se estima que más de 5 millones de trabajos en Estados Unidos dependen del comercio con México. Más de la mitad de las exportaciones totales de Estados Unidos a México se pueden atribuir a los cuatro estados fronterizos.

 

La delegación mexicana, encabezada por el canciller Ebrard, estuvo conformada por el jefe de la Unidad para América del Norte, Roberto Velasco Álvarez; el jefe de la Oficina del canciller, Daniel Millán Valencia; la directora general de Coordinación Política, Ximena Escobedo Juárez; el cónsul general de México en San Diego, Carlos González Gutiérrez; así como representantes de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes; Secretaría de la Defensa Nacional; Agencia Nacional de Aduanas de México; Instituto de Administración de Avalúos y Bienes Nacionales; y la Sección Mexicana de la Comisión Internacional de Límites.

 

Por parte de Estados Unidos, participaron la coordinadora de Asuntos Fronterizos, Hillary Quam, y el oficial de Asuntos Fronterizos, Paul Ghiotto, ambos de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental; el cónsul general de EE. UU. en Tijuana, Thomas Reott; así como representantes de la Embajada de EE. UU. en México; Consulado General de EE. UU. en Tijuana; Departamento de Seguridad Nacional; Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza; Administración de Servicios Generales y el Departamento de Transporte.

 

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