La reina Letizia viaja a Mauritania en su primera visita de cooperación a un país árabe
Su estancia se prolongará hasta el 2 de junio en el que será su séptimo desplazamiento en el marco de la AECID desde 2017
La visita de la reina Letizia a Mauritania ha situado en el mapa a la desconocida nación del Norte de África. Atalayar estuvo presente en la capital, Nuakchot, una semana antes de su desplazamiento para comprobar de primera mano la situación que atraviesa un país cuyos intereses estratégicos coinciden con los de España en un momento determinante para la estabilidad regional.
La reina Letizia llegará este martes a partir de las 19.00 hora local (21.00 hora española) a la República Islámica en un desplazamiento que se prolongará hasta el próximo 2 de junio con el objetivo de comprobar sobre el terreno la labor de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), un organismo adscrito al Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación encargado de combatir la pobreza e impulsar el desarrollo humano sostenible.
La AECID colabora con Mauritania desde hace casi 30 años, concretamente desde 1995. En 1998 se creó la Oficina Técnica de Cooperación, pero no sería hasta 2014 cuando quedaría sellado el Marco de Asociación País con la firma de la VII Comisión Mixta de Cooperación entre España y Mauritania, unos documentos que establecieron las principales líneas de trabajo que han definido la cooperación entre ambos países.
El trabajo de la AECID se extiende a través de las áreas de salud, gobernabilidad e igualdad de género, desarrollo rural y seguridad alimentaria. La importancia radica en que la estabilidad de Mauritania es la estabilidad de España, y el Gobierno valora positivamente los avances que viene registrando este país en los últimos años en diversos ámbitos, destacando como uno de los Estados más sólidos de la región.
La cooperación entre Madrid y Nuakchot se estrecha en el ámbito migratorio. El país norteafricano contuvo en 2021 los flujos irregulares con la interceptación de 128 cayucos y 9.230 migrantes, un volumen superior en un 221% al total de inmigrantes llegados a Canarias desde las costas mauritanas, según datos del Ministerio de Asuntos Exteriores. De forma simultánea, la AECID viene desarrollando una serie de proyectos destinados a ofrecer oportunidades a la juventud mauritana para que no vean como única solución la inmigración ilegal en un país donde más del 15% de la población vive en situación de extrema pobreza.
El país sahelo-sahariano comparte frontera norte con el Sáhara Occidental y Argelia, y frontera sur con Senegal y Malí. Una realidad geográfica que le obliga a vivir encajado entre el cisma diplomático entre Rabat y Argel y la crisis crónica que experimenta la región del Sahel. Sin embargo, la República Islámica atraviesa una etapa de cierta estabilidad y desarrollo a pesar de los años de corrupción, mala gobernanza y bajos salarios.
Mauritania cuenta con gas y reservas naturales, en este caso de minerales, y controla desde hace 60 años las industrias de explotación de hierro y cobre. Unas cualidades prometedoras que han atraído la inversión de actores extranjeros. Aunque es el país con menos habitantes y el PIB más bajo del Magreb, Mauritania ha mejorado sus índices económicos como resultado de los ingresos de la pesca, la minería, el petróleo y las inversiones para la próxima explotación de los yacimientos de oro y gas.
La República mauritana vio por primera vez en 2019 un traspaso pacífico del poder entre dos presidentes civiles, aunque procedentes del estamento militar. El actual mandatario, Mohammed Ould Ghazouani, cogió el testigo del exdirigente Mohamed Ould Abdelaziz, procesado por delitos de corrupción, blanqueo de capitales y enriquecimiento ilícito, en un proceso que recibió las garantías de la Unión Europea y la Unión Africana.
La reina Letizia viaja en compañía de la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Pilar Cancela Rodríguez, en el que será su séptimo desplazamiento en esta materia desde 2015, el primero que realiza a un país magrebí después de haber visitado El Salvador, Senegal, República Dominicana, Haití, Mozambique y de nuevo Honduras en plena pandemia. El último desplazamiento lo realizó el pasado mes de noviembre a Paraguay.