Construcción del Acueducto El Cuchillo II para abasto de agua potable en Monterrey

15 de julio del 2024.- Ante la crisis hídrica que afectó en 2022 a la ciudad de Monterrey y su zona metropolitana, en Nuevo León, el Gobierno de México, en coordinación con el gobierno del estado, implementó una estrategia exitosa en la que destacó la construcción del acueducto El Cuchillo II, obra desarrollada en sólo un año, tiempo en el que la ingeniería mexicana logró vencer múltiples retos técnicos.

Así lo expuso el subdirector general de Agua Potable, Drenaje y Saneamiento, de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Felipe Zataráin Mendoza, al participar en el foro “Diálogo con Ingenieros”, evento organizado por el Colegio de Ingenieros Civiles de México, y que contó con la presencia de su presidente, Mauricio Jessurun Solomou.

En la construcción del acueducto, se realizó una inversión de más de 14 mil millones de pesos (MDP), de los cuales más de 7 mil 750 MDP fueron aportación federal y el resto del gobierno estatal. Asimismo, subrayó, se necesitó la fuerza de trabajo de más de 4 mil 200 personas, entre ellas, cientos de especialistas de diversas ramas técnicas.

Zataráin Mendoza recordó que, para atender la disminución de abasto de agua, se implementó un programa de apoyo emergente que, mediante diversas acciones de atención inmediata, logró dotar de hasta mil 500 litros por segundo (l/s) a la población. Asimismo, con una visión de largo plazo, se llevó a cabo la construcción del acueducto El Cuchillo II, proyectado desde 1996 y que apenas en esta administración federal logró hacerse realidad.

Ante la necesidad de concretar este proyecto en el menor tiempo posible, abundó, el presidente de México impulsó acuerdos en los que se estableció la participación preponderante de Conagua, la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y el gobierno del estado de Nuevo León

Para ello, se creó un comité de participación social, donde se aprobaron los responsables del proyecto ejecutivo, de la fabricación de los insumos y los desarrolladores, provenientes de Nuevo León, principalmente.

En la construcción del acueducto se emplearon casi 4 millones 150 mil kilos de acero y más de 66 mil 300 metros cúbicos de concreto, para el desarrollo de las siguientes estructuras: 4 equipos de bombeo, 4 tanques de sumergencia, 11 tanques unidireccionales, 9 torres de oscilación y 6 cámaras de aire.

Además de los cruces del acueducto con carreteras, líneas de transmisión eléctrica e infraestructura de conducción de gas y combustible, otro reto que se logró vencer fue la rehabilitación de la obra de toma en la presa El Cuchillo.

Zataráin Mendoza hizo énfasis en que, ante la urgencia de dotar agua a la ZMM, el 13 de septiembre de 2023 se puso en operación un primer equipo de bombeo que suministra 1.2 metros cúbicos por segundo (m3/s) para uso público urbano. Con ello, el 22 de septiembre, a través del acueducto, llegó el agua a la planta potabilizadora San Roque. Para continuar con la atención a la crisis, se echó a andar un segundo equipo de bombeo, para iniciar la operación del acueducto e inaugurarlo en diciembre de 2023, fecha desde la que funciona sin problema alguno, aseveró.

Al hacer una reflexión sobre la situación hídrica de Nuevo León, especialmente de la ZMM, destacó que un factor fundamental es el crecimiento poblacional, ya que mientras en 2015 se requerían 13.4 m3/s, actualmente esta cifra es de 16.4 m3/s y se proyecta que en 2040 se necesiten 21 m3/s.

Por ello, recalcó, son indispensables el manejo adecuado de las presas y de las fuentes superficiales de abasto, así como fomentar las prácticas de reúso.

Aunque reconoció que se sumará el abasto proveniente de la presa La Libertad, que está en su fase final de construcción, insistió en que son necesarias la planificación y la administración eficiente del agua, para lograr el uso sustentable de los recursos.

En este sentido, concluyó que para garantizar el beneficio social de la infraestructura y garantizar Derecho Humano al Agua, es indispensable encontrar el balance entre la demanda y la sustentabilidad, para lo cual se requiere no solo de la participación del Gobierno Federal, sino también de esfuerzos locales enfocados a incrementar la eficiencia en la distribución y el uso en las ciudades.

Hizo énfasis en que esta obra, que dota de más agua para la región, no debe ser considerada una solución definitiva ante el creciente incremento de la población, pero permite a la ZMM atender sus necesidades actuales de agua y dar oportunidades para una mejor planeación urbana.

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