ITESO lanza iniciativa Access donde abordará la crisis climática en sistemas fluviales
Access se propone como una plataforma para el intercambio de conocimientos, culturas e ideas necesario para la formación integral.
Lunes 21 de octubre de 2024.- La crisis climática representa un reto multifacético que requiere una aproximación interdisciplinaria y colaborativa. En este sentido, el ITESO, la Universidad de Windsor (Canadá) y el Tecnológico de Virginia (Estados Unidos) lanzaron la iniciativa Access: Addressing the Climate Crisis Through Enhanced Stream Ecosystems Assessments– Abordando la Crisis Climática a través de Evaluaciones Mejoradas de Ecosistemas Fluviales.
Este programa de cooperación académica internacional busca establecer un intercambio intercultural sostenible y un entorno de aprendizaje práctico para estudiantes mexicanos, estadounidenses y canadienses, permitiendo que participen en actividades que reduzcan las barreras de los cursos y los costos para los estudiantes de ciencias e ingeniería, ofreciendo la oportunidad de aprender de expertos de los tres países en temas de hidrología, ecología y entomología.
Los estudiantes participantes del programa se desarrollarán en campos colaborativos de estudio en México y Canadá, integrando aspectos físicos, químicos y biológicos de los ecosistemas de agua dulce, mientras obtienen conocimientos en contextos culturales y paisajísticos locales. Adicionalmente, el programa integrará conocimiento y prácticas indígenas, particularmente en Canadá, con la intención de ofrecer una aproximación holística y culturalmente sensitiva de la gestión ambiental.
La iniciativa ACCESS contará con recursos del Fondo de Innovación 100,000 Strong in the Americas, administrado por Partners of the Americas y la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, como parte de un programa que fomenta la educación, la colaboración y la búsqueda de un futuro sostenible.
Esta asociación, apoyada por Global Affairs Canada, Amazon y el Departamento de Estado de Estados Unidos, es una plataforma dinámica para el intercambio de conocimientos, culturas e ideas que dote a estudiantes y profesores de las habilidades necesarias para responder a las necesidades sociales y laborales del siglo XXI.
Un esfuerzo regional
Durante el lanzamiento de ACCESS, Alexander Zatyrka Pacheco, SJ, rector del ITESO, mencionó que este es un hito significativo en la trayectoria académica de la universidad, pues reúne los valores intelectuales y el espíritu innovador de tres instituciones educativas de gran prestigio, y los orienta hacia una de las cuestiones más urgente de nuestro tiempo: la crisis climática y su impacto en los ecosistemas de agua dulce.
“Este programa verá a estudiantes y universidades trabajando juntos en pequeños grupos de investigación, combinando experiencia en ecología, ciencias ambientales, ingeniería y ciencias sociales (…). La iniciativa proveerá experiencias de aprendizaje en ciencia sobre ecosistemas fluviales, incorporando estrategias de mitigación de cambio climático a través de competencias locales y nacionales”, explicó.
Raúl Arturo García Huerta, director del Departamento de Procesos Tecnológicos e Industriales (DPTI), mencionó que esta alianza entre el ITESO, el Virginia Tech y la Universidad de Windsor, en el marco del programa 100.000 Strong in the Americas, “promete tener un impacto transformador más allá de las fronteras”. Resaltó que ACCESS resuena muy bien con la visión de este fondo de inversión, que busca apoyar iniciativas que promuevan la unión de la región a través de la educación, la colaboración y la búsqueda de un futuro sostenible.
Lejos de ser un mero ejercicio académico, ACCESS se propone como una plataforma para el intercambio de conocimientos, culturas e ideas necesario para la formación integral “de la nueva generación de líderes que no sólo son técnicamente competentes, sino también cultural y lingüísticamente fluidos; quienes abordarán los problemas acuciantes de nuestro tiempo con creatividad, compasión y una perspectiva global”, mencionó García Huerta.
El académico confió en que la subvención otorgada es una inversión en el futuro colectivo. “Se trata de crear conexiones duraderas entre instituciones, entre países y entre personas, así como de garantizar que las soluciones que desarrollamos sean tan inclusivas y diversas como las comunidades a las que pretenden servir”, dijo.
Sally Entrekin, académica del Virginia Tech, apuntó que la colaboración significativa y la enseñanza centrada en los estudiantes serán la brújula para seguir realizando las investigaciones. Recordó también que los trabajos conjuntos entre Virginia Tech y el ITESO datan de 2018, desde entonces con el apoyo del fondo de Innovación 100.000 Strong in the Americas.
Catherine Febria, académica de la Universidad de Windsor, celebró que esta alianza cuente con el respaldo de universidades, organizaciones de la sociedad civil e instancias gubernamentales de los tres países. Mencionó que a través de la ciencia es posible encontrar herramientas y estrategias para mejorar los sistemas hidrográficos de la región.
“La ciencia es muy clara: restaurar los sistemas de agua dulce requiere de alianzas como esta que estamos celebrando aquí. El agua no conoce de fronteras, es un valor que compartimos como comunidades y países, por lo que nuestro compromiso debe estar en enseñar para tener el mayor impacto posible”, dijo.
Amy Scanlon, cónsul general de Estados Unidos en Guadalajara, reconoció el compromiso de las tres universidades en torno a temas ambientales y aplaudió la colaboración entre academia, gobierno y sector privado para diseñar las formas más eficaces de abordar la crisis medioambiental.
“Este programa es un gran ejemplo de lo que podemos lograr cuando trabajamos juntos, uniendo fuerzas alrededor de un problema tan importante para los tres países. Los problemas ambientales a los que nos que enfrentamos hoy en día requieren soluciones globales, no sólo de un país o de una comunidad. Programas como este son esenciales para desarrollar estrategias sostenibles”, apuntó, y añadió que un segundo objetivo es lograr la sensibilización y la generación conocimiento entre los jóvenes.
Frank Le, cónsul de Canadá en Guadalajara, mencionó que los trabajos en esta iniciativa pueden tener un impacto importante en términos medioambientales pero también sociales. “Profesores, estudiantes y profesionales, los líderes de hoy y mañana, están teniendo un impacto práctico en algunos de los desafíos más apremiantes que tenemos”, dijo.
Datos para moldear actuares
Sally Entrekin, quien está al frente del Laboratorio de Entomología Acuática del Virginia Tech, impartió en el ITESO la conferencia “Colaboración internacional: afrontar el cambio climático mejorando las evaluaciones de los ecosistemas de los arroyos”. Explicó que parte de su investigación la dedica al estudio de los macroinvertebrados y sus interacciones con el ecosistema como elementos para determinar la calidad de los sistemas de agua dulce.
De acuerdo con la investigadora, la pérdida de la diversidad biológica en cuerpos de agua se debe a diversos factores, como cambios en las precipitaciones y en los patrones de temperatura, así como la explotación de cuencas hidrográficas y, por supuesto, la contaminación y la actividad humana. “Una consecuencia inesperada de esta disminución de la fauna es que usamos estos animales para evaluar la calidad de nuestra agua dulce. Sabemos (a través de su presencia y características) si las aguas son aptas para nadar, beber o pescar”, dijo.
Este tipo de conocimiento ha sido impulsor de diversas legislaciones en el tema. “Nuestro objetivo es seguir trabajando en la ciencia para ayudar a que las evaluaciones de las aguas sean claras, progresivas y muy sensibles, de modo que podamos detectar los cambios en un espectro muy amplio, pero también en pequeños incrementos. Queremos conocer todo el gradiente de cambio para poder ser progresistas en nuestra política y tomar acción; ahí es donde estamos ahora”, señaló Entrekin.
Durante su estancia en el ITESO, la académica trabajó con profesores y estudiantes de la comunidad universitaria para recabar datos que puedan predecir parámetros hidroquímicos y microbiológicos en el río Santiago, que puedan a su vez ser utilizados como insumo para la toma de decisiones.
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