Realiza INE Conferencia Estacional de Verano 2019 “Democracia y Sexualidad”
La investigadora Marta Lamas planteó los elementos centrales de una ética sexual democrática
Cuando se piensa en cómo el sexo, el género, la identidad, la expresión de género y la orientación sexual han sido históricamente determinantes para saber cómo ejercemos nuestros derechos, la sexualidad y la democracia son conceptos que confluyen, se entrelazan, se interrelacionan y se nutren mutuamente, señaló la Consejera Dania Ravel al presentar la Conferencia Magistral Estacional de Verano 2019, “Democracia y sexualidad”, impartida por la etnóloga e investigadora, Marta Lamas.
En el Auditorio del Instituto Nacional Electoral (INE) y ante la presencia del Consejero Presidente, Lorenzo Córdova Vianello, Ravel Cuevas estableció que el género ha sido una excusa para la exclusión, ha sido una barrera para el ejercicio de los derechos humanos de las mujeres y de las personas de la comunidad LGBT, porque no se ajusta a las categorías de género establecidas.
“La diferencia no puede traducirse en desigualdad”, afirmó, al destacar que la identidad de género, la expresión de género, la orientación sexual, se han tratado de utilizar como pretextos para la desigualdad, por lo que es evidente la vinculación que existe con la democracia, porque se convierten en un reto para la existencia de la misma.
Previamente, el Consejero Presidente explicó que la ponencia de Marta Lamas se circunscribe en un ciclo de conferencias estacionales en las que el Instituto invita a prestigiados intelectuales, investigadores y académicos nacionales e internacionales
Destacó que, además de acuciosa analista política, Marta Lamas ha sido una demócrata comprometida, una luchadora social por la democracia y las causas de la inclusión y la igualdad, “se ha convertido, para muchos, como referente de una generación que es la autora del proceso de apertura democrática del país”.
Una política sexual democrática, debería de centrarse en el carácter ético del intercambio sexual
En su conferencia, la investigadora Martha Lamas abordó las prácticas sexuales deseables y las indeseables en una democracia, qué tipo de política sexual conlleva el ideal democrático, así como los elementos centrales del debate acerca de una ética sexual democrática.
“En México se ha ido desarrollando un conjunto de regulaciones, políticas, legales y sociales respecto a la sexualidad, que han ido estableciendo qué prácticas son buenas o malas, naturales, antinaturales, decentes o indecentes, que inhiben muchas formas de expresión sexual, al mismo tiempo que estigmatizan ciertos deseos y actos”, subrayó.
Consideró que una política sexual democrática, debería de centrarse en el carácter ético del intercambio sexual, “más que invocar una única moral auténtica para reducir la sexualidad a sus fines reproductivos, una ética democrática plantea la posibilidad de una relación sexual placentera y responsable con otro ser humano, independiente del cuerpo o de la identidad que se tenga. Si es ético, no radica en un cierto uso de los orificios de órganos corporales”.
Marta Lamas sostuvo que plantear una política sexual democrática “implica un proceso más amplio de democratización en el que se desmantelen definitivamente las barreras que restringen el potencial y el crecimiento individual”.
Dijo que una política sexual adecuada es que existe un pluralismo respecto a la sexualidad y donde lo ético es que los intercambios sexuales se den con consentimiento y responsabilidad y desde este punto se reconsideren y reformulen las leyes y las políticas públicas.
“Un proyecto verdaderamente democrático debería de ser capaz de producir un sentido crítico acerca de las experiencias desiguales de las mujeres y los hombres en materia de libertad y disfrute sexual”, afirmó.