8 de diciembre de 2025

¿Qué trámites necesitas para abrir una empresa en México?

Iniciar una empresa en México implica cumplir con una serie de trámites administrativos, legales y fiscales. Aunque el proceso puede parecer complejo al principio, al entender cada paso es posible organizar todo de forma ordenada y avanzar sin mayores complicaciones. Tanto si se trata de un negocio tradicional como de una tienda en línea, abrir una empresa requiere establecerla legalmente para que pueda operar, facturar y tener acceso a servicios como cuentas bancarias o sistemas de cobro electrónico.

El primer paso fundamental es decidir el tipo de sociedad que se va a constituir. En México, los más comunes son la Sociedad Anónima (S.A.) y la Sociedad de Responsabilidad Limitada (S. de R.L.). Esta elección influye en aspectos como la estructura interna de la empresa, los derechos y obligaciones de los socios y los reportes fiscales exigidos. También existen otras figuras como la Sociedad por Acciones Simplificada (S.A.S.), pensada para pequeños negocios que pueden registrarse de forma más rápida.

Contar con asesoría desde el principio puede marcar la diferencia, sobre todo cuando se trata de evitar errores costosos o retrasos innecesarios. Muchos emprendedores acuden a despachos contables o notariales para obtener acompañamiento en las primeras etapas. Además, existen plataformas en línea como “Tu Empresa” del gobierno mexicano, que agilizan algunos procesos y permiten hacer varios trámites desde internet.

Una vez constituida formalmente, la empresa debe establecer cómo recibirá pagos, especialmente si venderá por internet. Existen plataformas que ofrecen soluciones integrales para vender con tarjeta, generar enlaces de cobro o integrar un check out personalizado en una tienda virtual, lo cual facilita las transacciones y da mayor profesionalismo al negocio.

Constituir legalmente la empresa es el punto de partida obligatorio

Para operar legalmente, una empresa en México necesita estar constituida ante notario público. Este trámite incluye redactar y firmar el acta constitutiva, que contiene datos clave como la razón social, el objeto social, el domicilio fiscal, los datos de los socios y el capital aportado. El notario se encarga de inscribir este documento en el Registro Público de Comercio.

En paralelo, se debe definir el régimen fiscal bajo el cual operará la empresa. Esto dependerá del tipo de actividad, el volumen de operaciones previsto y si se tendrá personal contratado o no. El acta constitutiva también establece quién será el representante legal, figura responsable de firmar documentos, contratar servicios y representar a la empresa ante autoridades.

Una vez constituida, se obtiene una copia oficial del acta y el folio mercantil. Estos documentos serán solicitados en casi todos los trámites posteriores. Sin este paso, no se puede abrir una cuenta bancaria empresarial ni obtener el RFC, por lo tanto, es indispensable iniciar por aquí.

Actualmente existen plataformas como Legalario o EasyLex que permiten redactar el acta constitutiva de manera digital y coordinar con notarios en distintas ciudades, lo cual acelera el proceso. Algunas incluso ofrecen paquetes que incluyen varios trámites legales básicos para emprendedores.

Registrar el RFC y obtener la firma electrónica es indispensable para facturar

El siguiente trámite esencial es inscribirse ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT) para obtener el Registro Federal de Contribuyentes (RFC). Este número identifica a la empresa ante el sistema fiscal mexicano y permite emitir comprobantes fiscales digitales (CFDI), presentar declaraciones mensuales y realizar pagos de impuestos.

Para obtener el RFC, se debe agendar una cita en el SAT y presentar el acta constitutiva, identificación del representante legal y comprobante de domicilio. En esa misma cita, se puede tramitar la firma electrónica (e.firma), que permite realizar trámites fiscales en línea y es obligatoria para presentar declaraciones.

Contar con un contador desde esta etapa es muy recomendable. La gestión de impuestos, la emisión correcta de facturas y la clasificación adecuada de ingresos y egresos son elementos que impactan directamente en la salud financiera de la empresa. Hay despachos y plataformas como Contalisto, Alegra o Bind ERP que ofrecen soluciones contables integradas especialmente pensadas para PYMEs.

Además, con la e.firma y el RFC en mano, la empresa puede empezar a usar herramientas digitales de venta y facturación. Algunas soluciones como Facturama, Siigo o QuickBooks permiten emitir CFDI desde el primer día, configurar impuestos automáticos y mantener el cumplimiento fiscal sin complicaciones.

Abrir una cuenta bancaria empresarial es parte del proceso inicial

Para separar las finanzas personales de las del negocio, abrir una cuenta empresarial es un paso clave. Esto permite recibir pagos, realizar transferencias, pagar a proveedores y acceder a productos financieros especiales como terminales de cobro o líneas de crédito.

Los requisitos básicos para abrir una cuenta empresarial son el acta constitutiva, el RFC, la e.firma, comprobante de domicilio y una identificación del representante legal. Algunos bancos también piden referencias personales o comerciales. BBVA, Banregio, Santander y HSBC tienen productos diseñados para pequeñas y medianas empresas, que incluyen chequera, acceso a banca en línea y promociones en terminales de pago.

Trámites municipales, de seguridad social y licencias según el giro

Una vez establecidos los aspectos fiscales y bancarios, hay que revisar qué permisos adicionales se requieren según el tipo de negocio. Por ejemplo, si se va a operar en un local físico, es necesario tramitar el permiso de uso de suelo ante la alcaldía correspondiente. Este permiso verifica que el giro del negocio está permitido en esa zona.

También puede ser necesario tramitar una licencia de funcionamiento, especialmente si el negocio estará abierto al público. Esta licencia varía según el estado y el municipio, por lo que es importante consultar con la autoridad local correspondiente. En negocios de alimentos, farmacias o servicios médicos, se exigen permisos adicionales de salubridad.

Si la empresa contratará personal, se debe dar de alta en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Esto permite inscribir a los empleados en la seguridad social, otorgarles acceso a servicios médicos y cumplir con las obligaciones laborales. También es necesario inscribirse en el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (INFONAVIT) y en el sistema del INFONACOT, en caso de que se otorguen prestaciones adicionales.

No todos los negocios requieren los mismos permisos, pero sí es importante verificar los requisitos específicos para evitar multas o clausuras. Las cámaras empresariales, como la CANACO o la COPARMEX, suelen brindar asesoría gratuita en este tipo de trámites, lo que puede ser de gran ayuda en las primeras etapas.

La digitalización del negocio permite operar de forma más ágil desde el inicio

Actualmente, muchas herramientas tecnológicas facilitan la operación de una empresa desde sus primeras semanas. Automatizar procesos, integrar canales de venta y digitalizar la administración interna no sólo mejora la eficiencia, sino que también genera confianza en los clientes.

También se puede conectar el negocio a redes sociales como Instagram, Facebook o TikTok para generar tráfico y atraer clientes. Servicios como Meta Business Suite y Google Mi Negocio permiten gestionar reseñas, mensajes y campañas publicitarias desde un solo panel.

 

 

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