18 de diciembre de 2024

Las relaciones de igualdad entre las personas coadyuvan a una sociedad más justa y democrática: Consejera Dania Ravel

La comunicación crea realidad, hay palabras que ya no caben en una sociedad diversa e incluyente: Nicko Nogués, Fundador del Instituto #demachosaHOMBRES

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Es necesario eliminar la creencia de que existen espacios, trabajos y comportamientos exclusivos para hombres y mujeres, así como cambiar el discurso para contribuir en la creación de una sociedad más justa y democrática, afirmó la presidenta de la Comisión Temporal para el Fortalecimiento de la Igualdad de Género y No Discriminación del Instituto Nacional Electoral (INE), Dania Ravel Cuervas.

Al dar la bienvenida a la conferencia “El Poder de las Historias”, actividad de sensibilización en materia de nuevas masculinidades, impartida por el defensor de los derechos humanos, Nicko Nogués, fundador del Instituto #demachosaHOMBRES, Ravel Cuevas sostuvo que el ensalzamiento de lo macho pone en riesgo la salud y la vida de hombres y mujeres, además de que afecta el pleno desarrollo de la sociedad.

La Consejera Ravel aseguró que “en el discurso se reproducen roles y estereotipos de género que afectan la forma en la que los hombres construyen sus masculinidades; es decir, cómo se representan y construyen su identidad”.

Explicó que “la masculinidad hegemónica”; es decir, el modelo referente a la existencia de una única forma de ser hombre: activo, fuerte, valiente, que no expresa emociones, que debe ser jefe de hogar y proveedor, responsable y autónomo, se encuentra fuerte e indisolublemente vinculada con la figura del “macho” que se define por el abuso, por la degradación de lo femenino.

En consecuencia, se ha reproducido y normalizado la violencia en contra de la mujer en diferentes ámbitos, incluso en el político. “Para erradicarla es necesario primero comprender que el colectivo en su conjunto sí la reproduce, perpetúa y normaliza”.

Para muchos varones, agregó, la violencia y discriminación que sufren las mujeres han sido superadas, a pesar de que en distintos municipios de 18 estados del país se ha declarado Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (Campeche, Colima, Chiapas, Durango, Estado de México, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Quinto Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Veracruz y Zacatecas).

La Consejera Ravel citó como ejemplo el ámbito político-electoral, en el que se justifica que la presencia desigual entre hombres y mujeres en estos espacios se debe a que a ellas no les interesa la política y, frente a la violencia política por razón de género, se asegura que es el resultado de que las acciones afirmativas y el principio de paridad hayan sido impuestos.

“El INE como autoridad electoral ha llevado a cabo diferentes acciones que buscan combatir estas ideas y erradicar la violencia política contra las mujeres en razón de género, ya que es el principal problema que tenemos las autoridades para garantizar que las mujeres puedan ejercer plenamente sus derechos político electorales”.

Es momento, dijo, que comiencen a escribirse nuevas historias contadas por los hombres, inspiradas en una nueva forma de relacionarse con las mujeres y entre los mismos hombres.

 

La comunicación crea realidad

En su conferencia, Nicko Nogués, fundador del Instituto #demachosaHOMBRES, reflexionó sobre el hecho de que la comunicación crea realidad, “y la forma más simple de crear realidad es con las historias que contamos todos los días muy estereotipadas” y hay palabras que ya no caben en una sociedad diversa e incluyente.

“El uso y abuso de esas palabras han construido una realidad con una única, verdadera y hegemónica masculinidad, donde ser hombre supone dominar y someter a la mujer”, subrayó.

Por ello, dijo que se debe ser muy cuidadoso con las palabras que se usan para contar historias y evitar perpetuar roles de identidad y orientación sexual para promover otro tipo de valores.

Las historias se pueden cambiar por uno mismo, “somos las historias que nos contamos”, por lo que convocó a los asistentes a ver qué nos contamos como sociedad, en el trabajo y las relaciones personales, para usar las mejores palabras posibles para ser más inclusivos.

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