EdoMéx impulsa la comercialización de los bordados de mujeres mazahuas
Conjuntan esfuerzos Asociación Cihuame y el IME para llevar a cabo capacitaciones y elevar la calidad de los productos artesanales
Villa de Allende, Estado de México, 18 de agosto de 2019. La Asociación Civil Cihuame, junto con diferentes instancias del Gobierno del Estado de México, apoya a mujeres mazahuas en distintas comunidades de los municipios de Villa de Allende y Villa Victoria, para que tradiciones ancestrales como los bordados en lana y tela encuentren un giro a través de la comercialización a escala estatal, nacional e internacional.
A través de capacitación, cursos y apoyos otorgados por la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco), a través del Instituto Mexiquense del Emprendedor (IME), más de un centenar de personas que vivían en un contexto de violencia y marginación han modificado sus patrones de desarrollo al elevar la calidad de sus productos, permitiéndoles acceder a una vida diferente al tener ingresos procedentes de la venta de sus artesanías.
La Presidenta de la Asociación Cihuame, Evangelina Ávila Marín dio a conocer que las mujeres que son apoyadas provienen de zonas rurales, quienes no dejan su comunidad ni sus responsabilidades familiares que adquieren al ver partir a sus parejas durante semanas para irse a trabajar en el rubro de la construcción.
Tal es el caso de Dalila Martínez González, mazahua del municipio de Villa de Allende, quien elabora bordados con nuevos colores, junto con otras personas para que se expendan a través de la Asociación.
“Buscamos sacar nuestras costuras, nuestro trabajo pues lo que queremos es trabajo, si a nosotros nos buscan un lugar para expender, estaríamos más que contentas, obtener un dinero trabajando, el trabajo, el apoyo para poder realizar lo que sabemos, porque desde que éramos pequeñas hasta ahorita, seguimos bordando, desde los 12 años bordamos, hacemos las estrellas, mazorcas, jarritos, palomas y algunas otras labores que podamos arreglar, generalmente lo que se ve en la comunidad”, comentó Dalila.
Por su parte, Evangelina Ávila indicó que las mujeres mazahuas reciben capacitación para que reconozcan que sus bordados son importantes en la preservación de la cultura y como una forma de progresar económicamente.
“Ellas decían es un bordado que no vale nada, “es un bordado que mi mamá, mi abuelita me enseñó hacerlo”, pero no se dan cuenta de que ellas son portadoras de esa tradición de bordados, que vienen de generación en generación”, expresó.
Al lograr que ellas comprendan el valor cultural se consigue que sus bordados pasen del ámbito privado y familiar al público, y se les pide que los muestren para que los conozca el resto de la sociedad y también a nivel internacional, afirmó Ávila Marín.
“Al ser escuchadas por el IME se asumen diferentes, importantes y al recibir sus reconocimientos y un documento oficial al finalizar el curso, que tiene su nombre, se sienten como el centro, como lo más importante y eso es un empoderamiento personal y comunitario, no obstante, junto con el instituto, les estamos enseñando que es valioso y lo pueden comercializar”, aseguró.
“Podemos trabajar para estar mejor, lo poco que se obtiene, lo tratamos de repartir para mejorar, más en estos lugares que son pueblos lejanos de la ciudad”, aseguró Dalila.
Por el momento, Cihuame, Sedeco e IME conjuntan esfuerzos para que quienes son beneficiadas con créditos, los puedan cubrir a tiempo.
Asimismo, destacó que productos como toallas, bolsas y cuadros se comercializan en empresas como regalos corporativos, sobre todo los cuadros bordados, en donde va el distintivo o la calcomanía que establece que están ayudando a que una mujer mazahua o rural se empodere económicamente, a la vez que ellas reciben el pago justo por su trabajo.
Evangelina Ávila informó que, en breve, llevarán a cabo exportaciones con la Universidad de Phoenix, Arizona, en Estados Unidos, y mediante un convenio podrán comercializar a través de una página electrónica, donde se destaquen todas las características del proyecto que está compuesto por mujeres rurales a quienes les llega el dinero y al mismo tiempo están ayudando a preservar tradiciones.
Apuntó que aun cuando han puesto su máximo esfuerzo en la producción de bolsas, también hay mujeres dedicadas a la panadería y cocina, colocando galletas, panqués y dulces en el mercado regional.