INEGI presenta resultados de la Encuesta Nacional sobre Productividad y Competitividad de las MIPYMES (ENAPROCE) 2018
Provee información estadística básica para el cálculo de indicadores relevantes como productividad, competitividad o capacidades gerenciales, entre otros.
La ENAPROCE 2018 provee información estadística básica para el cálculo de indicadores relevantes como el de la productividad, la competitividad o las capacidades gerenciales, entre otros, los cuales representan una herramienta fundamental para el seguimiento del desempeño de las empresas y los sectores económicos a los que pertenecen.
Al presentar los resultados de la ENAPROCE 2018, Julio A. Santaella, presidente del INEGI, señaló que en nuestro país la mayoría de las empresas son micro, pequeñas o medianas y gran parte de la actividad económica y el empleo en México está estrechamente ligado a ellas; de ahí la trascendencia de contar con información estadística para caracterizarlas.
Julio A. Santaella dijo que la encuesta genera estadística básica sobre habilidades gerenciales y de emprendimiento, fuentes de financiamiento, cadenas productivas, capacidades tecnológicas y de innovación, ambiente de negocios, así como apoyos gubernamentales que reciben para contribuir al fomento de la cultura empresarial.
Graciela Márquez Colín, titular de la Secretaría de Economía, señaló que el esfuerzo que hace el INEGI por proporcionar información de los temas de la agenda nacional, de los grandes problemas del país, es algo que debemos valorar en su justa dimensión. “Tenemos en el INEGI no solamente una institución muy sólida que, rápidamente cuando uno piensa en el INEGI lo relaciona con los censos de población y económicos, pero realiza esfuerzos como el que hoy presentamos”, puntualizó.
Graciela Márquez mencionó que la ENAPROCE es un esfuerzo para mirar con mucho mayor detenimiento la realidad; en este caso la realidad económica del país. Esta encuesta, junto con otras encuestas de este mismo nivel de desagregación, hacen que contemos con información para mejorar el desempeño de la política pública.
La Secretaria de Economía está usando esta información a través de la unidad de desarrollo productivo desde donde identificamos los retos que implica el desarrollo de las MIPYMES. “Tenemos que hacer que las MIPYMES sean una fuente de crecimiento muy amplio en la economía mexicana”.
José Luis Beato González, Secretario de Desarrollo Económico de la Ciudad de México, dijo que para la AMSDE el trabajo realizado en forma conjunta con el INEGI y apoyado a través del Fondo Nacional Emprendedor es fundamental para las actividades que se realizan desde la Secretaría de Economía Federal y de los estados.
La Titular de la Unidad de Desarrollo Productivo de la Secretaría de Economía, Ana Bárbara Mungaray Moctezuma, informó que se ha iniciado ya el rediseño de la política pública para el desarrollo de las micro, pequeñas y medianas empresas mexicanas, tomando como base ENAPROCE 2015. Sin duda, añadió, la encuesta 2018 será de gran valor, porque proporciona información valiosa para mejorar.
Concluyó: La nueva estrategia de política pública de apoyo a las MIPyMES del país tiene como principios básicos una distribución regional de los recursos, que propicie un desarrollo más equitativo y el aprovechamiento de oportunidades estratégicas de inserción en los mercados, con el objetivo de reactivar la economía desde la perspectiva de inclusión social.
Asistió también al evento el Director General de Estadísticas Económicas del INEGI, Arturo Blancas Espejo.
PRINCIPALES RESULTADOS NACIONALES
Durante 2018 se registraron poco más de 4.1 millones de micro, pequeñas y medianas empresas (MIPyMES) en México, clasificadas en los sectores de manufacturas, comercio y servicios privados no financieros.
En 2017 el 15.3% de las MIPyMES impartió capacitación a sus trabajadores. El 61% de las personas que recibieron capacitación eran hombres y 39% eran mujeres.
Siete de cada diez empresas que no impartieron capacitación señalaron que el conocimiento y las habilidades de su personal son los adecuados; 13.2% manifestó que contrata personal que ya está capacitado y 4.7% considera que el costo es elevado.
El 25% de las MIPyMES solucionó los problemas que se presentaron en el proceso productivo y además emprendió acciones para evitar que sucedieran nuevamente. En tanto, 21.5% dio solución al problema, pero no llevó a cabo acciones posteriores.
El 28.2% de las PyMES monitorea de tres a cinco indicadores claves del desempeño y un 8.8% monitorea de diez o más indicadores, mientras que un 66.5% de las microempresas no monitorea indicadores.
Si a las MIPyMES se les ofreciera un crédito bancario en términos del 2018, 7 de cada 10 no lo aceptarían, y de éstas, seis de cada diez consideran que son caros, en tanto que 2 de cada 10 expresaron que no lo necesitan.
De las empresas que tuvieron financiamiento en 2017, ocho de cada diez lo utilizaron para comprar insumos, 27.5% para adquirir maquinaría y 25.6% para el pago de otros créditos.
El 95.4% de las empresas no participa en cadenas globales de valor y el 34.8% señala que se debe a que no tienen información de cómo hacerlo, 19.1% considera que no es necesario y 15.5% no le interesa participar en dichas cadenas.
Tres de cada diez empresas que participaron en cadenas globales de valor consideran que el principal beneficio que obtienen es el acceso a otros mercados, mientras que una quinta parte señaló contar con mayor estabilidad de la demanda y de los precios.
La muestra se integró por las empresas provenientes del Marco Estadístico Nacional de Unidades Económicas (MENUE), alimentado por el Registro Estadístico de Negocios de México (RENEM) actualizado al tercer trimestre del 2017 y cuya actividad económica pertenece a manufacturas, comercio y a los servicios privados no financieros considerados por el SCIAN 2013.
El tamaño de la muestra entre las micro, pequeñas y medianas empresas fue de 22,188 empresas. Los dominios de estudio son: a) Nacional – Gran Sector, b) Nacional – Tamaño de empresa y c) Entidad federativa – Sector estratégico únicamente para PyMES.