22 de diciembre de 2024

Proponen legislación para prevenir suicidio juvenil

Datos del INEGI, revelan que en 2016 ocurrieron 6 mil 291 suicidios, lo que representa una tasa de 5.1 suicidios por cada 100 mil habitantes.

En el marco del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, la diputada Patricia Báez Guerrero dijo que este fenómeno va a la alza en México y el Estado no ha logrado contener el problema ni mucho menos hacerlo parte de su agenda de prioridades.

 

Ante ello, presentó este martes una iniciativa para reformar los artículos 2, 23, 25, 29 y 30 de la Ley de los Derechos de las Personas Jóvenes CDMX.

 

“Convertir las políticas públicas en materia de prevención como un tema fundamental de las autoridades. Este problema al igual que los mencionados ya en la ley, deben atenderse desde las causas que los originan”, expresó la panista, integrante de la Comisión de Juventud.

 

Lo que se propone, de acuerdo a la iniciativa, es brindar el apoyo y asesoría a los jóvenes con indicios o experiencia suicida, creando los mecanismos necesarios para evitar estas conductas.

 

Se trata de garantizarles el derecho a la educación preventiva, nutrición, de cuidado especializado, promoción a la salud sexual y reproductiva, prevención de embarazos no planeados, el acceso a la información y la provisión de métodos anticonceptivos.

 

Además, orientar sobre patrones alimenticios dañinos y atender temas como alcoholismo, tabaquismo, el uso problemático de drogas y supervisar el estado de salud física y mental de los jóvenes.

 

Para Báez Guerrero, el creciente número de casos de suicidio se da por la falta de sensibilización sobre este problema y al tabú que lo rodea para que se hable abiertamente de ello.

 

Datos del INEGI, revelan que en 2016 ocurrieron 6 mil 291 suicidios, lo que representa una tasa de 5.1 suicidios por cada 100 mil habitantes. La Organización Mundial de la Salud considera el suicidio como un problema grave de salud pública y señala que los efectos en las familias, los amigos y la sociedad, son complejos y perduran aún mucho tiempo después de la pérdida.

 

“En la mayoría de los casos de suicidio, se presenta un elemento de comunicación en el comportamiento del adolescente y que se manifiesta con llamadas de auxilio. Éste empieza con ideas suicidas y puede presentarse de forma verbal, mediante amenazas o fantasías, o de manera no verbal”.

 

De acuerdo al documento, el suicidio es el resultado de un acto de la víctima dirigido contra su propia vida y que puede ser una autolesión, o la realización de una actividad peligrosa que, conducirá a un accidente fatal.

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