21 de diciembre de 2024

Anestesiólogo del IMSS, un ejemplo de compromiso social

Tras recuperarse de COVID-19, el doctor Benjamín Benavidez Franco regresó a laborar al HGZ No. 27 en la CDMX y continúa atendiendo pacientes con esta enfermedad.

El doctor, quien labora en el Hospital General de Zona No. 27 “Dr. Alfredo Badallo García” del IMSS, participó en el proceso de adaptación de este nosocomio como un Hospital COVID-19 y en el desarrollo de toda la infraestructura necesaria para recibir a los primeros pacientes con sospecha de esta enfermedad.

 

Como jefe del Servicio de Anestesiología, apoyó en la habilitación del área COVID-19 con monitores y el equipo que hiciera falta para enfrentar esta emergencia sanitaria.

 

A sus 57 años de edad, nunca imaginó contagiarse de COVID-19, y a pesar de no padecer diabetes, no ser hipertenso y no fumar, su sobrepeso fue el único factor de riesgo que favoreció para que su sintomatología fuera muy severa.

 

“Fue el sábado 9 de mayo, recuerdo que vine a trabajar al Hospital y al llegar a mi casa me sentí muy cansado, comí y me quedé recostado en el sillón. Al día siguiente me sentía igual, pero ya con dolor de cabeza y cuerpo, el lunes acudí a urgencias de mi unidad, me realizaron la prueba confirmatoria y al no traer datos de alarma me enviaron 15 días a mi casa con confinamiento”, agregó.

 

Después de una semana, comenzó con fiebre de 39.5 y aumento de la sintomatología que no le permitió comer ni beber agua, situación que empeoró el cuadro clínico.

 

“Para el 21 de mayo ingresé a la unidad de cuidados intensivos del Hospital General de Zona No. 48 San Pedro Xalpa, con alta probabilidad de ser intubado, ya que saturaba oxígeno al 50 por ciento. Ahí permanecí cinco días con un sistema respiratorio de alto flujo de oxígeno con el cual empecé a responder poco a poco en una posición de pronación (boca abajo)”, recordó el doctor Benjamín Benavidez Franco.

 

Aunque radiológicamente la tomografía mostraba una lesión bastante importante en sus pulmones, a consideración de los médicos tratantes no hubo necesidad de la intubación.

 

“En la misma unidad se me administró plasma de pacientes COVID-19 y mi mejoría fue inmediata, mi estancia hospitalaria duró 12 días y fui egresado el 2 de junio con oxígeno suplementario a mi domicilio”, indicó.

 

Dijo que ya tiene dos meses laborando de manera normal en sus actividades, “me siento muy contento de regresar al área COVID-19 a trabajar, tengo que cumplir con un compromiso social e histórico”.

 

Después de la enfermedad, el doctor Benavidez Franco bajó aproximadamente 25 kilos.  El médico del IMSS agradeció la atención de todo el personal, “ellos lo hicieron para mí algo extraordinario, hice amistades, me siguen llamando para saber cómo me siento y afortunadamente voy mejorando poco a poco”, expresó.

 

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