AstraZeneca suspende pruebas de vacuna contra COVID-19
Una persona que se aplicó la vacuna presenta malestares, por lo que investigan si sus síntomas están vinculados con el antídoto de AstraZeneca
Los estudios de las fases finales de la vacuna contra la COVID-19 de AstraZeneca fueron suspendidas temporalmente debido a que la farmacéutica investiga si uno de sus pacientes sufrió un efecto secundario grave.
La persona presenta malestares, los cuáles aún no se sabe si están relacionados con la vacuno o si son ajenos a la inoculación.
En un comunicado emitido este martes 8 de septiembre, la compañía dijo que su “proceso estándar de revisión generó una pausa en las vacunaciones para permitir revisar los datos de seguridad”.
AstraZeneca no reveló ninguna información sobre el posible efecto secundario, aparte de llamarlo “una enfermedad potencialmente inexplicada”. El portal noticioso STAT fue el primero en reportar la pausa en las pruebas, y afirmó que el posible efecto secundario ocurrió en el Reino Unido.
Un portavoz de AstraZeneca confirmó a AP que la pausa en las vacunaciones afecta los estudios que se llevaban a cabo en Estados Unidos y otros países.
A finales del mes pasado, AstraZeneca comenzó a reclutar a 30 mil personas en Estados Unidos para su prueba más numerosa de la vacuna. Además está probando la vacuna, desarrollada por la Universidad de Oxford, en miles de personas en Gran Bretaña, y en estudios a menor escala en Brasil y Sudáfrica.
Las pausas temporales en estudios médicos a gran escala no son inusuales, e investigar cualquier posible efecto secundario grave o reacción inesperada es obligatorio. AstraZeneca apuntó que el problema pudiera ser una coincidencia; enfermedades de todo tipo pueden surgir en estudios de miles de personas.
“Estamos trabajando para acelerar la revisión de ese evento solitario para minimizar cualquier impacto potencial en el calendario de pruebas”, dijo la compañía en su comunicado.
El anuncio se produjo el mismo día en que AstraZeneca y otras ocho compañías farmacéuticas emitieron la promesa de respetar los más altos estándares éticos y científicos en el desarrollo de sus vacunas.
Esta es la vacuna que, en caso de superar con éxito todas las pruebas, se producirá en México y Argentina para proveerla a Latinoamérica y el Caribe, con excepción de Brasil, que ya tiene otro acuerdo.