OPINIÓN | 100 compromisos, no es lo mismo se cumplirán que se cumplieron
Si ya solo quedan sin cumplir 5 de los 100 compromisos ofrecidos al inicio de la actual administración, solo faltaría que alguien baje la cortina y se vayan a descansar
Como se ha vuelto costumbre en los últimos meses, durante la conferencia mañanera del lunes 28 de septiembre el presidente de la República salió a presumir que de los 100 compromisos que prometió durante la campaña y que ratificó al asumir como jefe de Estado y de gobierno, solo quedan pendientes de cumplir 5, entre ellos uno que tiene que ver con seguridad y justicia, en particular con el Caso Ayotzinapa.
Lo que no dijo es que la mayoría de los citados compromisos carecen de indicadores y metas claras, con tiempos y métricas que permitan evaluar los avances, así como el momento en que fueron cumplidos y el presupuesto destinado para tal fin, como marca toda política pública.
Llama la atención que la mayoría de ellos están redactados en indicativo futuro, por ejemplo: “se mantendrán estancias infantiles”; de tal forma que con una que permanezca abierta se dará por válido su cumplimiento, sin importar que las demás hayan cerrado sus puertas.
Otro ejemplo es el referente a las 100 universidades públicas que el titular del ejecutivo federal prometió que “funcionarán” en 2019, pero no dice donde ni cuando fueron construidas y parece ser que tampoco está obligado a entregar evidencias.
Uno que parece ser una buena intención más que un compromiso, es el referente a que el titular del ejecutivo federal mantendrá relaciones respetuosas con los poderes legislativo y judicial, cuando en los hechos ha llegado a llamar la atención a algunos Diputados por no incorporar sus indicaciones puntuales en algunas iniciativas, como pasó con la creación de la Guardia Nacional y el famoso artículo quinto transitorio que faculta a las fuerzas armadas a apoyarla y permanecer en las calles hasta el primer trimestre de 2024.
En cuanto a que el presidente de la República será respetuoso de la autonomía del Banco de México, también se queda en el terreno de lo relativo, ya que gradualmente ha colocado a sus alfiles con miras a dar el “asalto” final antes de que concluya su mandato.
Dicho en otras palabras, no es lo mismo «se cumplirán» a que «se cumplieron», como ha pasado con la mayoría de los compromisos que a casi dos años de la administración federal López Obrador los da por concluidos, pero solo de palabra porque los indicadores cuantitativos y cualitativos no aparecen por ninguna parte; es más, algunos de ellos ni siquiera los tienen.
En materia de seguridad y justicia, de los 7 compromisos iniciales signados, todos han sido cumplidos, excepto el referente al Caso Ayotzinapa y eso por la presión de los padres de familia, activistas y organismos internacionales, porque si por él presidente de la República fuera, con el solo hecho de cambiar la “verdad histórica” por la “verdad auténtica” ya lo hubiera dado por cumplido.
Sobre el particular, la redacción es muy similar a los que ya se dieron por concluidos ya que textualmente dice “se investigará a fondo la desaparición de los jóvenes de Ayotzinapa, se conocerá la verdad y se castigará a los responsables”, lo que no aclaró fue a cuáles responsables se refería, si a los que cometieron tan atroz crimen o los servidores públicos que desde su perspectiva obstaculizaron, desviaron o encubrieron actos ilícitos y con ello a los perpetradores.
Lo anterior podría interpretarse como pretender evitar que se siga comiendo carne matando al carnicero, finalmente es la salida más fácil, pero no la más idónea en tiempos electorales.
Un dato adicional y que pasó casi inadvertido en su momento fue el compromiso que textualmente dice “hoy inició el proceso de amnistía para dejar en libertad a los presos políticos o víctimas de represalias de caciques, funcionarios o gobernantes del antiguo régimen autoritario, gracias al cual fueron liberados los responsables del secuestro de dos menores de edad en enero de 2013 en Oaxaca, ambos sobrinos del ex dirigente del Consejo Coordinador Empresarial Gerardo Gutiérrez Candiani, cuya intercepción dejó un saldo de un escolta muerto.
Lo relevante de este caso fue que, entre los beneficiados con tal medida, que no tiene nada que ver con la reciente Ley de Amnistía, figuran profesores integrantes de la sección XXII de la CNTE de Oaxaca que participaron en dicho secuestro, el cual vale la pena precisar que fue perpetrado por un grupo armado con formación político-ideológica con fuerte presencia en dicha entidad.
En síntesis, si ya solo quedan sin cumplir 5 de los 100 compromisos ofrecidos al inicio de la actual administración, solo faltaría que alguien baje la cortina y se vayan a descansar, finalmente los problemas de salud, inseguridad y economía por los que atraviesa el país son culpa del coronavirus, los conservadores y los medios de comunicación que todo magnifican, pero pese a todo vamos bien, es muy fácil gobernar.
Facundo Rosas realizó sus estudios de Ingeniería en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), donde fue condecorado con la “Medalla al Mérito Universitario”; cuenta con Maestrías en Administración y en Seguridad Pública y Derechos Humanos.
Su trayectoria incluye el haber sido Director General de Terrorismo de la Policía Federal Preventiva (PFP), Director General de Análisis Táctico de la Agencia Federal de Investigación (AFI), Coordinador de Inteligencia para la Prevención de la PFP, Subsecretario de Estrategia e Inteligencia Policial de la SSP Federal, Subsecretario de Prevención, Vinculación y Derechos Humanos de la SSP Federal, entre otros cargos.
Entre marzo de 2010 y febrero de 2012 atendió directamente la problemática de violencia en Ciudad Juárez, Chihuahua en el marco de la Estrategia “Todos Somos Juárez”.