21 de noviembre de 2024

OPINIÓN | De los muertos de Calderón a los de López Obrador

Han transcurrido ya 2 años del gobierno de López Obrador y todo parece indicar que el “cementerio” heredado ha tenido que ampliarse y los adjetivos endilgados a Felipe Calderón por parte del hoy titular del ejecutivo federal terminaron alcanzándolo

De los muertos de Calderón a los de López Obrador

De los muertos de Calderón a los de López Obrador

Nos dejaron a México convertido en un cementerio”, frase utilizada el lunes 23 de julio de 2018 por la futura secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero para referirse a que el gobierno que encabezaría Andrés Manuel López Obrador resolvería el problema de violencia que los gobiernos anteriores le heredaron y que hoy tampoco han resuelto.

Dentro de 3 años los niveles de violencia serán como los de un país de la OCDE y en 6 entregaremos un México en paz”, palabras del futuro secretario de Seguridad Pública Alfonso Durazo ofrecidas al periódico “El País” y retomadas por diversos diarios nacionales el jueves 9 de agosto de 2018, sin saber que las cuentas que entregaría durante su primer año como encargado de la seguridad (2019) serían de una tasa de 29 homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes en lugar de 3.6 casos prometidos, que es el promedio de los países de la OCDE. Tan mal le fue que mejor abandonó el puesto antes de cumplir el segundo año.

Reducir 50% los homicidios dolosos en un lapso de 3 años”,  frase pronunciada por el hoy presidente López Obrador durante su toma de protesta y lectura de sus 100 compromisos el sábado 1° de diciembre de 2018; sin embargo hoy los números lo desmienten, más allá de que se hayan “cumplido” 97 de ellos.

Han transcurrido ya 2 años del gobierno de López Obrador y todo parece indicar que el “cementerio” heredado ha tenido que ampliarse y los adjetivos endilgados a Felipe Calderón por parte del hoy titular del ejecutivo federal terminaron alcanzándolo y “oficialmente” ya podemos hablar de “los muertos de López Obrador”.

Al menos eso se desprende de los datos que las Fiscalías Generales de Justicia del país reportan al Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) y que confirman que hoy estamos peor que antes, es decir que el eslogan de que “estaríamos mejor con López Obrador” resultó ser un instrumento de propaganda política, porque en la realidad las cosas están peor y los datos duros así lo confirman.

Durante los primeros 24 meses de gestión de López Obrador, es decir entre diciembre de 2018 y noviembre de 2020 se registraron 70 mil 911 víctimas de homicidio doloso y feminicidio, cantidad 11.9% mayor que las 63 mil 382 contabilizadas durante los últimos 24 meses de Enrique Peña Nieto.

Por si esto no fuera suficiente, durante los primeros 2 años de Vicente Fox se llevaban contabilizados 27 mil 118 homicidios dolosos, con Felipe Calderón 23 mil 250 y con Peña Nieto 34 mil 71 casos. El más cercano a López Obrador es Peña Nieto con 36 mil 840 casos menos y el más lejano es Felipe Calderón con 47 mil 661 casos menos.

Si hablamos únicamente de feminicidio, el incremento es mayor, ya que durante los primeros 24 meses del actual sexenio se registraron 1,864 víctimas, cantidad 14.1 por ciento mayor a los 1,634 contabilizados durante los últimos 24 meses de Enrique Peña Nieto.

Dicho en palabras más claras pero menos rentables electoralmente, en los tiempos de la autodenominada 4T la violencia no solo no ha sido contenida, sino que se ha incrementado y todo parece indicar que se les ha salido de control, como en la Ciudad de México y Guanajuato.

Volviendo al compromiso del ejecutivo federal asumido durante su toma de protesta, de reducir el 50% el homicidio doloso en solo 3 años, esto equivale a que en ese lapso se registraran únicamente 44 mil 500 víctimas (homicidio doloso y feminicidio) en lugar de los casi 89 mil que se estima se contabilizarán en 3 años, tomando como base solo los 29 mil 636 registrados en 2017. El asunto es que apenas llevamos 2 años y ya se cometieron casi 71 mil, es decir 60 por ciento más que los deberían registrarse para alcanzar la meta de los 3 años.

Por donde se le quiera ver, los compromisos anunciados en 2018 por el presidente de la República durante su toma de posesión, así como de los entonces prospectos del ya famoso gabinete de seguridad (que se reúne “diario” pero no sesiona sábado y domingo),  son imposibles de cumplir porque carecen de indicadores y metas serias, son más bien deseos de que las cosas salgan bien casi por arte de magia o por el solo hecho de que no son como antes, aunque hayan resultado peores.

Así como en materia de salud a 2 años de distancia no tenemos un sistema como el de los daneses  o los canadienses, en homicidio doloso tampoco estamos a la altura de los países de la OCDE; peor aún, ni siquiera  estamos mejor que con Felipe Calderón y Peña Nieto y eso que estaríamos mejor con López Obrador.

Por lo pronto ya es hora de que las 70 mil 911 víctimas de homicidio doloso y feminicidio acumuladas durante los primeros 24 meses de gobierno se les conozca como “los muertos de López Obrador”, al igual que a los 106 mil 765  fallecidos por Covid-19 hasta el día de ayer, esos que en un escenario “muy catastrófico” apenas llegarían a los 60 mil, porque al cruzar la línea de los 2 años no hay culpable que lo salve. Decir que están sentadas las bases de la 4T no abona en mucho, solo al trillado discurso de todos los días.

Ya no es válido decir el cementerio que me dejaron, fueron los “conservas”, el neoliberalismo y el propio Felipe Calderón; el que tiene la visión, capacidades, experiencia y los mejores cuadros para gobernar llega y resuelve, el que no, se la pasa buscando culpables de todo, hasta de las cosas que le salen bien.

*Las ideas contenidas en este texto son responsabilidad de su autor y no reflejan la postura de News Report MX

Facundo Rosas realizó sus estudios de Ingeniería en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), donde fue condecorado con la “Medalla al Mérito Universitario”;  cuenta con Maestrías en Administración y en Seguridad Pública y Derechos Humanos.

Facundo Rosas

Su trayectoria incluye el haber sido Director General de Terrorismo de la Policía Federal Preventiva (PFP), Director General de Análisis Táctico de la Agencia Federal de Investigación (AFI), Coordinador de Inteligencia para la Prevención de la PFP, Subsecretario de Estrategia e Inteligencia Policial de la SSP Federal, Subsecretario de Prevención, Vinculación y Derechos Humanos de la SSP Federal, entre otros cargos.

Entre marzo de 2010 y febrero de 2012 atendió directamente la problemática de violencia en Ciudad Juárez, Chihuahua en el marco de la Estrategia “Todos Somos Juárez”.

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