21 de diciembre de 2024

OPINIÓN | Instrucción que no es supervisada, se la lleva la…

López Obrador parece estar cumpliendo con la máxima juarista de “a mis amigos: justicia y gracia, a mis enemigos: justicia a secas”.

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Cuando a una instrucción girada al más alto nivel no se le da seguimiento hasta que se da por cumplida, termina siendo ignorada y enviada al bote de la basura.

Al menos esa es la máxima en las filas de las corporaciones del policía, algunas áreas de inteligencia e incluso de las fuerzas armadas, que a la letra dice “instrucción dada que no es supervisada, se la lleva la…”.

Lo anterior viene a colación luego que, tras el hallazgo de contratos de Pemex en los que se detectó la participación de una prima del titular del ejecutivo federal, este último instruyera al  director de la empresa productiva del Estado que no se otorgaran a su familiar;  sin embargo, lejos de cancelarlos terminaron entregándole otros más, en claro desacato de una instrucción presidencial que no fue supervisada.

Según el comunicado de Pemex, directivos de la empresa le hicieron saber a su director, y éste a su vez al presidente de la República, que una pariente suya se encontraba entre los beneficiarios de un contrato, pero la orden que dio al respecto no fue cumplida en tiempo y forma, hasta que la bomba mediática estalló.

Este hecho no tendría mayor relevancia si no es porque el ejecutivo federal lleva dos años diciendo que ya no hay corrupción en la administración pública federal que encabeza; que los únicos que incurrían en este tipo de prácticas eran los neoliberales, hoy considerados sus adversarios y por momentos sus enemigos.

Para mitigar los daños, la primera reacción fue decir que a la instancia que le metieron gol fue a Pemex, como si dicha empresa fuera autónoma. Acto seguido continuó repitiendo que “no somos iguales” a los que gobernaron en el pasado inmediato; sin embargo, el daño está hecho y ha sido más profundo de lo que aparenta y así se percibe en las “benditas redes sociales”.

Por si esto no fuera suficiente y como muestra de que las cosas no han cambiado tras la llegada de la autodenominada 4T al poder, el día del registro de aspirantes a la candidatura de Morena al gobierno de los estados donde habrá elecciones en 2021, un video que circula en internet muestra al hermano de la Secretaria de la Función Pública y ex “súper delegado” del Bienestar en Guerrero bajando de una camioneta de lujo y con personal de seguridad a su servicio en otra unidad similar, cuando se ha dicho que eso es parte del pasado, que eso solo lo hacían los conservadores.

Si el italiano Giuseppe Tomasi di Lampedusa viviera seguramente confirmaría que su novela “El gatopardo” está más vigente que nunca en México, donde se “ha cambiado todo para que nada cambie”, por lo menos es lo que se alcanza a apreciar con estas dos pinceladas que nos ha regalado la 4T en los recientes días y que todo parece indicar que vendrán otras más.

Al comenzar el segundo tercio de la actual administración y con 97 de los 100 compromisos cumplidos, todo parece indicar que la corrupción seguirá vigente, así lo confirma el más reciente reporte del INEGI, en el que destaca que entre 2017 y 2019 la cifra de personas de 18 años y más que fueron víctimas de corrupción a nivel nacional pasó de 14.6 por ciento a 15.7 por ciento, es decir que casi uno de cada seis adultos han padecido este flagelo.

De paso podría confirmar que el hecho de no sancionar a ningún integrante del gabinete legal y ampliado que han sido señalados de haber incurrido en algún acto de corrupción, es el mejor indicador para que servidores públicos de nivel de mandos medios y operativos dejen de preocuparse y continúen con dichas prácticas.

Al mismo tiempo indicaría que el peso de la ley es menor si se trata de familiares y amigos y mayor si son adversarios y enemigos, acorde a la máxima juarista de “a mis amigos: justicia y gracia, a mis enemigos: justicia a secas”.

Por lo pronto, en el “Día internacional contra la corrupción” (hoy 9 de diciembre) no hay mucho que celebrar, ya que todo parece indicar que la “perlilla” de las escobas en Palacio Nacional está desgastada y no barre las escaleras de arriba para abajo como se prometió en campaña y se comprometió el 1° de diciembre de 2018.

Ojala por ahí se encuentre escondida alguna escoba de los barrenderos de Tabasco que marcharon junto con el hoy presidente de la República entre diciembre de 1991 y enero de 1992, a lo mejor esa si barre y solo es cuestión de encontrarla.

*Las ideas contenidas en este texto son responsabilidad de su autor y no reflejan la postura de News Report MX

Facundo Rosas realizó sus estudios de Ingeniería en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), donde fue condecorado con la “Medalla al Mérito Universitario”;  cuenta con Maestrías en Administración y en Seguridad Pública y Derechos Humanos.

Facundo Rosas

Su trayectoria incluye el haber sido Director General de Terrorismo de la Policía Federal Preventiva (PFP), Director General de Análisis Táctico de la Agencia Federal de Investigación (AFI), Coordinador de Inteligencia para la Prevención de la PFP, Subsecretario de Estrategia e Inteligencia Policial de la SSP Federal, Subsecretario de Prevención, Vinculación y Derechos Humanos de la SSP Federal, entre otros cargos.

Entre marzo de 2010 y febrero de 2012 atendió directamente la problemática de violencia en Ciudad Juárez, Chihuahua en el marco de la Estrategia “Todos Somos Juárez”.

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