OPINIÓN | Segundo confinamiento, segunda mejora en percepción de inseguridad
Todo indica que la percepción de inseguridad comenzará a descomponerse a partir de abril, cuando las calles estén nuevamente llenas
Por si había alguna duda en el sentido de que la percepción de inseguridad mejora cuando la ciudadanía se encierra en sus casas, deja de acudir a sus centros de trabajo y no es víctima de algún delito, la más reciente entrega de la Encuesta Nacional sobre Seguridad Urbana (ENSU) del INEGI correspondiente al primer trimestre de 2021 así lo confirma.
La primera mejora se registró entre marzo y septiembre de 2020 cuando la percepción de inseguridad disminuyó 5.6%, al pasar de 73.4% a 67.8%, coincidente con la etapa de mayor encierro (abril y mayo) y el cese de la actividad económica, con sus negativas consecuencias.
Esta etapa de confinamiento vino acompañada de una reducción en los delitos totales del 11% durante 2020 respecto de 2019 y del 21% en delitos patrimoniales como el robo en sus diversas modalidades.
Este comportamiento en las cifras fortalece la premisa de que a menor exposición de las personas a la actividad delictiva debido al confinamiento, menor percepción de inseguridad y viceversa.
Una vez superado el primer encierro y en la medida que se fueron liberando algunas actividades no esenciales, la percepción de inseguridad rebotó ligeramente entre septiembre y diciembre, cuando pasó de 67.8% a 68.1%, es decir que en la medida que las personas abandonaron el confinamiento y estuvieron expuestas a la actividad delictiva, la percepción volvió a incrementarse.
De los resultados de la ENSU correspondientes al primer trimestre de 2021, publicados el 19 de abril del año en curso, se desprende que el segundo confinamiento, que comprendió de las últimas dos semanas de diciembre de 2020 y los primeros meses de 2021, volvió a traer consigo una mejora en la percepción de inseguridad; sin embargo ésta fue de apenas 1.7%, al pasar de 67.8 a 66.4%.
La reducción fue menor en el segundo encierro debido a que más personas continuaron con sus actividades fuera de sus domicilios respecto del primero, por lo que la mejora fue de apenas 1.7%, que si bien es estadísticamente significativa, en los hechos no representa cambio alguno, ya que la ENSU es de las que más cambios en las cifras y posiciones de las ciudades ha mostrado trimestre a trimestre desde que se levanta por parte del INEGI.
Lo anterior quiere decir que la percepción de inseguridad empeora cuando las personas salen de sus casas y se exponen a la actividad delictiva al transitar por las calles, espacios públicos y utilizan el transporte colectivo, pero mejora si no existe exposición y tampoco son testigos de la comisión de un delito, que todo parece indicar se incrementarán tras el segundo encierro.
En abono a lo anterior, ciudades y municipios que ya eran considerados seguros por parte de sus habitantes lo son más en esta nueva entrega, tal es el caso de San Pedro Garza García, cuyo porcentaje de percepción de inseguridad es idéntico a los países europeos y asiáticos.
A partir de estas premisas, todo indica que la percepción de inseguridad comenzará a descomponerse a partir de abril, cuando las calles estén nuevamente llenas y sobre todo cuando las escuelas vuelvan a tener clases en forma presencial.
De hecho en algunas entidades como Puebla, ya se registró el primer rebote en la incidencia delictiva tras el confinamiento, con un 21% de crecimiento en los delitos totales entre febrero y marzo.
En suma, es muy probable que este patrón de comportamiento se replique a nivel nacional y lo conozcamos una vez que el gobierno federal libere los datos sobre la incidencia delictiva correspondiente a marzo de 2021 y no demore intencionalmente como el mes pasado, cuando las cifras lo beneficiaban y quería salir a presumirlas, pero me temo que en esta ocasión no hay mucho que presumir.
*Las ideas contenidas en este texto son responsabilidad de su autor y no reflejan la postura de News Report MX
Facundo Rosas realizó sus estudios de Ingeniería en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), donde fue condecorado con la “Medalla al Mérito Universitario”; cuenta con Maestrías en Administración y en Seguridad Pública y Derechos Humanos.
Su trayectoria incluye el haber sido Director General de Terrorismo de la Policía Federal Preventiva (PFP), Director General de Análisis Táctico de la Agencia Federal de Investigación (AFI), Coordinador de Inteligencia para la Prevención de la PFP, Subsecretario de Estrategia e Inteligencia Policial de la SSP Federal, Subsecretario de Prevención, Vinculación y Derechos Humanos de la SSP Federal, entre otros cargos.
Entre marzo de 2010 y febrero de 2012 atendió directamente la problemática de violencia en Ciudad Juárez, Chihuahua en el marco de la Estrategia “Todos Somos Juárez”.