OPINIÓN | Delitos vuelven a la “normalidad” en abril

Al cumplirse un año de la pandemia y casi 10 meses de encierro, la incidencia delictiva retoma el nivel en que se había quedado suspendida en marzo de 2020, ya que en abril de ese año los delitos disminuyeron 43% y durante los siguientes 11 meses no volvieron a repuntar.

De acuerdo con los datos a los que se tuvo acceso (las cifras oficiales serán dadas a conocer hasta el viernes 21 de mayo), los registros de abril de 2021 tuvieron un incremento que ronda el 40%, es decir, todo lo conseguido durante el primer mes de la pandemia (43% a la baja) se habrá pulverizado.

Como muestra dos botones, uno a nivel estatal en Puebla y otro en el municipio del mismo nombre. En el primero de los casos el incremento entre abril de 2020 y abril de 2021 fue de 40.8%, al pasar de 4 mil 532 a 6 mil 383 delitos. Mientras que en el segundo, el incremento fue de 105%, al pasar de 1,157 a 2 mil 380 delitos.  

Lo anterior confirma que fue el coronavirus y no la estrategia de seguridad del gobierno federal, estatal y municipal el factor que determinó que los delitos descendieran y se mantuvieran por debajo de los 171 mil 387 entre marzo de 2020 y febrero de 2021, ya que en marzo de este año los delitos totales a nivel nacional fueron 183 mil 111.

Uno de los ilícitos que se vislumbra vuelva a subir en abril de 2021 a nivel nacional es el robo de vehículo, no solo porque en marzo del mismo año aumentó el 11% respecto de febrero, sino porque es la primera vez que repunta después de varios años a la baja, como consecuencia de que el semáforo naranja y amarillo de abril permitió que las calles, carreteras y estacionamientos públicos volvieran a saturarse de automóviles, con el consecuente riesgo de ser robados con o sin violencia.

La importancia de este ilícito radica en que mientras más vehículos robados circulen en las calles y carreteras del país, más delitos se cometerán en virtud de que tienen una doble función, la primera como parte de la “logística delictiva” por ser un medio de transporte que no deja huella de quienes cometen el delito y la segunda como “mercancía ilícita” que puede ser comercializada completa o en autopartes.

Ante esta nueva realidad las interrogantes obligadas son:

¿A quién culpará el gobierno federal cuando el 21 de mayo tenga que salir a decir que los delitos volvieron a los niveles previos a la pandemia? 

¿De qué sirvió la presencia de los 104 mil elementos de la Guardia Nacional en 200 de las 266 coordinaciones regionales que atienden las zonas prioritarias del país; qué estaban haciendo los 177 mil policías estatales y 125 mil policías municipales, si tuvo que ser la pandemia la que vino a disminuir la incidencia delictiva y ahora que se acabó el confinamiento los delitos vuelven a subir?

¿Qué puede ofrecer el candidato que dejó la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana para irse a competir por la gubernatura de Sonora y en teoría es custodiado por 75 elementos de la Secretaría de Marina, cuando al candidato a la presidencia municipal de Cajeme lo matan por no traer un solo elemento de seguridad?

Por donde se le quiera ver el “bono pandémico” comienza a consumirse y es muy probable que antes de que tomen posesión los nuevos legisladores, gobernadores y presidentes municipales, se haya diluido en su totalidad y las cifras de 2021 hayan regresado a las de 2020.

Por todo lo anterior, antes de hablar de “construcción de la paz”, lo que la sociedad exige al gobierno de la 4T son condiciones mínimas de seguridad, es decir, aquellas que permitan al ciudadano salir de su casa sin que esté en riesgo su patrimonio y su integridad física, lo demás es discurso fácil de pronunciar, difícil de entender e imposible de cumplir.

*Las ideas contenidas en este texto son responsabilidad de su autor y no reflejan la postura de News Report MX

Facundo Rosas realizó sus estudios de Ingeniería en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), donde fue condecorado con la “Medalla al Mérito Universitario”;  cuenta con Maestrías en Administración y en Seguridad Pública y Derechos Humanos.

Su trayectoria incluye el haber sido Director General de Terrorismo de la Policía Federal Preventiva (PFP), Director General de Análisis Táctico de la Agencia Federal de Investigación (AFI), Coordinador de Inteligencia para la Prevención de la PFP, Subsecretario de Estrategia e Inteligencia Policial de la SSP Federal, Subsecretario de Prevención, Vinculación y Derechos Humanos de la SSP Federal, entre otros cargos.

Entre marzo de 2010 y febrero de 2012 atendió directamente la problemática de violencia en Ciudad Juárez, Chihuahua en el marco de la Estrategia “Todos Somos Juárez”.