OPINIÓN | Me siento mal… ¿Tendré cáncer?
Nunca hay que dejar pasar el tiempo ante un malestar determinado. Acudir oportunamente al médico puede salvar la vida
Por Fernando de Jesús Hernández Estrada
La señora María Luisa, de 65 años, ya tenía 6 meses con malestares difusos de tipo digestivo. Dispepsia, agruras, náuseas, vómito, anorexia y sensación de plenitud estomacal. Aprendió desde temprana a edad a que ser quejumbrosa era un signo de debilidad y cobardía, por esa causa sólo en forma ocasional se quejaba.
Sin embargo, a su esposo ya le había pedido que la llevara al médico en tres ocasiones y él -chapado a la antigua- le pidió que tomara leche de magnesia o pastillas Tums, diciendo que no era nada grave lo que ella tenía y que los médicos sólo complicaban las cosas para cobrar más, con base en estudios, análisis y las repetidas citas, resultando en sólo pérdida de tiempo y dinero.
Llegó el momento en que ella misma se palpaba una bola en la boca del estómago y fue entonces, luego de nuevas y repetidas súplicas a su esposo, que él concedió que debía ser vista por un médico especialista.
Me tocó ser su médico y al revisarla en su visita primera se corroboraron los datos que ella había explicado y aún más: el protocolo de manejo diagnóstico no requirió de mucho camino a recorrer. Bh sanguínea, química sanguínea, electrolitos séricos y para obviar pasos, una endoscopía esofagogastroduodenal.
Los resultados fueron concluyentes: a la endoscopía alta, en la que se reportó una masa que prácticamente ocluía toda la cámara gástrica; el Dr. Guerrero, endoscopista experimentado, inmediatamente tomó biopsias diversas de los sitios más representativos, pero con base en su reconocida experiencia, me reportó su sospecha de malignidad, que fue confirmada al cuarto día en que recibí el reporte del Médico Histopatólogo.
Se procedió a tomar una TAC para determinar la relación del tumor con estructuras anatómicas vecinas, temiendo que se hubiera extendido, lo cual significaría un pronóstico más sombrío, pero aún este estudio tan sofisticado no logró ser puntual en su apreciación.
Era un hecho que ese tumor abarcaba toda la cámara gástrica, en la zona del estómago conocida como “cuerpo” que es la parte más ensanchada y que “englobaba” el estomago hasta ponerlo en contacto con estructuras vecinas, pero aún no podía determinarse si éstas estaban invadidas, así que se optó por agilizar la operación.
En la mayoría de los tipos de cáncer, una biopsia es la manera segura para que el médico determine si un área determinada del cuerpo tiene esta enfermedad. Durante la biopsia, el médico toma pequeñas muestras de tejido para enviarlo a analizar.
Hay diferentes factores de riesgo, como el fumar, por ejemplo, que son susceptibles de cambiar, pero otros factores, como la edad o los antecedentes familiares, no se pueden modificar. Las tasas del cáncer de estómago en las personas de más de 50 años aumentan bruscamente. La mayoría de las personas diagnosticadas con cáncer de estómago se encuentran entre los 60 y 89 años de edad.
Las infecciones por la bacteria H pylori parece ser la causa principal de un tipo de cáncer de estómago, en la parte distal del estómago. Hay un riesgo mayor de cáncer de estómago en personas que llevan una alimentación que contiene alimentos ahumados, pescado y carne salada y vegetales conservados en vinagre. Los nitritos y nitratos son sustancias que se encuentran comúnmente en las carnes curadas.
Ciertas bacterias, como la H pylori mencionada, convierten nitritos y nitratos en compuestos que causan cáncer. Por otra parte, consumir frutas, verduras y vegetales frescos parece reducir el riesgo de cáncer de estómago.
Actualmente Doña María Luisa se encuentra bien. Se logró extraer el tumor en su totalidad cuyas dimensiones serían aproximadamente las de una pelota de Softbol, pero además hubo que resecarle (quitarle) una porción del estómago que resultó casi el 60%.
Afortunadamente aún no presentaba metástasis, así que esta es una historia con final feliz, pero tiene moraleja: nunca dejar pasar el tiempo ante un malestar determinado. Acudir oportunamente al médico puede salvar la vida.
Como secuela, no tan mala, sólo quedó en la señora que hoy nos ocupa una incapacidad por engordar ya que se le resecó el 60% de su estómago, como si se hubiera sometido a una operación para bajar de peso, y debo añadir que se ve guapa.