18 de diciembre de 2024

OPINIÓN | ¡Mujeres al grito de guerra!

Se ha viralizado la imagen de Anastassia Lenna, la exmiss grand internacional Ucrania, que se suma a las fuerzas civiles, entre las que se encuentran otras muchas mujeres, de rostro menos conocido, de diversas edades, todas listas para defender a su país.

El conflicto entre Rusia y Ucrania, en medio de la post-modernidad que ofrecen las redes sociales, ha mostrado a nivel mundial el video de una ciudadana Ucraniana, confrontando a soldados armados, que se ostentan como rusos, con total fortaleza, como si la cámara de su teléfono le brindara algún tipo de seguridad. También se ha viralizado la imagen de Anastassia Lenna, la exmiss grand internacional Ucrania, que se suma a las fuerzas civiles, entre las que se encuentran otras muchas mujeres, de rostro menos conocido, de diversas edades, todas listas para defender a su país.

Más allá de poder emitir una opinión sobre el problema que de raíz ha generado este conflicto, que escala a nivel mundial, me interesa resaltar, que en medio de esta problemática, no sólo de un lado de la trinchera, sino desde ambos, las mujeres se sumarán a la defensa de sus territorios y lo que en sus naciones se llegue a considerar como una “causa justa” para atender un conflicto armado. Solo que la deuda histórica al reconocimiento de las mujeres en espacios diversos a las labores del hogar, o de los cuidados materno-familiares, pueden dejar pasar la participación de académicas, científicas, escritoras, reporteras, fotógrafas y por supuesto, los nombres de aquellas que han acudido a librar las batallas para garantizar la seguridad de sus naciones.

Tan sólo remontarnos a los orígenes de la Primera Guerra Mundial,  nos debiera obligar a reconocer las organizaciones feministas rusas, como la Sociedad de ayuda mutua de las mujeres de Shabanova, la Liga por los derechos de la mujer de Shishkina-Ravein y el Partido Progresista de la mujer de Pokrovskaia, que lograron la movilización de las mujeres para su participación en la guerra. Desde otra trinchera se encontraría la sufragista Christabel Pankhurst en Gran Bretaña. Más allá de los intereses que perseguían los liderazgos que impulsaron esa guerra, las mujeres que se encontraban en sus territorios encontraron la oportunidad de participar de forma activa en su defensa, pues esto permitiría visibilizar más allá de las “causas justas”, el derecho a la igualdad de trato, tan resonado ya desde inicios del siglo XX.

Defender a la patria o nación como parte de un deber cívico, de ciudadanía, de participación democrática social, guarda en secreto una realidad de la que poco se quiere hablar. Pese a que las maneras de combatir en una guerra, evolucionan a la par de los avances científicos en cada trinchera, todos los asaltos han representado llevarse entre los botines de los vencedores, los cuerpos de las mujeres, así como pudiera estar cargado de prejuicios y hasta considerarse insensato que las mujeres tomen las armas para defender a su nación, del otro lado la normalización de los actos de violación contra jóvenes y mujeres por parte de las fuerzas armadas que invaden un territorio, forma parte de las historias no escritas detrás de los vencedores de una guerra, movimiento civil, independencia, revolución, construcción de un imperio o como sea que en la época se haya denominado al uso de la fuerza dominante justificada.

Claro que las guerras tienen rostro de mujeres. En el libro “Mujeres Insurgentes”, publicado por la LXI Legislatura en el Senado de la República, se recuperan diversos ensayos en torno a la participación de las mexicanas en la gesta de la Independencia y Revolución; Patricia Galeana analizando a las mujeres en la historia de México, refiere que nuestras ancestras fueron olvidadas, hasta que a mediados de siglo XX, la doctrina social feminista se dio a la tarea de rastrear más información, de las más conocidas como Josefa Ortíz Tellez-Girón, Leona Vicario o la güera Rodríguez, así como de las soldaderas o adelitas, que en la revolución trascendieron en colectivo anónimo, de quienes ahora podemos recuperar los nombres de Encarnación Mares “Chonita”, Carmen Parra “La Coronela Alanís”, Petra Herrera quien por cierto, tuvo que hacerse pasar como “Pedro Herrera” quien luchando al lado de Pancho Villa, le aceptó su participación mientras lo hiciera con este alias masculino, pues se negaba a reconocerla en público como mujer, aunque representaba al menos un batallón de 1,000 mujeres soldaderas. Más allá de estos y otros datos históricos recuperados, el documento reconoce que en el término “mujeres insurgentes” deberíamos incluir a las que tomaron las armas, a las que fueron violadas, encarceladas o ejecutadas. Pese a esto, estoy segura de que las mexicanas, si tuviésemos que defender nuestro territorio y nuestros cuerpos, al igual que rusas, ucranianas, alemanas, inglesas, africanas, japonesas, etc… saldríamos al grito de guerra feminista a defendernos.

Deseo que este espacio de reflexión sea de su agrado, les espero el próximo lunes para analizar y replantearnos el mundo con una mirada violeta.

 

*Las ideas contenidas en este texto son responsabilidad de su autor y no reflejan la postura de News Report MX

Norma Pimentel Es Licenciada en Derecho, por UDLAP; Maestra en Derecho Empresarial y Fiscal, por Ibero-Puebla; Doctora en Derecho por BUAP; con una estancia de Post-doctorado CONACyT en UPAEP.

Licenciada Norma Pimentel Licenciada Norma Pimentel

Ha sido Secretaria para la Igualdad Sustantiva de Género, del Municipio de Puebla; Subcontralora de Obra Pública y Servicios, en el mismo; Coordinadora de los Sistemas a favor de las mujeres, en la Secretaría de Igualdad Sustantiva del Estado de Puebla; Comisionada para el Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales Puebla; catedrática en UDLAP, ANAHUAC, ELDP, Tec de Monterrey, UVM, UPAEP.

Autora del ebook: Marco jurídico de las comunicaciones. Abogada influyente en México, Foro Jurídico 2021. Speaker Tedx Buap Wowen 2019 con la conferencia: Tu Indiferencia Mata. Conferenciante en materia de transparencia, rendición de cuentas, perspectiva de género, prevención y atención de violencia contra las mujeres, derechos humanos, cultura de la legalidad, coordinación fiscal, contratación pública, combate a corrupción.

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