24 de abril de 2024

OPINIÓN | #8M la lucha entre la sustentabilidad y la feminización de la pobreza

En el marco de este 8 de marzo, Día Internacional de las mujeres, el llamado de Naciones Unidas Mujeres se enfoca a generar acciones en pro de la “Igualdad de género hoy para un mañana sostenible”[1], señalando que la contribución de niñas y mujeres a nivel mundial, durante todo este año debería enfocarse a ser las lideresas de los esfuerzos para mitigar y adaptar al cambio climático, a favor de un futuro sostenible para todas las personas. Hace sentido desde su visión internacional alineada a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, correlacionando, como si fuese una acción simple, el ODS 05 (Igualdad de género) y el ODS 13 (Acción por el clima). Es obvio que la capacidad de construir redes de apoyo para atender necesidades básicas, desde la autogestión de actividades económicas, hasta el acompañamiento en casos de violencia en todas sus formas y manifestaciones, es algo que tiene sorprendidas a las propias Instituciones gubernamentales, como al propio sistema patriarcal.

Marcela Lagarde en múltiples de sus intervenciones ha hecho el llamado a resignificar el desarrollo humano, la democracia, los conceptos y momentos más emblemáticos de la historia, la sociedad, la cultura y la política, desde la perspectiva de género, que va más allá de cuestionar y replantear los estereotipos con los que la relación binaria biológica mujer-hombre, ha establecido un sistema normalizado que nos dicta que podemos hacer, decir, cómo debemos vestir, en qué áreas tenemos mayor o menor aptitud para desarrollarnos. Es necesario dar un paso más, reconocer que existen brechas de desigualdad que no se solucionarán únicamente con sentencias de organismos internacionales, con nuevas leyes o parches a las ya existentes, con algunos pesos o millones asignados para sensibilizar al servicio público, pues todo esto parece superado cuando la realidad cotidiana sigue siendo el sexismo, clasismo, racismo, hasta el desprecio de lo que la cultura de un pueblo representa; ¿algo de esto les parece cercano? En nuestro propio país nos sigue pareciendo un reto y hasta sacrificio a algunas personas, abrazar la diversidad de la que provenimos. En este contexto complejo, parece una broma de mal gusto o ironía de la este siglo y en particular de este llamado al 8M, suponer que las mujeres tenemos la responsabilidad de convertirnos en el contrapeso que combata a las industrias transnacionales y multimillonarias que generan el daño que día a día desgasta a nuestro planeta, por la falta de legislación estricta, por su extrema flexibilidad, por los siglos de conveniencia que esto le ha representado al propio sistema económico patriarcal.

De acuerdo con Climate Accountability Institute la crisis climática que se ha desarrollado desde 1965 hasta la fecha, tiene que ver de manera directa con las empresas más grandes en materia petrolera, de gas natural así como de carbón. De acuerdo con sus estudios, son 20 compañías transnacionales las que han causado 493 mil millones de toneladas de dióxido de carbono y metano, principalmente por la combustión de sus productos, equivalente al 35% de todas las emisiones de cemento y combustibles fósiles en todo el mundo desde el año de 1965[2]. Les comparto la lista de estas empresas, entre las que figura en el lugar número 9 de las más contaminantes, PEMEX, México.

 

De ahí la ironía a este llamado, pues es claro en donde se focaliza el verdadero conflicto en materia de sustentabilidad de nuestro medio ambiente, no se encuentra en las manos de las mujeres. Si revisamos a detalle la lista de estas 20 empresas energéticas, en la mayoría de los países, las bases de sus contratos se encuentran directamente vinculadas a las propias autoridades, sea cual sea su forma de gobierno. Menuda tarea nos viene ahora a las mujeres, que más allá de combatir con algunos de nuestros privilegios al sistema patriarcal, de impulsar que acceso a la justicia deje de ser disparejo, de buscar en redes superar la violencia, de tener que encontrar alguna solución para los millones de mujeres que antes de poder reflexionar y actuar en contra del cambio climático deben encontrarle algún modo para superar la pobreza, insalubridad y hasta ignorancia en la que se encuentran. De acuerdo con Amnistía Internacional, desde los años 70 se acuñó el concepto de “feminización de la pobreza”, para señalar que la pobreza económica afecta más a las mujeres que a los hombres, pues de acuerdo con los propios datos Naciones Unidas, el 70% de las personas pobres en el mundo son mujeres, siendo que 1 de cada 5 niñas en el mundo, vive en condiciones de extrema pobreza, por lo que encontraremos hogares donde madres e hijas sobrevive con menos de 1.90 dólares al día, algo así como 41 pesos[3].

Este reto que nos impone ONU Mujeres, ya lo tenían los propios gobiernos de las naciones que se autodenominan “democráticas”, cuando reconocieron los compromisos al sumarse a la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, en lo específico su artículo 9. Desde 2014, esta convención reconoció que tan solo el volumen de la contratación pública que anualmente celebra cada país, está sujeta entre un 15% y 30% del producto interno bruto (PIB) de uno, al “costo” de la corrupción que implica la firma de las adjudicaciones o licitaciones públicas. Así que mientras algunos grupos de poder, encargados de las asignaciones millonarias que representan los contratos de gobierno, en especial de sus empresas petroleras, se reparten en un muy cómodo modelo patriarcal estos millonarios porcentajes, las mujeres tenemos que seguir combatiendo las brechas que deja esta “feminización de la pobreza”, así como abrazar una nueva causa, combatir los desgarradores efectos del cambio climático, la desertificación, la sobreexplotación y contaminación de mantos acuíferos, así como la pérdida de la biodiversidad, como una agenda más, ahora que nos reconocemos también como sujetas empoderadas.

Lo que es un hecho seguro, serán todas las manifestaciones que durante este mes, en el marco del #8M se estarán realizando en los espacios públicos y digitales, los debates que se tendrán en espacios universitarios, esperando que algo de esto logre impactar en nuestros hogares y entorno, pues esta lucha feminista seguirá impulsando la transformación positiva de nuestro planeta.

Deseo que este espacio de reflexión sea de su agrado, les espero el próximo lunes para analizar y replantearnos el mundo con una mirada violeta.

[1] https://www.unwomen.org/es/noticias/anuncio/2021/12/dia-internacional-de-la-mujer-2022-igualdad-de-genero-hoy-para-un-manana-sostenible

[2] https://climateaccountability.org/pdf/CAI%20PressRelease%20Dec20.pdf

[3] https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/blog/historia/articulo/la-pobreza-tiene-genero/

 

*Las ideas contenidas en este texto son responsabilidad de su autor y no reflejan la postura de News Report MX

Norma Pimentel Es Licenciada en Derecho, por UDLAP; Maestra en Derecho Empresarial y Fiscal, por Ibero-Puebla; Doctora en Derecho por BUAP; con una estancia de Post-doctorado CONACyT en UPAEP.

Licenciada Norma Pimentel Licenciada Norma Pimentel

Ha sido Secretaria para la Igualdad Sustantiva de Género, del Municipio de Puebla; Subcontralora de Obra Pública y Servicios, en el mismo; Coordinadora de los Sistemas a favor de las mujeres, en la Secretaría de Igualdad Sustantiva del Estado de Puebla; Comisionada para el Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales Puebla; catedrática en UDLAP, ANAHUAC, ELDP, Tec de Monterrey, UVM, UPAEP.

Autora del ebook: Marco jurídico de las comunicaciones. Abogada influyente en México, Foro Jurídico 2021. Speaker Tedx Buap Wowen 2019 con la conferencia: Tu Indiferencia Mata. Conferenciante en materia de transparencia, rendición de cuentas, perspectiva de género, prevención y atención de violencia contra las mujeres, derechos humanos, cultura de la legalidad, coordinación fiscal, contratación pública, combate a corrupción.

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