26 de abril de 2024

El conflicto entre Rusia y Ucrania pone en peligro la frágil recuperación del comercio mundial

Las perspectivas de la economía mundial se han ensombrecido desde el estallido de la guerra en Ucrania el 24 de febrero, lo que ha inducido a los economistas de la OMC a revaluar sus proyecciones sobre el comercio mundial para los dos próximos años.

La Organización prevé ahora un crecimiento del volumen del comercio de mercancías del 3,0% en 2022 —inferior al previsto anteriormente, que era del 4,7%— y del 3,4% en 2023, pero estas estimaciones son más inciertas de lo habitual debido al carácter fluido del conflicto (cuadro 1).

 

La repercusión económica más inmediata de la crisis ha sido un acusado incremento de los precios de los productos básicos. A pesar de sus reducidas participaciones en el comercio y la producción mundiales, Rusia y Ucrania son proveedores clave de bienes esenciales, como alimentos, energía y abonos, cuyo suministro se ve actualmente amenazado por la guerra. Los envíos de cereales a través de puertos del mar Negro ya se han interrumpido, lo que podría tener consecuencias nefastas para la seguridad alimentaria de los países pobres.

 

La guerra no es el único factor que pesa sobre el comercio mundial en estos momentos. Los confinamientos impuestos en China para impedir la propagación de la COVID-19 están perturbando de nuevo el comercio marítimo en un momento en que las presiones de la cadena de suministro parecían estar atenuándose. Esto podría dar lugar a una nueva escasez de insumos manufactureros y a una mayor inflación.

 

«La guerra en Ucrania ha causado un inmenso sufrimiento humano, pero también ha perjudicado a la economía mundial en un momento crítico. Su repercusión se dejará sentir en todo el mundo, especialmente en los países de ingreso bajo, en los que los alimentos representan una gran parte del gasto de los hogares», dijo la Directora General Ngozi Okonjo-Iweala. «Como resultado de la reducción de los suministros de alimentos y de la subida de los precios de los mismos, los pobres del mundo podrían verse obligados a prescindir de ellos. No se debe permitir que eso ocurra. No es el momento de encerrarnos en nosotros mismos. En una crisis se necesita más comercio para asegurar un acceso estable y equitativo a los artículos de primera necesidad. La restricción del comercio amenazará el bienestar de familias y empresas y dificultará la tarea de forjar una recuperación económica duradera de la COVID‑19», añadió la Directora General.

 

Señaló que los Gobiernos y las organizaciones multilaterales debían trabajar conjuntamente para facilitar el comercio en un momento de fuertes presiones inflacionistas sobre los suministros esenciales y de crecientes presiones sobre las cadenas de suministro.

 

«La historia nos enseña que dividir la economía mundial en bloques rivales y dar la espalda a los países más pobres no conduce a la prosperidad ni a la paz. La OMC puede desempeñar un papel fundamental proporcionando un foro en el que los países puedan debatir sus diferencias sin recurrir a la fuerza, y merece que se la apoye en esa misión», dijo.

 

Al disponer de pocos datos sólidos sobre la repercusión económica del conflicto, los economistas de la OMC han tenido que recurrir a simulaciones para generar supuestos razonables sobre el crecimiento del PIB en 2022 y 2023. Las estimaciones actuales basadas en el Modelo de Comercio Mundial de la OMC reflejan 1) la repercusión directa de la guerra en Ucrania, con inclusión de la destrucción de infraestructura y el aumento de los costos del comercio; 2) la repercusión de las sanciones impuestas a Rusia, incluido el bloqueo de los bancos rusos del sistema de pagos SWIFT; y 3) la reducción de la demanda agregada en el resto del mundo debida a la disminución de la confianza de las empresas y los consumidores y al aumento de la incertidumbre.

 

Con arreglo a esos supuestos, se prevé que el PIB mundial a tipos de cambio de mercado aumente un 2,8% en 2022, lo que representa una disminución de 1,3 puntos porcentuales con respecto a las previsiones anteriores, que era del 4,1%. El crecimiento repuntaría hasta alcanzar el 3,2% en 2023, cifra próxima a la tasa media del 3,0% registrada en el período comprendido entre 2010 y 2019. Se prevé que la producción de la región de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) —que excluye a Ucrania— disminuya considerablemente, un 7,9%, y que esto dé lugar a una contracción de las importaciones de la región del 12,0%.

 

El gráfico 1 muestra las estimaciones trimestrales del volumen del comercio mundial de mercancías hasta finales de 2023, con inclusión de bandas de error que indican los intervalos de confianza asociados a las previsiones. Habida cuenta de los supuestos actuales sobre el PIB, el crecimiento del volumen del comercio de mercancías en 2022 podría llegar a ser de tan solo el 0,5% o podría llegar a alcanzar el 5,5%. Estas proyecciones se actualizarán en octubre, pero podría publicarse antes una revisión si los datos que se reciban lo justifican. En las previsiones se tienen en cuenta los datos de mayor frecuencia relativos a determinadas economías, como las estadísticas mensuales sobre el tráfico de contenedores de los puertos estadounidenses y chinos, a fin de reflejar la congestión portuaria en estos países.

 

Fuente:    OMC y UNCTAD, estimaciones de la Secretaría de la OMC.
Nota:       Cada región sombreada representa una banda de error típica de +/-0,5 en torno a la previsión central.

 

El gráfico 2 ilustra el reciente aumento de los precios mundiales de los combustibles, que es anterior al conflicto en Ucrania. El precio de referencia del crudo Brent para marzo se situó en 118 dólares EE.UU. por barril, lo que representa un incremento del 38% con respecto a su nivel de enero y del 81% interanual. (Conviene señalar que los precios diarios se han moderado recientemente, pasando de un máximo de 128 dólares EE.UU. por barril el 8 de marzo a 104 dólares EE.UU. por barril el 1 de abril).

 

A diferencia de los precios del petróleo, los precios del gas natural tienden a diferir considerablemente de una región a otra. En Europa, el precio del gas natural aumentó un 45% entre enero y marzo, a 41,0 dólares EE.UU. por millón de BTU, mientras que en los Estados Unidos se mantuvo relativamente bajo, en unos 4,9 dólares EE.UU. por millón de BTU. El aumento de los precios del petróleo podría reducir los ingresos reales y la demanda de importaciones en todo el mundo, en tanto que la subida de los precios del gas natural probablemente tendría una mayor repercusión en Europa.

 

Gráfico 2: Promedio de los precios mensuales del petróleo crudo y el gas natural, enero de 2018-marzo de 2022
$EE.UU. por barril y $EE.UU. por millón de BTU

 

Fuente:    Banco Mundial, Administración de Información sobre la Energía de los Estados Unidos, Banco de la Reserva Federal de St. Louis.

 

En los dos decenios anteriores a la crisis financiera mundial, el volumen del comercio mundial de mercancías creció unas dos veces más rápido que el PIB mundial a tipos de cambio de mercado, pero la relación entre el crecimiento del comercio y el crecimiento del PIB se redujo a alrededor de 1 a 1 en promedio después de la crisis. Si se cumplen las previsiones actuales, esa relación sería de 1,1 a 1 en 2022 y 2023, lo que indica que no habría ningún cambio fundamental en la relación entre el comercio y la producción. Los riesgos que afectan a las previsiones son variados y difíciles de evaluar objetivamente. Hay alguna posibilidad de que los resultados mejoren si la guerra en Ucrania termina antes de lo esperado, pero podrían materializarse importantes riesgos de revisión a la baja si la lucha persiste durante mucho tiempo o si el conflicto se intensifica.

 

El gráfico 3 muestra los índices trimestrales del volumen del comercio de mercancías, por regiones, desde el primer trimestre de 2019 hasta el último trimestre de 2023, al final del período que abarcan las previsiones. Persisten las disparidades regionales en las proyecciones, pero actualmente se prevé un empeoramiento de los resultados en materia de importación en Europa, así como en África y la CEI. Esto último obedece principalmente a las sanciones contra Rusia. Por otra parte, se prevé que los volúmenes de importación de Oriente Medio aumenten a medida que el incremento de los precios del petróleo impulse los ingresos de exportación, permitiendo a los países de la región importar más. La debilidad de Europa se debe en parte al hecho de que Ucrania está incluida en este grupo de países, lo que hace que disminuya la media regional. En África, el bajo nivel de las importaciones es en parte resultado de los descensos inesperados registrados en el segundo semestre de 2021, que, según las proyecciones, continuarán en el futuro.

 

Los volúmenes de exportación muestran un crecimiento lento en la mayoría de las regiones, incluida la CEI, ya que Rusia todavía puede exportar combustibles. De cambiar la situación, podríamos asistir a un mayor crecimiento de los volúmenes de exportación de otras regiones productoras de combustibles.

 

Gráfico 3: Exportaciones e importaciones de mercancías por regiones, 2019T1-2023T4
Índice del volumen, 2019 = 100

a             Comprende América Central y del Sur y el Caribe.
b             Comprende la Comunidad de Estados Independientes, incluidos determinados miembros asociados y antiguos miembros.

Fuente:    OMC y UNCTAD.

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