17 de noviembre de 2024

Marruecos: la nueva potencia militar del Magreb

Rabat está modernizando rápidamente su Ejército, acercándose cada vez más a los estándares occidentales e igualando las capacidades argelinas

El reino alauí potencia sus Fuerzas Armadas.

 

2021 ha sido un año de gran actividad para los planificadores militares marroquíes. La lista de la compra de las Fuerzas Armadas Reales de Marruecos (FAR) incluyó mil lanzadores y misiles anticarros, carros de combate T-72M y municiones para sus flamantes drones turcos Bayraktar TB2, según el Registro de Armas Convencionales de las Naciones Unidas.

 

Estas nuevas adquisiciones vienen a complementar los esfuerzos de Rabat de modernizar sus FAR, de cara a capear el temporal geopolítico del norte de África y hacer frente a su gran rival regional en el Magreb: Argelia. Para ello, el Reino alauí ha ido aumentando su gasto militar, ha adquirido equipos cada vez más modernos y ha potenciado los ejercicios militares con socios como Estados Unidos.

 

Un Ejército cada vez más moderno

Rabat es, junto a Argel y El Cairo, el principal comprador de armamento de África, y se le considera el quinto mejor Ejército del continente y el segundo del Magreb. Aquí, Rabat se ha apoyado en varios socios, pero principalmente en EE. UU. y Francia, acercándose, así, cada vez más a los estándares de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

 

En este sentido, Marruecos recibe la designación estadounidense de “Aliado importante extra-OTAN”, que Washington otorga a aquellos países que no pertenecen a la Alianza atlántica con los que mantiene una relación de seguridad más estrecha, siendo uno de los tres países del continente en hacerlo (junto a Túnez y Egipto).

 

Además, la normalización de relaciones con Israel en 2020, además de suponer el reconocimiento estadounidense a la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental y el potenciamiento de las relaciones con Washington también ha abierto de lleno la puerta del Reino a la potente industria militar israelí, así como acercado las relaciones con Emiratos Árabes Unidos, un país en ocasiones llamado la “pequeña Esparta” por su fuerte potencial militar. De esta forma, Rabat ha ido adquiriendo en estos últimos años equipo moderno que apunta a convertir al Reino en toda una potencia militar en distintos dominios.

 

En 2008, la fuerza aérea de las FAR dio un gran salto adelante con la adquisición de más de una veintena de cazabombarderos F-16C/D Block 52+ estadounidenses, recibidos en 2011, que desde entonces han sido modernizados, y que ya han sido utilizados en combate en el contexto de la intervención militar saudí en Yemen, o de la coalición internacional contra el Daesh en Siria e Irak. Además, en 2019, el Reino confirmó la compra de otros 25 F-16 Viper Block 70/72 —el último modelo de esta serie— y, en 2021, Washington habría aprobado la venta al país árabe del potente sistema antiaéreo MIM-104F (PAC-3) Patriot.

 

Con respecto al Ejército de Tierra, Rabat también compró en 2012 222 carros de combate Abrams M1A1, y se espera que próximamente reciba otros 162 Abrams M1A2. Este tanque norteamericano es considerado uno de los más avanzados del mundo, y ha sido utilizado con éxito por Washington en las dos guerras del Golfo, en condiciones desérticas, las mismas que se producen en buena parte de la frontera argelino-marroquí y en el Sáhara Occidental, potenciales escenarios de conflicto para Rabat.

 

También, el Reino ha obtenido o próximamente obtendrá otro armamento estadounidense, como el caso de helicópteros de ataque Apache AH-64 o los drones navales MQ-9B Sea Guardian (estos últimos, vendidos en el contexto de los Acuerdos de Abraham). Recientemente, Rabat también ha adquirido drones suicida franco-israelíes Harfand, y el famoso Bayraktar TB2 turco, clave, este último, en la victoria de Azerbaiyán en la Guerra de Nagorno-Karabaj de 2020 y ahora utilizados por Ucrania en su defensa contra las tropas rusas. Asimismo, el Reino próximamente recibirá 36 cañones franceses CAESAR 155mm, un sistema de artillería con un alcance de 40 kilómetros.

 

Al mismo tiempo, en cuanto a sus fuerzas navales, Rabat apuesta por modernizarlas, pasando de una flota de “aguas verdes” (centrada en la defensa costera) a una de “aguas azules” (con capacidad de proyección), apuntando a establecer al país norteafricano como uno de los principales actores navales del Mediterráneo occidental.

 

El rey Mohamed VI, en un discurso a las FAR en el 66º aniversario de su creación, insistió en el objetivo del rearmamento del país, reforzando y modernizando las Fuerzas Armadas a través del desarrollo de la industria militar local y la colaboración con sus socios. “Continuaremos dando prioridad al plan de equipamiento y desarrollo de las Fuerzas Armadas Reales, según los programas integrados, basados en particular en el establecimiento de industrias militares y el desarrollo de la investigación científica […] con el objetivo de desarrollar el autoequipamiento de nuestras Fuerzas Armadas en diversos campos”, afirmó el monarca.

 

“Hemos propugnado el fortalecimiento de la cooperación entre nuestras Fuerzas Armadas Reales y sus contrapartes en países hermanos y amigos, elección que ha dado encomiables resultados y ha contribuido a consolidar la influencia de nuestro Ejército y su presencia internacional”, añadió el líder marroquí en referencia al reforzamiento de Rabat en base a la colaboración con sus socios.

 

Aquí, cabe mencionar los ejercicios militares African Lion, celebrados todos los años en el reino alauí con la participación de varios países, destacando EE. UU., lo que permite a Marruecos seguir modernizando sus Fuerzas Armadas a la imagen de los ejércitos occidentales. En su última edición, que finalizó el pasado 30 de junio, participaron unos de 7.500 soldados del Reino y varios socios, en los ejercicios más grandes del continente que incluyeron maniobras conjuntas terrestres, aéreas y marítimas. En una muestra de la cercanía que están alcanzando las relaciones entre Washington y Rabat, estas maniobras se realizaron, por segunda vez en su historia, próximas al Sáhara Occidental, y a 50 kilómetros de los campamentos de refugiados de Tinduf (en Argelia), sede del Frente Polisario.

 

Cada vez más cerca de Argelia

Con esta rápida modernización, Rabat apunta a acercarse a las capacidades de su rival argelino, tradicionalmente considerada la principal potencia militar del Magreb. Las relaciones bilaterales entre estos dos países han sido difíciles desde su independencia, cuando combatieron en un breve conflicto conocido como la Guerra de las Arenas. Desde entonces, Rabat y Argel se han disputado la preponderancia regional, con el Sáhara Occidental como uno de los puntos calientes en sus relaciones bilaterales, y la frontera se mantiene cerrada desde 1994.

 

Pese a que ambos trataron, en el pasado, de destensar los vínculos bilaterales, en estos últimos meses la relación ha empeorado rápidamente, después de que Argelia cortara el suministro de gas al reino alauí y rompiera las relaciones diplomáticas, en el contexto de la ruptura del alto el fuego con el Frente Polisario en el Sáhara Occidental y de la recepción del apoyo de varios países, como EE. UU., España, EAU o Israel, a la propuesta de autonomía de Rabat.

 

 

Con respecto al potencial militar, Marruecos ha pasado a ocupar el puesto 56 en el ranking de Global Firepower, un índice que mide el poder militar de 142 ejércitos del mundo. Argelia, por su parte, ocupa el puesto 31. Rabat se ha beneficiado del armamento y la colaboración occidental, pero Argel ha hecho lo propio con Moscú, contando con una profunda e histórica relación de seguridad con la potencia euroasiática, su principal proveedor armamentístico. Y la República árabe también está rearmándose rápidamente, dando pie a una creciente carrera de armamentos en el Magreb.

 

Si Marruecos ahora cuenta con los potentes F-16, Argelia tiene en su haber las aeronaves Sukhoi Su-30 (y, supuestamente, Argel habría comprado Sukhoi Su-34), los Abrams marroquís tienen en frente los T-90S argelinos y el sistema antiaéreo Patriot se ve contrapuesto por el S-400 Triumf.

 

Adicionalmente, Argel cuenta con ventaja en el dominio marítimo, donde, por ejemplo, tiene desplegados hasta 6 submarinos, por ninguno de Marruecos (si bien existen rumores de que el reino alauí planea adquirir buques de este tipo próximamente), y, en términos cuantitativos, tiene, en general, más equipo desplegado que su vecino.

 

No obstante, cualitativamente, Rabat ha visto una mejora significativa en muchos dominios, recortando año a año la distancia entre ambos países. Al mismo tiempo, la situación diplomática del Reino ha mejorado significativamente desde los Acuerdos de Abraham, y el reforzamiento de la relación con EE. UU. puede seguir potenciando el avance de las FAR a estándares occidentales, modernizando el Ejército del Reino, mientras un potencial debilitamiento de Rusia tras la invasión de Ucrania puede ir en contra de Argelia.

 

 

De acuerdo con un informe de la Fundación Mediterránea de Estudios Estratégicos, un centro de pensamiento francés, las Fuerzas Armadas marroquíes están ya bien preparadas para la defensa territorial y la contraofensiva, en clave argelina, y, cuando reciban todas las armas que están siendo enviadas, “dispondrán de fuertes capacidades en los dominios naval y aéreo, particularmente con respecto a ataques profundos, proyección de fuerza y denegación de acceso”.

 

En los próximos años, conforme Rabat siga potenciando sus vínculos con Washington y Tel Aviv y Argelia siga tensionando la relación, las FAR seguirán desarrollándose y modernizándose, convirtiendo a Marruecos en toda una potencia militar en el Mediterráneo occidental.

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