1 de mayo de 2024

La ciencia matemática es una habilidad básica y necesaria para la vida. Su aprendizaje es fundamental porque todo el tiempo estamos aplicándola, en cualquier ámbito o lugar, no importa lo que hagamos, las matemáticas siempre están. De ahí la importancia de reflexionar sobre la importancia de la enseñanza y el aprendizaje de esta materia este 14 de marzo -fecha en que se celebra el Día Mundial de las Matemáticas-.

 

Sin ir más lejos, en nuestro país (México), según un informe de la empresa Rebold realizado sobre sus usuarios digitales mexicanos, el 67% manifestó “odiar” o no comprender las matemáticas desde la primera infancia. Este sentimiento se mantiene a lo largo de la vida, ya que, a pesar de considerarlas como parte primordial de la vida, el 45% sigue sin tener afinidad con esta ciencia.

 

¿Por qué tanto rechazo a las matemáticas?

Históricamente, las matemáticas se han considerado como una asignatura difícil y aburrida, donde solamente un grupo reducido de personas con ciertas capacidades “superiores”, están en condiciones de comprender esta ciencia. Transitando el año 2023, está más que comprobado, tanto por estudios y grandes especialistas, que todas y todos tenemos la facultad para aprender matemática.

 

Daniel Bojorquez, Inside Sales para Matific en México, comparte dos claves que podrían ayudar a combatir la visión negativa hacia la ciencia matemática:

 

1.Perderle el miedo desde la primera edad

La motivación es la clave del aprendizaje, especialmente cuando se trata de ciencias duras, ya que éstas nunca tuvieron la mejor publicidad y siempre se las vio como difíciles y aburridas. Es por ello que incentivar el interés por las ciencias desde edades tempranas es fundamental, para que los niños y niñas puedan amigarse y perderles el miedo desde pequeños.

 

Perder el miedo, habilitar al error, es muy importante en el proceso de aprendizaje de las matemáticas en un niño o niña. Y esto debe ser trabajado desde diferentes propuestas elaboradas por el sistema educativo. Es hora de tomar conciencia sobre los desaciertos en los procesos de aprendizajes, en muchos casos se sigue trabajando con técnicas y herramientas obsoletas, con programas educativos arcaicos. Es momento de cambiar las formas e innovar, para acercar las matemáticas a los niños y las niñas en sus primeros años de vida, donde se sabe, que cada estímulo vale oro, y puede marcar el camino hacia su vocación, o simplemente, facilitarle el desenvolvimiento en todos los ámbitos y acciones de su vida.

 

2.Aprender a través del juego

La gamificación se impone como técnica de aprendizaje que traslada la mecánica de los juegos al ámbito educativo-profesional con el fin de conseguir mejores resultados en la adquisición de conocimientos en ciertas disciplinas, como pueden ser las matemáticas. Este tipo de aprendizaje ha ganado terreno en las metodologías de formación debido a su carácter lúdico.

 

Aprovechando que estamos inmersos en una era cien por ciento digital, y tomando el interés de los jóvenes por el uso de las nuevas tecnologías, hay soluciones, plataformas, aplicaciones de juegos para aprender diferentes ciencias, por ejemplo, Matific es una plataforma que se creó para estimular los conocimientos en matemáticas haciendo foco en los niños y las niñas de jardín de infantes a sexto año mediante minijuegos prácticos e interactivos, llamados episodios.

 

Es momento de amigarse con el inevitable avance tecnológico y subirse al tren de las innovaciones pensando en lo que es mejor para nuestros niños y niñas. Aprender matemáticas jugando es una posibilidad real, que ya se aplica en muchas escuelas y sistemas educativos -público y privado-, de todo el mundo. No hay que perder el eje de la problemática, hay que buscar alternativas que ayuden a los jóvenes, y también a los docentes, a estimular el acercamiento de los alumnos a las ciencias duras desde otro lugar, con entusiasmo, sin miedos, generando interés y anulando el rechazo.

 

“Matemáticas para un mundo mejor”, es el lema este año del Día Internacional de las Matemáticas. Depende de cada uno de nosotros, que nuestros niños y niñas, pierdan el temor y se involucren con alegría en las ciencias matemáticas. Necesitamos un mundo mejor, y los responsables de construirlo, son las próximas generaciones.

 

 

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