21 de noviembre de 2024

¿Por qué las niñas mexicanas no incursionan las carreras STEM?

“Incorporar la perspectiva de género en las carreras científicas y tecnológicas es vital para alcanzar la equidad de género en México, y aportar al desarrollo sostenible del país”, afirmaron desde UNICEF México, en el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia. Ya sostuvieron que escuelas, docente, familias, medios de comunicación y la sociedad mexicana en general continúan reproduciendo estereotipos que impactan negativamente en la educación recibida por niñas y adolescentes, contribuyendo a la exclusión de éstas, de las carreras y ámbitos científicos y tecnológicos”.

 

Históricamente en México, las mujeres, niñas y adolescentes han sido discriminadas y excluidas de las carreras con base en las ciencias, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas. Es por ello, que las estadísticas muestran que sólo un 9% de las mujeres tienen intención de estudiar alguna carrera STEM. “Uno de los motivos de la baja participación de las niñas y adolescentes mexicanas en las ciencias duras, es la falta de acceso a la información y educación básica de por ejemplo, las matemáticas”, asegura Paula García Comas, Business Development Manager para Matific en América Latina. “Es por ello que desde Matific fomentamos la necesidad de acompañar desde edades tempranas a las niñas, en el desarrollo de su vocación.

 

Las niñas cuentan con igualdad de capacidades que los niños, para desenvolverse con éxito durante el proceso de aprendizaje. Desde pequeñas hay que brindarles las mismas posibilidades y herramientas que a los niños, sin prejuicios ni estereotipos”, sostiene Paula García Comas de Matific.

 

La educación tradicional no es la única opción con la que estudiantes mujeres pueden acercarse desde los primeros años de escolaridad a las ciencias duras. El siglo XXI aporta nuevas metodologías y herramientas de aprendizajes de las ciencias duras -de una forma más didáctica, entretenida y amigable-:

 

1.Juegos educativos en línea: son una herramienta cada vez más popular para que las niñas aprendan matemáticas. Estos juegos están diseñados para enseñar conceptos matemáticos de manera divertida y atractiva.

 

2.Aplicaciones móviles: son otra herramienta útil para que las niñas aprendan matemáticas. Hay una gran variedad de aplicaciones disponibles, que van desde juegos hasta programas más desarrollados.

 

3.Realidad aumentada y virtual: pueden hacer que el aprendizaje de las matemáticas sea más atractivo y visualmente interesante. Al utilizar dispositivos de realidad aumentada o virtual, las niñas pueden ver gráficos y modelos matemáticos en 3D, lo que puede ayudarles a comprender mejor conceptos abstractos.

 

4.Aprendizaje personalizado: La tecnología también puede ayudar a personalizar el aprendizaje de las matemáticas para cada niña. Por ejemplo, algunos programas de tutoría en línea pueden adaptarse a las necesidades y habilidades individuales de cada estudiante, proporcionando una experiencia de aprendizaje más personalizada y efectiva.

 

5.Robots de aprendizaje: pueden ayudar a las niñas a aprender matemáticas de manera más interactiva y emocionante. Algunos robots están diseñados específicamente para enseñar esta ciencia, y pueden proporcionar retroalimentación en tiempo real mientras ellas trabajan en ciertos problemas a resolver.

 

“Como podemos observar, hay muchas nuevas formas y tecnologías disponibles para que las niñas mexicanas y de todo el mundo, aprendan matemáticas desde pequeñas, en un formato lúdico. El ecosistema educativo tiene el desafío de adaptarse a las demandas y necesidades de estos tiempos, donde, por ejemplo en México, 7 de 10 compañías se consideran digitalmente maduras, y más del 60% han adoptado soluciones y tecnologías basadas en la nube”, sostiene Paula García Comas, Business Development Manager para Matific en América Latina.

 

“Estamos chocando contra un nuevo paradigma que reclama un cambio urgente. Si queremos dar una respuesta efectiva a las nuevas profesiones y negocios del siglo XXI, es momento de comenzar a trabajar desde la primera infancia en la reducción de la brecha de género en las carreras STEM”, concluye Paula García Comas de Matific.

 

 

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