Un entorno de tipos de interés más altos durante más tiempo tendrá un efecto dominó en los impagos de las empresas, predice Janus Henderson
Se espera un mayor número de impagos corporativos a la luz de los elevados rendimientos y el menor acceso a capital asequible, aunque este impacto será retardado.
Octubrer 2023, London.- Un entorno de tipos de interés más altos durante más tiempo tendrá un efecto dominó en los impagos de las empresas, predice Janus Henderson.- Los indicios de un giro en el ciclo crediticio siguen vigentes, al igual que desde hace un año, con unos tipos de interés elevados y una alta carga de deuda que contribuyen a la trayectoria descendente, según el último análisis de Janus Henderson Investors.
Aunque el impacto será tardío, se espera que la asombrosa subida de los tipos de interés tenga un efecto dominó en el actual ciclo crediticio: la refinanciación de las cargas de deuda a tipos más elevados puede dar lugar a una disminución de los ratios de cobertura de intereses y, en última instancia, a más impagos en los próximos años.
El último Credit Risk Monitor de Janus Henderson Investors realiza un seguimiento de los indicadores fundamentales y macroeconómicos de las empresas mediante un sistema de semáforo para indicar en qué punto del ciclo crediticio nos encontramos y cómo posicionar las carteras en consecuencia. Los principales indicadores analizados («Flujo de caja y beneficios», «Carga y servicio de la deuda» y «Acceso a los mercados de capitales») se mantienen en rojo por cuarto trimestre consecutivo.
Indicador | Nivel de Riesgo | ||||||
Trim1 2022 | Trim2 2022 | Trim3 2022 | Trim4 2022 | Trim1 2023 | Trim2 2023 | Trim3 2023 | |
Carga y servicio de la deuda | Rojo | Rojo | Rojo | Rojo | Rojo | Rojo | Rojo |
Acceso a los mercados de capitales | Amarillo | Rojo | Rojo | Rojo | Rojo | Rojo | Rojo |
Flujo de caja/ beneficios | Verde | Amarillo | Rojo | Rojo | Rojo | Rojo | Rojo |
Jim Cielinski, Director Global de Renta Fija de Janus Henderson Investors, dijo:
«El ciclo crediticio tiende a invertirse sólo si se dan tres condiciones: elevadas cargas de deuda, falta de acceso al capital y una perturbación exógena del flujo de caja. Estas condiciones -que son los tres indicadores de nuestro Credit Risk Monitor- se dan en la actualidad: la curva de rendimientos está invertida, los criterios de concesión de préstamos se están endureciendo y la política de los bancos centrales se ha ido ajustando agresivamente en todo el mundo. Cada ciclo es diferente, pero la combinación de elevados niveles de deuda y un entorno de tipos de interés más altos durante más tiempo está presionando a las empresas para que hagan frente al servicio de esa deuda, al tiempo que les impide acceder al capital a un precio razonable. En un entorno así, la selección activa de valores es fundamental».
Carga y servicio de la deuda
Los índices de cobertura de intereses, bajo presión
Muchas empresas tienen mucha deuda que refinanciar. Unos tipos más altos obligarán a que los índices de cobertura de intereses se deterioren precipitadamente en los próximos años y provoquen una escalada de impagos. Esto, a su vez, endurecerá aún más las normas de concesión de préstamos, restringiendo el acceso a capital asequible. Sin embargo, el resultado será retardado. El límite de vencimiento para la mayoría de las empresas no llegará hasta dentro de 12 o 18 meses. Este retraso podría proteger el mercado corporativo a corto plazo, pero las valoraciones ofrecen poca recompensa por absorber el elevado riesgo de recesión a los niveles actuales.
Acceso a los mercados de capitales
Panorama heterogéneo para las empresas de todos los tamaños
Las empresas más sólidas, de gran capitalización, pueden refinanciarse con relativa facilidad, y seguirán haciéndolo, aunque el aumento de los costos de endeudamiento se sentirá más en los próximos trimestres.
Sin embargo, las pequeñas y medianas empresas -que suelen depender más del sistema bancario para financiarse- seguirán teniendo dificultades para obtener préstamos, y los impagos en este ámbito serán más pronunciados. El precio del capital, tanto en términos nominales como reales, plantea otro reto. El costo real de los préstamos es más alto de lo que ha sido durante casi una década. Esto tendrá un impacto significativo en las empresas, especialmente si los ingresos se ralentizan.
Flujo de caja y beneficios
Las razones del optimismo anterior se desvanecen
El aumento de la inflación no ha sido negativo para la mayoría de las empresas. El elevado crecimiento nominal ha elevado los ingresos de las empresas y ha beneficiado a las que habían conseguido tipos de interés más bajos. Es probable que los tipos más altos empiecen a reducir el consumo y, a su vez, los beneficios. Se ha subestimado la resistencia del consumidor, pero los vientos en contra son cada vez más fuertes.
La inflación está cayendo y favorecerá la pausa de los bancos centrales. Pero si la deflación impulsada por la oferta se convierte en deflación impulsada por la demanda, el crecimiento nominal será drásticamente más lento y los costos de endeudamiento podrían superar considerablemente el crecimiento de los ingresos.
Implicancia de la asignación de activos
La selección cuidadosa sigue siendo clave. Los diferenciales corporativos, o la relación entre bonos gubernamentales y no gubernamentales, no parecen reflejar plenamente los riesgos de la economía mundial. Los atractivos niveles actuales de rendimiento deberían resultar cada vez más convincentes para los inversores a largo plazo y empezar a producir fuertes rendimientos totales. Los rendimientos relativos de los activos de riesgo, sin embargo, pueden resentirse si se comparan con los segmentos de calidad del mercado. Los sectores defensivos del mercado de renta fija, como el crédito con grado de inversión, deberían empezar a ofrecer no sólo rendimientos totales atractivos, sino también sólidas ventajas de diversificación.
Jim Cielinski, responsable mundial de renta fija, añadió: «Este es un momento del ciclo para centrarse en la diferencia entre rentabilidad total y exceso de rentabilidad. Los tipos de interés se han disparado, produciendo algunos de los niveles de rendimiento más altos en más de una década. Hace sólo 18 meses, los bancos centrales eran compradores indiscriminados de bonos, pero ahora se han convertido en vendedores insensibles a los precios. Los déficits presupuestarios se disparan, alcanzando el 7% del PIB en Estados Unidos. El reajuste de la oferta y la demanda está tomando desprevenidos a los inversores, que consideran insostenibles estas tendencias fiscales. Los inversores en bonos exigen compensaciones adicionales».