OPINIÓN | Robo de cartuchos, cadena de mando fallida
El robo de más de 7 millones de cartuchos confirmó que ni con 104 mil elementos de la Guardia Nacional las mercancías de alto riesgo pueden estar seguras
El robo sucedido en las inmediaciones de San Luis de la Paz, Guanajuato el 9 de junio del año en curso, donde un grupo de aproximadamente 15 personas armadas interceptaron a dos tractocamiones que remolcaban igual número de remolques que transportaban más de 7 millones 114 mil cartuchos de Cuernavaca, Morelos a Estados Unidos, evidencia la falta de monitoreo de mercancías sensibles y protocolos de seguridad a nivel federal y que eso de la cadena de mando es solo un discurso que cada vez suena más hueco y desgastado.
Si esto pasa con un cargamento que debe ser custodiado por las fuerzas armadas y la Guardia Nacional, dado que la mercancía es apetecible para cualquier grupo criminal independientemente a lo que se dedique, qué se puede esperar para cualquier otra mercancía sobre la misma vía federal o en otras de jurisdicción estatal.
Cabe precisar que no todos los cartuchos robados eran para armas de bajo calibre como el 22, como se pretendió informar, ya que entre el cargamento iban municiones para armas calibre 40 (295 mil), calibre 45 (117 mil), calibre 38 especial (100 mil) y calibre 7.62 x 51 (87 mil), éste último utilizado en fusil M14 y subametralladora M60.
Pero lo más grave de todo es que desde que se tuvo conocimiento del robo, todo ha sido deslindes y búsqueda de culpables por parte del gobierno federal y de la empresa a través de su vocero, que para justificar a las fuerzas armadas, incluída la Guardia Nacional, ha tenido que aceptar que empleados de la compañía podrían estar involucrados en los hechos.
Una pregunta clave en esta trama es ¿qué estaba haciendo el ejército mexicano y la propia GN en esos momentos?, sobre todo ésta última que presume disponer de 104 mil elementos distribuidos a lo largo de las vías federales y en zonas prioritarias donde se registran los mayores índices de violencia.
Será que todo es discurso hueco y desgastado, porque de acuerdo con datos en poder de esta columna, el estado de Guanajuato es una de las entidades donde más cuarteles de la GN se han construido pero también donde más de ellos se encuentran vacíos por falta de personal como en Acámbaro, Cortazar y Yuriria, y esa es la razón por la cual sus elementos no patrullan y menos monitorean los tramos más riesgosos para el autotransporte.
Eso de que monitorean a los camiones cargados con mercancías como la que nos ocupa, la realidad es que los C2, C3, C4, C5, C5i y quien sabe cuántos otros más existan, si a final de cuentas es lo mismo, no son operados coordinadamente entre los estados y la federación y todos sus esfuerzos son aislados.
Tan falta la coordinación entre ejército mexicano, Guardia Nacional y autoridades estatales, que tuvo que ser un grupo de los Cuerpos de Seguridad Auxiliares del Estado de México (CUSAEM) el que custodiara los dos trailers con algunos elementos armados pero en forma limitada tanto en armamento como en atribuciones, ya que funcionan como guardias de seguridad privada pero operan en todo el país.
Todo lo anterior condujo a integrar una “cadena de mando fallida” en la que el común denominador es la pugna para ver quien cuida las carreteras de jurisdicción federal, si el ejército mexicano o la GN a través de lo que fue la División de Seguridad Regional, esta última considerada como uno de los resabios de la extinta Policía Federal con capacidad para salvaguardar las carreteras y realizar peritajes en caso de accidente, porque todas las demás divisiones fueron desmanteladas y sus integrantes desplegados en las coordinaciones regionales o dados de baja por no comulgar con la ideología de los mandos que arribaron en 2018.
En síntesis, el robo de más de 7 millones de cartuchos en la carretera que va de Querétaro a San Luis Potosí vino a confirmar que ni con 104 mil elementos de la GN desplegados a nivel nacional, en particular las vías de jurisdicción federal, las mercancías de alto riesgo pueden estar seguras y que la famosa “cadena de mando” no es más que un slogan que se oye bonito pero que en la práctica no existe.
*Las ideas contenidas en este texto son responsabilidad de su autor y no reflejan la postura de News Report MX
Facundo Rosas realizó sus estudios de Ingeniería en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), donde fue condecorado con la “Medalla al Mérito Universitario”; cuenta con Maestrías en Administración y en Seguridad Pública y Derechos Humanos.
Su trayectoria incluye el haber sido Director General de Terrorismo de la Policía Federal Preventiva (PFP), Director General de Análisis Táctico de la Agencia Federal de Investigación (AFI), Coordinador de Inteligencia para la Prevención de la PFP, Subsecretario de Estrategia e Inteligencia Policial de la SSP Federal, Subsecretario de Prevención, Vinculación y Derechos Humanos de la SSP Federal, entre otros cargos.
Entre marzo de 2010 y febrero de 2012 atendió directamente la problemática de violencia en Ciudad Juárez, Chihuahua en el marco de la Estrategia “Todos Somos Juárez”.