5 de noviembre de 2024

El Gobierno Español alinea al deporte en la lucha contra la pobreza infantil

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha presidido un acto con deportistas en el Palacio de La Moncloa en el que la atleta Ana Peleteiro, el gimnasta Ray Zapata y la atleta paralímpica Desirée Vila han conversado sobre la importancia del deporte en el desarrollo y en la transmisión de los valores durante la infancia.

Durante el acto El Deporte rompe el círculo, en la Moncloa, organizado por el Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil y el Consejo Superior de Deportes, Sánchez ha subrayado la importancia del deporte para «abordar problemas de exclusión, sedentarismo, obesidad infantil y baja autoestima». Por lo tanto, forma parte de «un gran objetivo de Estado: la lucha ambiciosa y decidida, que todos debemos compartir, por reducir al máximo la pobreza infantil en nuestro país».

 

Esta colaboración tiene dos objetivos básicos: por un lado, visibilizar la situación de la infancia vulnerable en nuestro país y hacer evidentes ante toda la sociedad las enormes posibilidades que ofrece el deporte para combatir la pobreza infantil y, en general, cualquier situación de desigualdad social.

 

El presidente del Gobierno ha anunciado que, en el marco de la colaboración entre el Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil y la Fundación Deporte Joven, del Consejo Superior de Deportes, se ha puesto en marcha «un programa que patrocina el deporte como herramienta clave para el bienestar y la inclusión social» de niñas y niños en situación de vulnerabilidad.

 

Este programa ha arrancado este curso académico en Las Palmas de Gran Canaria como experiencia piloto y el propósito es evaluar su impacto una vez finalizado, para así poder reforzarlo y proceder a su implantación en otros municipios de España.

 

Una recuperación económica justa para corregir desigualdades

Durante su intervención, el jefe del Ejecutivo ha recordado que, según la última Encuesta de Condiciones de Vida, España tiene una tasa de pobreza infantil del 27,4%. Es decir, afecta a más de dos millones de nuestras niñas, niños y adolescentes, lo que supone «una realidad absolutamente intolerable», que el Gobierno ha situado como prioridad desde el primer momento.

 

A su juicio, «no puede haber progreso si no hay cohesión, no puede haber crecimiento económico si lo que se hace es agrandar la exclusión social» y, por eso, «es imprescindible que impulsemos una recuperación económica justa» que corrija las desigualdades, sobre todo, y en primer lugar, las que afectan a la infancia.

 

En este sentido, Pedro Sánchez ha recordado las medidas que ha ido aprobando el Gobierno para hacer frente a estas desigualdades. Entre ellas, destinar 200 millones de euros para la creación de 21.000 nuevas plazas públicas educativas de 0 a 3 años; un aumento histórico de becas y ayudas al estudio con 2.000 millones de euros hasta llegar a los 850.000 beneficiarios; el Ingreso Mínimo Vital, que prevé llegar a más de 400.000 niños, niñas y adolescentes; la aprobación de la Ley de Protección Integral a la Infancia; el incremento de la cuantía anual de la prestación por hijo o menor a cargo sin discapacidad, de la que se han beneficiado 700.000 menores; una dotación adicional de 25 millones de euros para el refuerzo de las becas-comedor, que hizo posible que 148.000 niños y niñas se aseguraran una alimentación adecuada; la distribución de más de 25.000 tarjetas SIM y dispositivos digitales y de 750.000 dispositivos móviles al alumnado en riesgo de desconexión digital, con el Programa «Educa en Digital», o el Plan MECUIDA para que los padres pudieran reducir o reorganizar hasta el 100% de su jornada laboral.

 

El Ingreso Mínimo Vital, capital en la lucha contra la pobreza infantil

Además de todas estas medidas específicas para la infancia, Sánchez destacó que el Gobierno también ha actuado decididamente para combatir la pobreza familiar y la exclusión, mediante la Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética, que incluye el bono social eléctrico y también la prohibición del corte de suministro en caso de vulnerabilidad; y, sobre todo, con la aprobación del Ingreso Mínimo Vital, del que se benefician ya 800.000 personas y que tiene una importancia «capital» en la lucha contra la pobreza infantil.

 

Así, recordó que más del 60% de quienes perciben el Ingreso Mínimo Vital tienen hijos e hijas a cargo y que, del total de personas que perciben la prestación, un 40% son niños, niñas y adolescentes. Otro dato a destacar es que un 28% de los hogares que perciben la prestación son monomarentales. Por todo ello, destacó que el Ingreso Mínimo Vital «es una herramienta transformadora, y no meramente paliativa» y debe considerarse «un pilar del estado del bienestar».

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